CATALUNYA / Repaso de cómo afrontan el pistoletazo de salida de la precampaña las diferentes opciones catalanas

7 titulares para 7 candidaturas del 21-D

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21-D
Imagen del Pleno del Parlament vacío, el 21-D se elegirán los diputados de la próxima legislatura. / Parlament

BARCELONA.- Las elecciones catalanas del 21-D no serán unas elecciones normales. Con parte del destituido Govern en prisión y otra parte en el exilio belga, estos comicios se plantean desde algunos sectores como un plesbicito a la acción del Gobierno de Mariano Rajoy para parar el desafío independentista. Un desafío materializado en el referéndum del pasado 1-O, en la violencia policial desatada para intentar evitarlo y en la posterior declaración unilateral de independencia contrarrestrada por la aplicación del artículo 155 de la Constitución y la intervención del autogobierno catalán. Todas las fuerzas políticas presentes en el Parlament en la pasada legislatura concurrirán el 21-D, a pesar de los ademanes de no hacerlo por las fuerzas independentistas. Hacemos un repaso de cómo afrontan las elecciones las siete principales opciones políticas a través de siete titulares.

ERC: Los republicanos, a por la presidencia de la Generalitat

ERC no quería reeditar la coalición con el PDeCat con la que se presentó a los comicios del 2015. Ya entonces le daban los sondeos como favorita, por delante del PDeCat, partido sucesor de Convergència, pero ante el carácter plesbiscitario de la convocatoria, construyeron JxSi.. En esta ocasión, los sondeos le dan como clara vencedora de las elecciones del 21-D. Según las encuestas, ERC sacaría entre 41 y 45 escaños y entre el 28 y 30 por ciento de los votos.

Su lista por Barcelona estará encabezada por Oriol Junqueras, actualmente en prisión preventiva. La número 2 será Marta Rovira, de quien el propio Junqueras, en una reciente carta enviada a la militancia aseguraba que sería una gran presidenta de la Generalitat. La número 4 de ERC será la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell. ERC se plantea la campaña con una clara confrontación con el Gobierno de Rajoy, Rovira alertaba ayer en un programa de radio que pararon sus planes de independencia cuando el Gobierno español les amenazó con que habrían muertos en las calles. Además, crearán frente común con los partidos independentistas en la defensa de la autoproclamada república, sin entrar en grandes confrontaciones con los compañeros de este bloque. Pero no rivalizarán en exceso con Catalunya En Comú (CeC), ya que, según se de el reparto de escaños, pueden ser unos socios perfectos para conformar un gobierno de izquierdas soberanista que, al mismo tiempo, defienda el derecho a decidir, la necesidad de abrir un proceso constituyente, la impugnación al 155 y la exigencia de la liberación de los presos políticos.

Ciudadanos: Aprovechando la división social, a por el voto españolista frente al soberanismo

El partido de Albert Rivera vuelve a presentar a Inés Arrimadas, líder de la formación en Catalunya, como candidata a presidenta de la Generalitat. Las encuestas sitúan a la formación naranja en segundo puesto. Según los sondeos, Ciudadanos obtendría cerca del 20 por ciento de los votos y entre 24 y 28 escaños. Desde Ciudadanos sueñan con obtener los apoyos suficientes para sumar los diputados de PSC y PP y formar un gobierno españolista.

La estrategia de esta formación política es clara, apelan a lo que llaman la "mayoría silenciada", aquel sector social contrario a la independencia y favorable a la unidad de España. Para ello, no dudan en quebrar algunos de los grandes consensos de Catalunya de los últimos 40 años, impulsando ideas como que en las escuelas públicas catalanas se adoctrina a los alumnos o vertiendo críticas contra la inmersión lingüística. Intentarán, si salen los números, tensionar a los comunes haciéndoles decidir entre un gobierno independentista o uno constitucionalista, una estrategia que bien les servirá en el resto del Estado contra Unidos Podemos. En cuanto al PSC, durante la campaña sembrarán la duda de si los socialistas buscarán un tripartito de izquierdas junto a ERC y CeC. Después, les tenderán la mano para formar un frente común constitucionalista.

PSC: Los socialistas levantan la bandera española y se alían con la derecha catalanista

El PSC de Miquel Iceta no obtiene las mayorías que conseguía el socialismo catalán durante tantos años. De vertiente catalanista antes, este partido ha virado hacia la defensa de la constitución y la unidad de España hasta el punto de que en la última gran manifestación por la unidad de España organizada en Barcelona por Societat Civil Catalana participó junto a Ciudadanos y PP. El partido sufre una gran tensión interna por este cambio de estrategia y por el apoyo a la aplicación del artículo 155 por parte del Gobierno de Rajoy. Numerosos militantes han dejado las filas del PSC, alcaldes importantes han abandonado el partido y han perdido alcaldías y participación en equipos de gobierno municipales durante las últimas semanas. Ramon Espadaler, dirigente de Lliures, una escisión de la disuelta Unió de Josep Antoni Duran i Lleida, acompañará a Iceta en las listas.

En campaña buscarán confrontar con el independentismo y venderán su propuesta de reforma constitucional hacia un Estado federal como solución al problema territorial. Intentarán, también, diferenciarse de Ciudadanos y PP, ofertando una alternativa de izquierdas a los sectores de población que se sienten españoles en el cinturón rojo barcelonés, donde competirán principalmente con CeC y Ciudadanos. Con respecto a los comunes, tras la ruptura del pacto de gobierno en el Ayuntamiento de Barcelona, los socialistas les acusarán de tibios y de flirtear con el independentismo. Las encuestas les sitúan en tercer lugar, obtendrían sobre el 13 por ciento de las papeletas y entre 15 y 20 diputados, según los sondeos.

Junts per Catalunya: El PDeCat sigue sin estrenar su propia marca en unas elecciones catalanas

Los sucesores de Convergència volverán a presentarse con otro nombre a las elecciones del 21-D. La formación que lidera Marta Pascal deja en manos de Carles Puigdemont la candidatura electoral, quien desde Bélgica dirigirá la campaña electoral y será su candidato a reeditar presidencia de la Generalitat. Este espacio político que durante tanto tiempo fue hegemónico en Catalunya no se recompone de los problemas de corrupción que lleva acarreando durante los últimos años. Tras intentar una candidatura independentista conjunta, hará frente común en campaña con los independentistas en defensa de la autoproclamada república catalana. Sin embargo, las tensiones en la gestión del proceso independentista pueden dar el salto al debate público en el momento más inesperado.

Se mostrarán duros con el bloque españolista y buscarán la simpatía de comunes y del resto del independentismo. Pueden ser una pieza clave en la formación de gobierno en las negociaciones posteriores al 21-D. Se podría reeditar la mayoría parlamentaria independentista junto a ERC y CUP, aunque estas formaciones de izquierdas parece que pocas cuentas quieren con el PDeCat, más allá de reconocer el recorrido conjunto de los últimos años. Los sondeos dan a esta candidatura, que también contará con el exlíder de la ANC, Jordi Sánchez, en sus filas, en torno al 11 por ciento de los votos y entre 14 y 18 asientos en el Parlament.

Catalunya en Comú: Ni DUI ni 155 y exigiendo poner la agenda social sobre la mesa

Xavier Domènech liderará esta coalición de CeC y Podem, una vez que la anterior dirección de esta última formación dimitió. El portavoz de En Comú Podem en el Congreso estará acompañado de pesos pesados de los comunes como Elisenda Alamany, Joan Josep Nuet y Marta Ribas. Ada Colau cerrará la lista simbólicamente por Barcelona y Joan Subirats también estará en la papeleta. Se estrena este nuevo partido que aglutina a ICV, EUiA, Barcelona En Comú y Equo, junto a Podem. Reclamarán su posición central en el conflicto territorial. Siempre han criticado la vía unilateral del independentismo que finalmente no dio resultado. También se han mostrado contrarios a la aplicación del 155 y la intervención del autogobierno catalán. Además, su campaña estará centrada en volver a poner la reclamación social en el debate público catalán.

Por ello, la disputa será contra todos. Al independentismo le pedirán cuentas por su hoja de ruta unilateral que no ha dado resultado, tal y como los comunes advertían desde el principio. Contra los socialistas usarán el argumento de que han apoyado el 155 y se han aliado con la derecha catalanista de Espadaler dejando de lado su lado más izquierdista. Mientras que a Ciudadanos y PP les mostrarán como sus verdaderos antagonistas. Los sondeos les dan, hasta el momento, entre 10 y 15 diputados y entorno al 10 por ciento de los votos. Saben que pueden ser claves en la conformación de un gobierno de izquierdas, junto a ERC, tras el 21-D.

PP: Azotar a Catalunya para obtener votos en el resto de España

El PP repite con el ultraderechista Xavier García Albiol como candidato. Son conscientes de que poco tienen que rascar en Catalunya, pero también de que la beligerancia contra el soberanismo les da votos en el resto del Estado. En esta ocasión se juegan algo más, el conseguir una mayoría alternativa al independentismo tras el 21-D para que las políticas de intervención llevadas a cabo por Rajoy tengan respaldo en Catalunya. Tarea difícil. Pasarán de puntillas en la crítica a PSC y Ciudadanos, para lanzar todas sus fuerzas contra el independentismo y contra CeC, aprovechando las críticas a estos últimos para que tengan su resonancia en el resto del Estado también hacia Unidos Podemos. En las encuestas obtendrían sobre el 9 por ciento de los votos y entre 9 y 14 diputados. La suma de Ciudadanos, PSC y PP, por lo tanto, no llegaría a la mayoría absoluta. Pedirán a CeC lo imposible, que apuesten por un gobierno de la derecha españolista.

CUP: La defensa de la República Catalana como bandera

La formación anticapitalista llevará al exdiputado Carles Riera como cabeza de lista y también tendrá a la exdiputada Mireia Boya en la papeleta de Girona. No confrontarán en exceso con ERC y el JxCat de Puigdemont por responsabilidad con los presos políticos y consellers en el exilio. Sin embargo, les recriminarán el haber proclamado una república sin tener las estructuras de Estado previstas y las garantías de que la independencia se podría llevar a cabo. Los comunes se llevarán peor parte en los mítines de la CUP, con los que compiten por el voto de izquierdas. A pesar de ello, son conscientes de que frente al Estado y las políticas de la derecha pueden ser futuros aliados. Obtendrían entre 5 y 10 diputados y sobre el 6 por ciento del apoyo en las urnas.

3 Comments
  1. Eva says

    Supongo que la CUP tendrá presente que la burguesía catalana ha borrado el anarquismo de Cataluña (y de España) cuantas veces ha hecho falta , a muerte . La más reciente,caso Scala,donde también hubo muertos.

    Esto es muy serio y bastante más real que la DUI.

    Saludos

    1. florentino del Amo Antolin says

      El caso Scala… Una forma vil de quitarse la CNT en unos tiempos bastante marrulleros. Otra forma de luchar por otra sociedad. No es mi preferida, son ideas que los posfranquistas con inculpaciones mermaron su apogeo; que llegó a ser importante en Catalunya, Aragón por el 31. Año de la II República Española. Demasiado serio inculparte de unos actos desconocidos. Que la CUP sea Anarquista, lo dices tú. Las burguesias… Esas personas que te perdonan la vida, piadosas, carroñeros del sudor ajeno… Son tan patriotas que se llevan los dineros producidos, por otros compatriotas… Al Paraiso fiscal !. Eso, sí con el beneplacito y exenciones del partido más corrupto de Europa. Digo yo, si tienes presente a la hora de la verdad, para votar votar. ¡ No adoctrines !.

      1. Eva says

        Aburres…

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