Para lo que sí sirven a veces los actores…

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El actor Robin Williams en una imagen archivo. / Efe
El actor Robin Williams en una imagen archivo. / Efe

...En mi último post aquí les daba caña a Ja y a Pe (Bardem y Cruz) por creerse que en tanto que estrellas de cine pueden ir por la vida de gurís políticos del todo a cien. Y daba más caña aún a los que todavía les hacen caso.

Es verdad que los actores, que son mayormente ganado, no pastores (para eso están los que de verdad piensan las películas) no sirven para el cometido mágico que demasiadas veces demasiada gente se empeña en encomendarles.

Lo cual no quita para que a veces sí hagan magia. A veces se junta un gran actor con una gran historia. O simplemente con algo grande que en estos tiempos de aridez intelectual y pozos culturales secos se nos quedaría sin leer y sin aprender en la escuela.

Yo no había oído hablar del poema O Captain My Captain!, dedicado por Walt Whitman a Abraham Lincoln con motivo de su asesinato, hasta que vi "El club de los poetas muertos".

Nunca lo he olvidado. Nunca lo olvidaré. Nunca podré ver a Robin Williams salir de ese aula sin llorar por mi capitán, nuestro capitán muerto.

5 Comments
  1. Eulalio says

    La fuerza emotiva de esta secuencia, como usted misma parece sugerir en el segundo párrafo de su ínclita contribución, supongo que gratuita, a la cultura de este país, se debe a los pastores de la película, no al ganado.

  2. De cine says

    El cine, como la TV, es nuestra segunda escuela, en realidad se convierte en la primera y para toda la vida, pues la escuela oficial queda en la lejanía del olvido y de la bajísima calidad a la que la somete el sistema capitalista. El cine no es inocente, sólo conocemos por él un genocidio, el genocidio judío a manos de los nazis, del que se producen decenas y decenas de películas en Hollywood. Tiene, a pesar del férreo control yanqui sobre este medio, muchas buenas producciones con buenos mensajes, como el de la película citada en este artículo. Pero recordemos cómo la caza de brujas se cebó precisamente en los cineastas norteamericanos de izquierdas. Por ser de izquierdas pero, sobre todo, por ser verdaderos cineastas, libres en su expresión, el mayor peligro que tienen todas las dictaduras.

  3. Patronio says

    Pues a mí me parecía un actor insufrible en cualquier papel que hiciera, incluso en éste, que medianamente se salva por la fuerza del guión y de la dirección. Muy del gusto del humor zafio y simplón del tarado medio norteamericano.

  4. Patronio says

    Se me olvidaba una pequeña maldad; tú darías caña a los que todavía les hacen caso, pero la caña que te dimos a ti, todavía te tiene que estar escociendo.

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