La negociación del PSOE con la izquierda: buenas palabras y diferencias insalvables

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Alberto Garzón, impulsor del encuentro a cuatro entre PSOE, IU, Podemos y Compromís, y Antonio Hernando, líder del equipo negociador socialista, durante un encuentro el pasado jueves. / Zipi (Efe)

El PSOE empieza a negociar este lunes con la izquierda. Tanto los socialistas como Podemos han aceptado la propuesta que les hizo el jueves el portavoz de Unidad Popular-Izquierda Unida (UP-IU), Alberto Garzón, de sentarse a la mesa junto con él y su equipo y con el portavoz de Compromís y los suyos, Joan Baldoví. El primer encuentro a cuatro ha sido fijado para las 16:30 de este 22 de febrero, cuando faltan nueve días para que comience la sesión de investidura y doce para que se produzca la segunda y definitiva votación sobre la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. En el ínterin, el próximo fin de semana, los militantes socialistas serán consultados sobre los posibles pactos.

El impulsor del encuentro, Garzón, se ha mostrado optimista. Cree posible construir algo. Pide que haya “sinceridad y claridad” en los planteamientos porque, en su opinión, “no se puede estar mareando la perdiz y jugando al perro y al gato” cuando ya han pasado 63 días de las elecciones. La “clave” del encuentro, dice, va a estar en las relaciones entre los socialistas y los podemistas ya que UP-IU y Compromís mantienen su fuerte predisposición a un acuerdo que permita formar un gobierno progresista y de cambio.

¿Qué método deberían seguir para que prenda la mecha de la negociación? El promotor de la reunión ha leído a Antonio Machado y sabe que para construir una casa no sirve de nada tirarse los ladrillos a la cabeza, como han hecho hasta ahora, cada uno con su estilo, los dirigentes del PSOE y de Podemos. De ahí que a la salida de una reunión con el exministro griego de finanzas, Yanis Varufakis, Garzón haya propuesto el método de empezar por las coincidencias, dejando de lado, de momento, las diferencias. “Si alguien pone por delante las diferencias, está claro que no quiere un acuerdo”, sentenció ayer.

Del lado de los concernidos hubo buenas palabras. Podemos olvidó la exigencia previa de Pablo Iglesias de reunirse con Sánchez para darle el gobierno de coalición hecho. Su secretario de organización y diputado por Sevilla, Sergio Pascual, manifestó que “los españoles estamos de enhorabuena porque por fin el PSOE ha decidido sentarse con quienes serían sus socios naturales de gobierno”. Según las notas de las agencias informativas, Pascual sólo planteó un dilema inicial: que el PSOE decida entre el “despido único” que propone Ciudadanos o la dignidad y los derechos de los trabajadores. Las negociaciones de los socialistas con el partido de Albert Rivera avanzan a buen ritmo, siguen el martes, y las diferencias se centran en materia fiscal y social.

El homólogo de Pascual en el PSOE, César Luena, dio la bienvenida a Podemos al “campo de la negociación política” y manifestó su “optimismo” en una reunión en Toledo con alcaldes de Castilla-La Mancha porque “hoy es posible un cambio en España, que arranque la legislatura y que no haya elecciones como quieren otros”. En su opinión “es difícil, pero es posible, un gobierno reformista y estable”. Previno, no obstante, a los dirigentes de Podemos que no esperen que el PSOE entre a debatir nada que lleve al incumplimiento de la Constitución, “sobre todo si lo que se intenta es discutir la soberanía nacional, que reside en el pueblo español”, recordó.

Los socialistas contestaron el sábado al plan de gobierno o propuesta de máximos que presentó Podemos la semana pasada. Después de analizar el documento, el portavoz parlamentario del PSOE y cabeza de la delegación negociadora, Antonio Hernando, les endosó un documento con las coincidencias y las diferencias, identificando catorce propuestas “innegociables” porque van desde el incumplimiento de los compromisos de reducción del déficit público a la vulneración del principio de separación de poderes, pasando por un control institucional insólito e inaceptable en democracia por parte del Ejecutivo y un incremento de la presión fiscal que consideran inviable.

Con todo, las puertas de la sala Luis Martínez Noval han quedado abiertas y las mesas y demás utensilios menos visibles están dispuestos para acoger la reunión de las cuatro delegaciones. Si se admite un paralelismo histórico sobre la voluntad política, a un lado veríamos el astuto Talleyrand y al otro su hábil e irreconciliable adversario Fouché. Las diferencias entre ellos son enormes, parecen insalvables, pero en un momento dado las aparcan para echar del poder al ambicioso y soberbio Napoleón Bonaparte. En sentido contrario, sin voluntad política estaríamos ante un esfuerzo inútil que no solo conduciría a la melancolía, como dijo José Ortega y Gasset, sino también a una sarta de acusaciones y reproches mutuos para salvar la cara ante los electores de centro-izquierda y pedirles de nuevo la confianza y el voto si, como ha dicho Rajoy a sus colegas hay que ir a unas nuevas elecciones el 26 de junio próximo.

1 Comment
  1. matusalen says

    ya empieza a verse los pelillos en el culo de errejon jaja, en la rabadilla de momento, queremos ver mas erre, bajate un poco mas que tu eres un chico moderno y te van los pantalones cagaos; además parece que ha limpiado la lengua un poco, eso se agradece, jeje. sanchez puede ya hablar con todos, gracias erre por tu condescendencia, y gracias por centrarte en el programa, programa y ya veremos el cni.

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