"Habría que intentar un gobierno de Sánchez con apoyo de Podemos y C's en la investidura"

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Eduardo Ocaña *

Pedro Santisteve, alcalde de Zaragoza desde las últimas elecciones municipales por la candidatura Zaragoza en Común (ZeC). / Daniel Marcos (Ayuntamiento Zaragoza)
Pedro Santisteve, alcalde de Zaragoza tras las últimas elecciones municipales por la candidatura Zaragoza en Común (ZeC). / Daniel Marcos (Ayuntamiento Zaragoza)

Pedro Santisteve Roche (Zaragoza, 1958) es alcalde de la capital aragonesa desde las pasadas elecciones municipales de 2015. Abogado penalista especializado en derechos humanos, encabezó la candidatura de Zaragoza en Común (ZeC), que arrebató la alcaldía al socialista Juan Alberto Belloch tras 12 años al frente. Precisamente gobierna con el apoyo del PSOE, al que sacó tres concejales de ventaja, y de la Chunta Aragonesista (CHA). Acérrimo defensor de los procesos de confluencias, fue el único de los “alcaldes del cambio” en hacer campaña por Podemos y por IU cuando se presentaron por separado a las elecciones del 20D. Tras casi año y medio en el consistorio zaragozano, Santisteve afronta el nuevo curso político tratando de construir puentes con el PSOE, al que necesita para aprobar sus políticas dentro del ayuntamiento, y que al mismo tiempo ostenta la presidencia de la Comunidad de Aragón, con Javier Lambán a la cabeza, apoyado por Podemos. Ante la situación actual de bloqueo político, apuesta por un alternativa de PSOE y Podemos a Rajoy. Atiende vía telefónica a cuartopoder.es.     

— En primer lugar, respecto al panorama político estatal, ¿cómo cree que podemos salir de esta situación de bloqueo? ¿Quién tiene en su opinión más carga de culpa?

— La culpa obviamente solo cabe atribuirla al Partido Popular, a quienes han ejercido el poder de forma despótica, sin contar con la diversidad de opiniones de este país, una forma patrimonializada de entender el poder y en provecho de sus redes clientelares. Debería refundarse porque es el partido de la corrupción y debe renovarse. La única alternativa que queda por ensayar es un acuerdo PSOE-Podemos. Para eso hace falta que el PSOE, con todos sus conflictos internos, adopte una posición valiente que no está teniendo hasta ahora.

— Pedro Sánchez ha comenzado una ronda de contactos pero dice que no se postula como presidente ni aspira a la investidura. ¿No le parece valiente?

“Si el PSOE no
asume una posición clara
en favor de
unas políticas
de izquierda, será el gran perdedor”

— Las posiciones de Pedro Sánchez son muy tibias. Debe de ser consciente de que las encuestas electorales anuncian debacle electoral en Galicia y País Vasco. Si no asumen una posición clara en favor de abrir el hecho federal y de unas políticas de izquierda, ellos van a ser lo grandes perdedores. Si no, el proceso de derechización del PSOE va a ir a más. Como se está en una actitud de permanente bloqueo, algunos piensan reeditar el bipartidismo cuando ya tiene acta de defunción. Tardará más o menos en morir, pero su acta de defunción está firmada.

— ¿Cree que es posible la última propuesta de Pedro Sánchez para gobernar en solitario con 85 diputados y la ayuda de Podemos y Ciudadanos en la investidura?

— Hay que intentarlo. Luego podría haber acuerdos en función de una geometría política variable, pero tiene que lanzarse a la piscina y aclarar su posición de una vez por todas. Yo creo que sí se puede jugar a eso, y que cada ley y cada tema sea objeto de debate en el Parlamento y que el Parlamento recupere esa posición que nunca ha tenido en este país controlado por los aparatos de los partidos.

—¿Pero confía en Ciudadanos para poder traer el “cambio” a la politica? Esa fue la propuesta del PSOE tras el 20D y aquí seguimos…

— Se ha visto que Albert Rivera va dando bandazos y Rajoy le hace bien poco caso. Estoy de acuerdo en que Rivera es un producto político impulsado desde el Ibex 35 y sus políticas económicas me dan mucho miedo. Son más de lo mismo, neoliberalismo en estado puro y más recortes. Las relaciones en el Ayuntamiento de Zaragoza son muy buenas, pero acaban siempre votando junto al PP.

—La situación en su ayuntamiento tiene cierto parecido a lo que podría pasar: usted necesita el apoyo del PSOE para sacar adelante cada una de sus propuestas. ¿Cuál es la diferencia?

— El problema de nuestro de ayuntamiento es muy diferente al de otros ayuntamientos del cambio, en nuestro caso la anterior corporación era del partido socialista, no del PP. Es mucho más compleja porque en lo personal ese impacto tuvo unas consecuencias muy fuertes para los responsables del PSOE. Hay acuerdos puntuales y presupuestos apoyados y ahora estamos con el debate de asuntos fiscales porque necesitamos recaudar. Estamos ante una situación de asfixia económica. Hay que recaudar más para poder hacer frente a la situación de necesidad de la gente, el pago de las contratas y la generación de empleo e impulso de la economía local.

— Anunciaron hace meses la necesidad de un acuerdo de gobernabilidad con el PSOE para Zaragoza, pero aún no se han sentado a negociar. ¿En qué situación están las conversaciones?

— Nosotros lanzamos la idea en marzo, pero los procesos electorales han retrasado el asunto por parte del PSOE y la CHA. Ahora en septiembre se va a recuperar. El tema de la gobernabilidad es un mantra, nosotros gobernamos en minoría a base de acuerdos que forjamos todos los días. Otra cuestión es si cabría un acuerdo marco que planteara estabilidad para el resto de la legislatura, pero tal y como está el panorama político tal vez sea impensable. El intento hay que ir forjándolo día a día y se va consiguiendo. No obstante, estaría bien que en las grandes líneas, sobre el modelo de ciudad que tenemos las fuerzas de progreso frente a la política especulativa del PP, nos pusiéramos de acuerdo.

Pedro Santisteve, alcalde de Zaragoza desde las últimas elecciones municipales por la candidatura Zaragoza en Común (ZeC). / Daniel Marcos (Ayuntamiento Zaragoza)
Pedro Santisteve, alcalde de Zaragoza  por la candidatura Zaragoza en Común (ZeC). / Daniel Marcos (Ayuntamiento Zaragoza)

— Sobre el consistorio zaragozano. ¿Cómo describiría lo que encontraron a su llegada? ¿Qué han podido transformar desde entonces?

— Nos encontramos una situación con muchas cosas atadas cuatro días antes de mi investidura: asuntos que tenían que ver con una forma de gestionar con infradotación de contratas o , por ejemplo, con unos 100 contratos que estaban siendo prorrogados a precios públicos de antes de la crisis y que suponían una sangría para el ayuntamiento. Hemos llevado a cabo una ejemplificación de lo que supone el recorte con los privilegios y reducción de sueldos, de unos 220.000 euros; hemos reducido la deuda en cerca de 50 millones... Estamos poniendo orden en la casa para generar un marco a partir del cual poder dinamizar y ejecutar presupuestos en los próximos tiempos en políticas de empleo, vivienda social o pequeño comercio. También en lo que tiene que ver con valores: la igualdad de género, que es transversal a todas políticas municipales, la memoria histórica o la laicidad.

— En lo que tiene que ver con Aragón, por fin ha hablado con el presidente socialista, Javier Lambán, para fijar una reunión. ¿Cuándo? ¿Confía en poder llegar acuerdos después de tantos obstáculos?

— Aún no hemos conseguido fijar una reunión. Lo que plateamos es que no se trata de hablar por hablar sino de llegar a compromisos con plazos. El principal tema es el pago de la deuda. El Ayuntamiento tiene que acometer un plan económico financiero, cuando una institución como el Gobierno de Aragón le debe unos 50 millones de euros. Para que haya diálogo tiene que haber una voluntad de que se está cumpliendo con la palabra dada. Hay más temas,  como la Ley de capitalidad, que pretende compensar y racionalizar el marco de competencias entre ayuntamiento y gobierno autonómico y que aquellas que se puedan delegar en favor del ayuntamiento estén dotadas económicamente de forma adecuada. No se trata de competir entre administraciones sino de hacer un trabajo coordinado. Nosotros no tenemos capacidad recaudatoria y estamos infradotados.

— También está el asunto de la disputa por la presidencia de las Cortes Aragonesas, ¿cree que la presión de Podemos al PSOE en la comunidad perjudica a su relación con el PSOE en el ayuntamiento?

—Yo creo que no, lo que tiene que haber es más diálogo entre todos los grupos ZeC, Podemos, IU, el PSOE y la CHA y hablar de los problemas que afectan a cuidada y al gobierno de Aragón en todos esos temas que tenemos en común. El tema de la presidencia de las Cortes es generado por un problema interno dentro del PSOE, el presidente dijo una cosa y ha hecho otra. Lo tienen que resolver ellos, el PSOE. La gobernabilidad es algo que deberíamos hablar entre todos, porque no tiene sentido seguir funcionando como hacían el PSOE y el PP, que se repartían las instituciones y las usaban como un corralito. Más en Aragón, donde Zaragoza supone el 55% de la población en un territorio de apenas el 6% de la comunidad.

— ¿Cuál es el estado de la confluencia ZeC tras año y medio de su creación?

Zaragoza en Común es un experimento político y, de alguna forma, vamos aprendiendo en el día a día. El planteamiento es que emerja una inteligencia colectiva que contribuya al buen gobierno, conseguir erradicar el tradicional sectarismo de la izquierda y que las  mochilas de unos no condicionen actitudes de todos. La apuesta porque sea la ciudadanía la que tome las riendas de la vida política, sobre todo en las ciudades, donde se dirimen los conflictos de la vida cotidiana y la lucha contra los poderes fácticos y dónde se tienen que realizar los derechos sociales. Es clave que sigamos experimentando y aprendiendo y también  en seguir ofreciendo confluencias a gente que no está en nuestros espacios, como el electorado del PSOE. Hay sinergias con esos votantes y militantes socialistas que incluso nos han votado. Eso debe llevar a una reflexión al aparato del partido.

— En el caso más reciente, el de Galicia para la autonómicas, Podemos cedió. ¿Cree que en Aragón llegado el momento de unas autonómicas debería ser igual y que Podemos se integrará en una candidatura renunciando a su marca?

“En los procesos
de confluencia, los espacios políticos hay que generarlos desde abajo”

—Galicia lleva un proceso autónomo de conformación y experimentación en diferentes plataformas que llevan un mayor recorrido, que les ha permitido dar el paso de la confluencia autonómica. A mí me encanta que Podemos se haya animado a formar parte y apoyar a En Marea y no ponerse las medallas o marcar el terreno me parece muy meritorio. Los espacios políticos hay que generarlos desde abajo, desde la confluencia en la vida cotidiana y que de abajo a arriba se vaya ascendiendo a niveles de gobierno autonómico o central, lo veo como un proceso lógico. Aquí aún nos quedan tres años y según lo acelerado que van las cosas en tres años pueden pasar más cosas. Hay que evitar que sean los grandes aparatos o las direcciones centralistas las que tomen las decisiones por encima de quienes hacen el trabajo en los diferentes espacios. Confío en que haya posiciones abiertas tanto en Podemos como en IU y también en la gente independiente.

— Usted es un firme defensor de la confluencia tanto en Zaragoza como a nivel estatal, de hecho fue el único que hizo campaña con Iglesias y Garzón para el 20D cuando se presentaron por separado. ¿Qué falló en la confluencia Unidos Podemos del 26J?

— Quizás fue todo muy rápido como para impulsar un debate desde abajo y generar ese espacio. Tal y como se armó la coalición desde los grandes responsables de las formaciones, daba poco juego para que las confluencias tuvieran más protagonismo, pero dejamos claro que nosotros íbamos a apoyar siempre a la gente que lucha por el cambio en este país, porque todo el mundo es necesario.

(*) Eduardo Ocaña es periodista.

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