‘Un monstruo viene a verme’: pornografía sentimental

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Un monstruo viene a verme
Cartel de la nueva película de Juan Antonio Bayona. / Universal Pictures Spain

Tengo la sensación de tener que pedir perdón por lo que voy a escribir a continuación. Más que nada tras leer las laudatorias críticas que tuvo esta película de Juan Antonio Bayona en el Festival de San Sebastián. En el pase de prensa madrileño hasta vi a un pavo que lloraba al final de la película. Me pregunté si el tipo había visto la misma película que yo. Me dicen que en el festival donostiarra pasó lo mismo con otros plumillas que lloraron a moco tendido. Cómo está el gremio...

Un monstruo viene a verme es la historia de un niño muy imaginativo con una dura vida real pero que se refugia en su creatividad y su mundo interior, en el que destaca un monstruo. Sí, exactamente igual que en la muy sobrevalorada El laberinto del fauno, también producida por Telecinco. Y esa vida va a dar un giro brutal: su madre, separada, tiene un cáncer que la está consumiendo irremediablemente. A todo esto aparece su abuela, Sigourney Weaver, que se lo quiere llevar con él y es una tipa dura y seca pero luego no tanto. No sabemos muy bien por qué cambia. Además, al chaval lo cascan en el cole, le hacen bullying.

Se supone que Un monstruo viene a verme es un cuento contra la simplicidad de los cuentos, pero hay que ver lo simple y, encima, sermoneador que es el cuentecito de Bayona y su guionista Patrick Ness, autor también de la novela en la que se basa el film. Estamos ante una película sobre la imaginación sin mucha imaginación, tanto visualmente como en su escritura y pobre construcción de personajes.

Que sí, que está bonito que te cuenten un cuento, pero en el cine los cuentos hay que verlos, no escucharlos. El monstruo arbóreo le explica al niño imaginativo que los cuentos no son lo que parecen, los malos no son tan malos y los buenos no tan buenos, algo que el rapaz tiene que entender para superar el mal que lo aflige y que no desvelaré. Pero no se puede ser tan sermoneador. El palique y el cine pocas veces se llevan bien y esta película es el ejemplo. Porque casi todo en Un monstruo viene a verme es verbal. Y cuando el monstruo, un árbol que parece un volcán porque tiene fuego en su interior (¿?), le cuenta sus cuentos al nene, Bayona apuesta por los dibujitos animados y la voz de Liam Neeson. Tampoco entiendo muy bien que se contrate a este señor para que ponga sólo la voz y encima se la distorsionen. Llámenme loco.

Bayona (“visionary filmmaker”, como reza la avasalladora publicidad de la película) copia a Steven Spielberg (las referencia a E.T. y a Encuentros en la tercera fase son obvias), pero copia mal y se conforma con el Spielberg más sensiblero, no con el sensible. Con el prestidigitador, no con el cineasta. Y hace trampas, le gusta manipular al espectador, pero con trucos chungos, de forma deshonesta, con un sentimentalismo facilón y una puesta en escena nada imaginativa, poco personal, basada en cientos de lugares comunes cien veces vistos.

Como Spielberg, Bayona está un poquito obsesionado con la infancia. Todas sus películas están protagonizadas por niños con familias rotas a los que les ocurren cosas terribles. A sus tres olvidables películas (ésta, El orfanato y Lo imposible) las ha llamado, de forma bastante amanerada y pomposa, su “trilogía de la maternidad”. En fin, ya le gustaría a este hombre llegar a ser ni la mitad de talentoso que el mejor Spielberg. Bayona es un realizador sin fuste, sin pulso humano, sin demasiado interés por lo que le rodea. Como Alejandro Amenábar, es más un sermoneador que un explorador. Bayona es un repipi, una especie de primero de la clase sin gracia, sin personalidad.

El tratamiento visual que hace Bayona del cáncer roza el tono de tv movie, que es lo que era Lo imposible: una larga tv movie de por la tarde. No falta ni un cliché sobre la enfermedad, rematada con un final lacrimógeno y tremendamente falto de imaginación, gusto y honradez.

Sobre los personajes, mejor no hablar, pero es mi trabajo. La relación entre el niño y su madre se limita a que ella le pone en un viejo proyector la película King Kong, la vieja, y que sabemos que ella también es una artista sensible. El brutal choque psicológico que trae la enfermedad y la muerte se plantea con tremenda torpeza y cobardía. El padre, en cambio, es un cretino y se quiere quitar al niño rarito de encima. Cuando el crío destroza el salón de su abuela, el progenitor, desayunando tostadas, se limita a decirle que entiende perfectamente que haya arrasado con el salón de la yaya. Esta escena es de lo más patético que he visto en mucho tiempo en una sala.

Y qué decir del bullying, rodado de la forma más estereotipada, sin que emocione, sin que dé rabia lo que le hacen al chaval, sin el arrojo que necesita esa parte de la película. Por supuesto que el chaval al final se rebela y va a sacar su monstruo interior en una escena tan previsible que da hasta vergüenza verla. Pero para previsible su final, claro, con la madre desapareciendo por fin de su vida, algo que la película nos adelanta desde el minuto tres, no destripo nada.

¿Que Un monstruo viene a verme tiene una factura poderosa, una producción envidiable, una técnica impecable y una estupenda fotografía? ¿Qué más da, si han fallado en lo más importante, en emocionar sin recurrir a la sensiblería barata, en hablar de gente real y no de tres garabatos humanos? ¿Y para qué ese monstruo enorme y horrible con el que no empatizas, porque ni acojona, ni es seductor, ni tierno, ni tiene una pizca de humor (como toda la película, por cierto)?

Tras releer, estupefacto, algunas de las alabanzas que cosechó esta película, me quedé más tranquilo al saber que en el pase de prensa de San Sebastián un colega gritó: “¡Pornógrafo!”. Se refería a la pornografía sentimental, a esa asquerosa querencia de Bayona por provocar la lágrima como sea. Dio en el clavo.

UniversalSpain (YouTube)
9 Comments
  1. Galatea says

    Crítica sublime, sin tapujos y sin complejos. Sinceramente eres para mí de los mejores críticos de cine que hay actualmente. Un saludo.

  2. SoldierOfCGO says

    Haber flipao de la vida, la abuela cambia su forma de ser porque su hija se está muriendo(la madre), que no te extrañe que el arbol tenga fuego en su interior, que no es fuego, si le hechas un poco de logica sabrás que es carbon y no tiene porque quemarse, y si le ponen la voz de liam Neeson es porque la voz es grave y le hace un poco terrorífica e interesante por asi decir lo. Que sepas que Bayona es el mejor director español y las peliculas el orfanato y lo imposible, no son olvidables, son películas bastante chulas y si no te gusta el director te callas, no nos importa tus gustos, y si la pelicula tampoco te gusta, no tienes porque criticarla de esa manera, para gustos los colores

  3. kike says

    Para nada de acuerdo…
    Es una pelicula distinta y sinceramente me ha llenado bastante…
    en ningun momento aburrida…
    basta ya de cliches y comparaciones absurdas

  4. Klaus T. says

    Una mierda como un piano de cola. Iván, te has quedado corto.

  5. Niki says

    Iván, discrepo en muchas de las cosas que dices y en otras pienso, al igual que tú, que se podían haber contado de una forma más real (Cancer). Pero en lo que sin duda creo que te equivocas es en lo acertado, bajo mi punto de vista,que esta tanto la elección de Liam Neeson para ponerle voz al monstruo como en la relación del niño con el resto de personajes y la complejidad de la historia. Esta es mi teoría: Durante la película no sólo escuchamos a Liam Neeson, también lo vemos en los retratos familiares (es el abuelo del chico) y sus historias ya eran conocidas por la madre que las plasmó en un cuento…esto unido a una mirada de la madre al monstruo en una más que dramática escena me hace pensar que la historia se presta a teorías más complejas que la historia que tú crees haber entendido. Quizàs debido a falta de atención. Besos 🙂

  6. Galkin says

    ¡Eyyy!. Ivan, monstruo. Que no le has dado las gracias a Niki por haberte mostrado detalles sobre la peli los cuales tu critico ojo no llego a descubrir. Menos mal que eres critico de cine y no mecánico, campeón. Saludos.

  7. NACHO D MODE says

    Totalmente de acuerdo con el análisis del film por parte de Ivan.
    Yo fui a verla por acompañar y la peli no me llegó, ni los personajes, ni la historia, ni los planos y mucho menos la voz distorsionada de monstruo malefico pero con mucha alma.
    Basicamente durante la pelicula fui recordando momentos vividos y sufridos por mi con respecto al cancer y mi madre, solo me llego eso, revivir momentos sufridos pero no me atrajo la historia, el niño menos, que raro es el jodio.
    Por otro lado creo que la mitad de la pelicula no tiene un rodaje sino un trabajo de ordenador que en mi parecer me aburre y no conecta con sentimientos sino con imagenes fantasticas de las que debes sacar un transfondo bastante aburrido.
    muy buena critica.

  8. John Titor says

    Menudo makina está hecho Iván Reguera, la cinta es para echarla de comer aparte, pero aparte en plutón o proxima centauri b, no solo me dormí si no que además la voz esa del puto bicho me despertaba, con lo cómodas que son las butacas del cine, leches.

  9. Galkin says

    En realidad no me gusta un pescao, solo trataba de tirarme a la cerda de Niki, la cual me rechazo, con lo cual me retracto de mis palabras anteriores, soy una mula pero no de droga…

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