PP y PSOE soslayan la corrupción y centran el debate a seis en el paro, Cataluña y el machismo

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La moderadora del debate, María Casado (en el centro), con los candidatos. De izda. a dcha., Sosa Wagner (UPyD), Ramon Tremosa (Coalición por Europa), Esteban González Pons (PP); Ramón Jaúregui (PSOE), Willy Meyer (IU) y Josep María Terricabras (ERC). / Alberto Martín (Efe)

El paro, el problema catalán y el machismo fueron las materias más debatidas por los candidatos al Parlamento Europeo la noche de ayer en TVE. Los representantes del PP y del PSOE, Esteban González Pons y Ramón Jaúregui, respectivamente, evitaron confrontar sobre la corrupción. El del PP defendió a su cabeza de lista, Miguel Arias Cañete, de las acusaciones de machismo exhibiendo la reproducción a gran tamaño de un mensaje en Twitter de Elena Valenciano, en el que la candidata del PSOE llamaba feo al futbolista Ribery. Después la atacó diciendo que se podía extrapolar el desprecio de Valenciano a todos los niños que han sufrido accidentes como el que afectó al jugador.

En aquel momento (2012), Valenciano desconocía que Ribery tuviera la cara asimétrica a causa de un accidente en su infancia y se apresuró a pedir disculpas. “Esto es lo que le pido hoy a usted, disculpas a las mujeres, ya que no lo ha hecho Rajoy”, dijo Jáuregui. Pero Pons se abstuvo de enmendar la plana a su superior, del que se limitó a decir: “Cañete tuvo un mal día”. Como se recordará, horas después de perder el cara a cara en TVE con Valenciano, Cañete dijo en el programa Espejo Público de Antena 3 que es muy dificil debatir con una mujer porque la superioridad intelectual (de los hombres) hace que parezcas machista si la acorralas. Lo cierto es que el candidato del PP no se comprometió a retirar el anteproyecto de ley del aborto que somete de nuevo la libertad de las mujeres para decidir su maternidad a la tutela de los facultativos y de los jueces y tampoco respondió a la del PSOE sobre la falta de la palabra "mujer" en su programa electoral.

Machismo de Gonzalez Pons en Twitter

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González Pons muestra un cartel con la reproducción del 'tuit' de Valenciano sobre Ribery. / captura de vídeo de rtve.es

Por otra parte, González Pons demostró su machismo el 18 de junio de 2011 cuando, con el afán de proyectarse en las redes sociales, aceptó el juego de escribir en Twitter “tres palabras españolas” y lanzó a la globosfera no tres, sino seis:olé mis huevos” y “por mis cojones. En aquella fecha, la propia Valenciano le replicó: “Ya te vale”. La cuestión de fondo, dijo el candidato de IU, Willy Meyer, “es la violencia de género que afecta a más del 30% de las mujeres y la desigualdad que se derivada de un modelo de economía patriarcal”. Y para demostrarlo, recordó la reciente foto de Rajoy con los directivos del Ibex-35, entre los que no había una sola mujer. “Aquí tampoco”, le contestó Pons. La moderadora, Maria Casado, se hizo notar.

Cataluña entró de lleno en el debate gracias a la habilidad del profesor Josep María Terricabras, cabeza de lista de ERC, asistido por su colega de CiU, el eurócrata con coloristas pulseras de la suerte en su muñeca izquierda, Ramón Tremosa. Ambos se enfrentaron con Pons por la prioridad del eje Mediterráno, respaldado por Bruselas, frente a la preferencia de Madrid por el sistema central de comunicaciones. Y, por supuesto, por el derecho a decidir. Tremosa acusó al PP y al PSOE de vetar el catalán en el Parlamento Europeo y Terricabras auguró que “Cataluña y España serán dos Estados en la UE” y consideró la Unión como “una protección para Cataluña”. También, frente a la afirmación del representante del PP, negaron que las empresas extranjeras abandonen Cataluña. “Hay 5.600”, dijo Terricabras antes de afirmar que en 2013 aumentó la inversión extranjera.

Mientras el socialista Jáuregui apostó por una España federal en una Europa federal y Meyer se mantuvo al margen de la cuestión, González Pons interpeló una y otra vez al de ERC para que aclarara si su programa contenía la anexión a Cataluña de Aragón, Baleares, Valencia y el sur de Francia. Luego apeló al presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, para intentar zanjar la cuestión: “Quedarán fuera de la UE”. Ya en la segunda mitad del encuentro, de dos horas de duración, el tranquilo profesor y candidato de UPyD a la reelección, Francisco Sosa Wagner, hizo temblar la pajarita que adornaba su cuello al manifestar su hartazgo: “¡Qué manía con traer la secesión! Aquí estamos hablando de derechos y libertades”.

Fue un debate cruzado y plagado de reproches con algunas propuestas, al término del cual, Ramón Jaúregui, del PSOE, pidió el voto para una Europa social con derechos de los trabajadores, los jóvenes, las mujeres –“y para decir no a Rajoy”--; Willy Meyer, de IU y la Izquierda Plural, para “recortar a los recortadores”; Sosa para rechazar la corrupción –“no ir a votar es indultar a los corruptos”--, y los nacionalistas Terricabras y Tremosa para la causa catalana. González Pons no pidió el voto para su partido pero dijo: “No podemos dejar que ganen los que nos metieron en la crisis”.

Reproches en clave interna

Pons y Jaúregui protagonizaron el principal rifirrafe sobre la situación del país. El del PP, con el libreto de campaña bien aprendido, repitió la famosa herencia de los tres millones y medio de parados y prorrumpió en los consabidos lemas: “España va mejor, ya estamos creando empleo, no podemos parar ahora, no podemos volver atrás”. El entusiasmo le empujó al famoso asombro del mundo: “Ya crecemos más que Alemania”. Y cuando el hilo de la cometa parecía agotado, se acordó de los aviones y de la propaganda de la Marca España. Y he ahí como “la mitad de los aviones que vuelan en Europa están dirigidos con tecnología española. ¿Es España el mejor país del mundo? No, pero puede serlo”. A lo que Terricabras exclamó: “¡Qué bonito!”

El socialista Jáuregui, en absoluto impresionado, calificó el triunfalismo de Pons de “insulto a la inteligencia” y puesto que con la herencia ocurre lo que con los yogures de Cañete, que no caducan, se refirió a la poda de derechos sociales con una reforma laboral impresentable y a la previsión que el propio Gobierno ha enviado a Bruselas con un 24% de desempleo a finales de 2015. “Eso es más paro que cuando empezaron a gobernar. Han destruido derechos y dignidad”, le espetó. Pons replicó: “A ustedes les da rabia de que España vaya mejor”.

Terció Meyer recordando que fue el mismo Pons quien prometió tres millones de empleos, a lo que éste precisó que no, que él dijo que “intentarían crear los tres millones de empleos que se perdieron con Zapatero”. A falta de ideas nuevas sobre el empleo, el del PP explicó a la audiencia su dolor de corazón: “Hemos tomado decisiones con la cabeza que no queríamos con el corazón”. E insistió en la línea hereditaria: “Pero es que en seis meses nos intervenían, nos obligaban a bajar un 40% las pensiones y a echar a 200.000 funcionarios a la calle y a pagar peajes en las carreteras”. Tremendo. Esto no se había dicho antes y Jáuregui se asombró.

Meyer se esforzó en repartir responsabilidades entre conservadores y socialistas sobre una política económica cuyo saldo son 27 millones de desempleados en la UE. “Es el resultado –dijo-- del pacto de ambas fuerzas para la banca y las transnacionales”. Apostó por las medidas de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) que reclaman un 3% del PIB al empleo en los próximos diez años y por el rescate del sistema energético en España, al tiempo que denunció el tsunami que supondrá para los derechos de los trabajadores el tratado de libre comercio con Estados Unidos.

Jaúregui, fiel a su libreto de campaña, ignoró a Meyer durante todo el encuentro, pero aprovechó su última intervención para recordarle que Europa la construyen las grandes formaciones  políticas y que los socialdemócratas son los creadores del Estado del Bienestar. A continuación le pidió que no meta al PSOE en el mismo saco del PP, a lo que Meyer contestó: “Todo lo que he dicho es verdad”. El del PSOE le emplazó: “¿Vais a votar a Martin Schult o vais a hacer como en Extremadura?”, a lo que Meyer contestó: “A Alexis Tsipras”.

Mientras Jaúregui redujo el milagro económico español que iba a asombrar al mundo a un crecimiento de la deuda del 98% del PIB y del 101% en 2015, el de IU mostraba a Pons una portada del ABC con las promesas de Rajoy. El profesor Terricabras se adhirió a la Europa social que propugnan los sindicatos y Tremosa partió varias lanzas por los dictados de la Troika sin mencionar tan impopular término, diciendo que “se ha europeizado fracasos nacionales y se ha culpado sin razón al proceso europeo”. Meyer evitó contestarle directamente; sólo recordó que el FMI no es Europa y que el BCE es “una cueva al servicio de los especuladores capitalistas, responsables de esta crisis”. En sus intervenciones insistió en aclarar la “deuda odiosa” y recordó que 32 de las 35 grandes compañías del Ibex-35 tienen sedes en “paraísos fiscales”, por lo cual han pedido a la Fiscalía del Estado que abra una investigación por presunto delito de fraude fiscal.

Hubo un momento en que Pons y Jáuregui estuvieron a punto de enzarzarse sobre la corrupción, contra la que el del PSOE propuso normas europeas, pero aplazaron el asunto para mejor ocasión. En este punto Terricabras señaló que España está diez puntos por encima de la media de la UE en corrupción. “Con solo reducir ese porcentaje recuperaríamos 40.000 millones de euros”, afirmó. “¿Y Cataluña no?”, le increpó Pons. “Cataluña también”, le replicó Terricabras, sin duda el que mejor aprovechó la confrontación dialéctica para exponer sus planteamientos.

2 Comments
  1. Piedra says

    O sea, que González Pons también es un mcahista del Twitter. ¡Qué sorpresa!

  2. Belice says

    La ciudadanía debe decir basta ante esta lacra que está anclada en el Sistema. Los medios nos entretienen hablándo de corruptos pero no de la causa que hace que puedan delinquir: el Sistema. Supe de un proyecto documental : corrupcionorganismonocivo.com que abordará la corrupción desde su origen. Acabo de hacer mi pequeña aportación económica para que pueda hacerse y salgamos de la desinformación a la que estamos abocados…

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