IU invita a partidos de izquierda alternativa y movimientos sociales a una reunión antes del 30 de julio

Izquierda Unida continúa con su proyecto de construir un amplio Bloque Social y Político alternativo formado por partidos de izquierdas y movimientos sociales. La formación política se ha marcado el 30 de julio como fecha máxima para convocar una reunión abierta a toda la ciudadanía en la que participen todos los partidos de izquierda alternativa y movimientos sociales con el fin de sentar las bases para un proyecto común que pueda presentarse a las elecciones europeas de mayo de 2014. Así lo ha confirmado a cuartopoder.es Enrique Santiago, secretario ejecutivo de Convergencia Política de la formación.

“Izquierda Unida está explicando ahora mismo al resto de partidos alternativos de izquierda y movimientos sociales su propuesta. Estamos en un proceso previo de tejer acuerdos y alianzas, pero esperamos que en julio podamos pasar a una segunda etapa y sentarnos con los partidos y movimientos interesados en nuestra propuesta, avanzar en la negociación de un frente común en las elecciones europeas y continuar avanzando en el proceso de convergencia con el resto de colectivos”, ha explicado Enrique Santiago a este medio.

La propuesta de Izquierda Unida nace del documento aprobado el 25 de mayo por el Consejo Político Federal que se marca como objetivo la construcción de una “nueva mayoría política” que no solo “frene el desmantelamiento de la democracia y del incipiente estado social” sino que sea capaz de poner en marcha y concluir un “nuevo proceso constituyente que garantice una democracia plena y participativa, equidad social y unas instituciones al servicio de las personas”.

En esta reunión Izquierda Unida ha manifestado su voluntad de contar con la presencia de partidos de izquierda alternativa como Izquierda Anticapitalista y Equo, a nivel estatal, o la Chunta aragonista y Anova Irmandade Nacionalista, de Xosé Manuel Beiras, a nivel autonómico. Asimismo, IU también quiere vincular a su proyecto alternativo a diferentes movimientos como el promovido por la monja benedictina y doctora Teresa Forcades y el economista y presidente de Justicia y Paz, Arcadi Oliveres, en Cataluña; los promovidos por diferentes personalidades del mundo de la cultura y los medios de comunicación como Vicenç Navarro o Rosa María Artal; u otras iniciativas ya en marcha como el Frente cívico o las Mesas de convergencia.

Equo se desvincula

El proceso, sin embargo, se antoja complicado. Diversas fuentes de la izquierda alternativa contactadas por cuartopoder.es han manifestado sus reticencias a unirse a un proyecto conducido por Izquierda Unida o han reconocido que hasta el momento nadie de la formación política de izquierdas se ha dirigido a ellos formalmente. Este es el caso de Equo e Izquierda Anticapitalista.

El coportavoz de Equo en la Comunidad de Madrid, Ramón Linaza, ha asegurado a este medio que Equo no formará parte del Bloque Social y Político que quiere impulsar Izquierda Unida. “Nosotros formamos parte de la familia política de los verdes, que tiene un grupo parlamentario propio en el Parlamento Europeo y que es diferente al grupo Izquierda Unitaria Europea al que pertenece Izquierda Unida”, ha aseverado Linaza, que ha añadido que un acuerdo electoral entre IU y Equo no tendría ningún sentido para ninguna de las dos formaciones. “Creo que una unión electoral de los dos partidos nos haría perder votos”, ha remarcado.

En este sentido, Linaza ha expresado que la voluntad de Equo es conformar una coalición con, entre otros, Compromís -que aglutina a los partidos valencianos Bloc, Iniciativa del País Valencià y Els Verds-, Chunta Aragonesista (Cha) e Iniciativa Verds de Mallorca con el objetivo de lograr representación de la “ecología política en las instituciones”.

Por su parte, el portavoz de Izquierda Anticapitalista Raúl Camargo ha asegurado a cuartopoder.es que nadie se ha dirigido a ellos de manera oficial aunque sí tienen constancia de la voluntad de Izquierda Unida de iniciar un proceso horizontal y participativo de convergencia política y social. “Nosotros defendemos un proceso democrático, horizontal y participativo que rompa con la dinámica actual de los partidos políticos y en el que se discuta sobre el programa, los métodos y la coherencia interna de los participantes”, ha asegurado Carmargo, quien ha puesto en duda que Izquierda Unida mantenga esa coherencia entre sus mensajes contra la Troika y su acción en el ejecutivo andaluz.

Problemas con la etiqueta

A pesar de que el proyecto se encuentra en una fase embrionaria, se pueden vislumbrar ya algunos de los futuros problemas que tendrá que solucionar Izquierda Unida de cara a la formación del bloque: el nombre y la elección de cargos. Frente a las voces de Izquierda Anticapitalista que reclaman una etiqueta genérica que no haga referencia a partidos políticos, desde IU se recuerda que el partido cuenta actualmente con un 16% de intención de voto y que no se trata de “desaparecer del mapa” sino de “sumar apoyos”.

“Tenemos la experiencia de lo que sucedió en Murcia cuando IU se integró en una candidatura de diferentes movimientos y partidos bajo una etiqueta desconocida. La candidatura fue la menos votada de todas. No podemos camuflar a los componentes”, ha asegurado Enrique Santiago.

Por otra parte, otro gran problema sería la elección de los candidatos a las elecciones europeas. En un proyecto que se autodefine como horizontal y democrático la elección de los cargos debe pasar por unas primarias abiertas al mayor número de gente posible. En este sentido, cabe la duda de si la estructura del partido no intentaría forzar la maquinaria para que su cabeza de lista actual, Willy Meyer, siga teniendo un lugar preferente en las listas de 2014.

Proyecto sin madurar

El proyecto de Izquierda Unida se encuentra, por tanto, en una fase todavía embrionaria. La formación tiene hasta mayo de 2014 para conformar su bloque alternativo. Tiempo que parece suficiente para continuar “tejiendo alianzas y limando asperezas”. El único aspecto que hasta el momento queda claro en el proyecto de IU es que las prioridades del partido de cara a encontrar aliados pasan por compartir tres principios básicos: la oposición a las políticas de la Troika; el rechazo a la reforma de la Constitución llevada a cabo por PP y PSOE; y la resistencia contra el desmantelamiento del Estado del Bienestar.