Xulio Ferreiro: "Nos enfrentaremos a poderes fácticos que no quieren el bien común"

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Xulio Ferreiro, candidato de Marea Atlántica y probable alcalde de A Coruña. / Efe

Por solo 28 votos la Marea Atlántica no ha sido la fuerza más votada en A Coruña en las elecciones municipales. El PP perdió la mayoría absoluta en la ciudad gallega y la candidatura de unidad popular apoyada por EU, Podemos, Anova y más partidos y movimientos sociales, formará Gobierno. Xulio Ferreiro (A Coruña, 1974) será alcalde, a no ser que el PSOE o el BNG decidan no apoyar su investidura. Este magistrado y profesor universitario de Derecho destaca la importancia del liderazgo ciudadano que ha tenido el proyecto, así como la valentía de los partidos políticos. Es partidario de aprovechar esta experiencia en las elecciones autonómicas y también en las generales. Atiende a cuartopoder.es en conversación telefónica.

— ¿Por qué cree que la Marea Atlántica ha obtenido este buen resultado? Las encuestas no les daban tanta representación

"Hemos logrado contactar con la ciudadanía y transmitir que éramos los suyos"

— Sí, la última que se publicó nos daba menos concejales, aunque la tendencia siempre era positiva, cada vez subíamos un poco más. Al final, haber sido casi la lista más votada ha sido una sorpresa muy positiva. En cuanto a las razones, creo que tienen que ver con que fuimos capaces de aglutinar el voto del descontento con las instituciones y con cómo el PP estaba gestionando contra los intereses de la mayoría social. Fuimos capaces de convertirlo en positivo, en un voto de ilusión, por una nueva forma de gobernar y de gestionar el gobierno municipal. Conseguimos contactar con la ciudadanía y logramos transmitir que éramos los suyos por así decirlo, o sea, una auténtica candidatura ciudadana; detrás de la unidad popular había un componente ciudadano muy fuerte. El haber conseguido aglutinar ese voto, que estaba ahí potencialmente, nos ha dado este resultado.

— Aquí, en Madrid, vivimos una campaña protagonizada por los ataques de Esperanza Aguirre a Manuela Carmena. ¿Se ha dado un caso parecido en A Coruña? ¿Ha habido campaña para meter miedo con su candidatura?

— Sí que la hubo. El presidente de la Xunta Nuñez Feijóo y el candidato del PP en la ciudad repitieron constantemente que nosotros traeríamos el caos. Pero la gente no es tonta. La gente sabe que muchas personas están instaladas ya en el caos de la precariedad, de las privatizaciones o de los recortes en servicios públicos. En la campaña, primero, se nos ignoró, y luego surgimos como antagonistas. Eso, supongo que tendría algún efecto. También había desafección con otras fuerzas de izquierdas. Todo pudo tener su repercusión. Creo que ese discurso del caos y del miedo no cuajó. Intentamos mantener un discurso de ilusión y con una campaña bastante pegada a la calle.

— Llaman la atención los buenos resultados de candidaturas de este tipo en Galicia en ciudades como Santiago o Ferrol. ¿Por qué cree que en Galicia se ha entendido mejor esto de la unidad popular?

— La experiencia previa de AGE tiene algo que ver, aunque no lo explica por sí solo. Creo que en Galicia está naciendo un sujeto político propio que no se puede explicar con los mismos criterios que en el resto del Estado, aunque obviamente está conectado con lo que ha pasado en Madrid, Barcelona u otras ciudades. Galicia tiene su ecosistema político propio. Y, además, el hecho de que se unan fuerzas nacionalistas con no nacionalistas es muy importante. Pero sobre todo es importante el liderazgo ciudadano como en el caso de A Coruña. Los partidos han adoptado una posición diferente, se han puesto detrás, no han sido vanguardia; han apoyado, pero respetando. Ha sido muy útil esta generosidad y valentía que han tenido los partidos.

— ¿El siguiente paso será replicar el modelo para las próximas elecciones autonómicas en Galicia? Los partidos allí parecen ya predispuestos a ello, por las últimas declaraciones realizadas.

"Tenemos que seguir como lo hemos hecho, sin que nadie intente capitalizar nuestra iniciativa"

— Desde la Marea Atlántica siempre hemos dicho lo mismo, antes y después de las elecciones. Decíamos que si salía bien la Marea, y creo que ha salido razonablemente bien, el camino a seguir tenía que ser éste, el de la unidad, la confluencia y el liderazgo ciudadano. La unidad es muy importante, pero el liderazgo ciudadano es esencial. Lo respiramos en la semana de campaña y lo seguimos respirando después de las elecciones. La gente en A Coruña nos ha visto como los suyos. Eso es muy importante. Hay que seguir por aquí en otros procesos electorales. Con calma, algo que tiene que ser cocinado a fuego lento; relativo por los tiempos que hay. Hay que seguir como lo hemos hecho, sin que nadie intente capitalizar la iniciativa.

— ¿Todos estos argumentos valen para las elecciones generales?

— Yo creo que sí, sin duda.

— Vistos los resultados, puede haber una polarización en una ciudad en la que mucha gente ha votado al PP también. Carmena dijo en la noche electoral que había que intentar seducir del cambio a las personas que no la habían votado. ¿Cómo se plantea esta cuestión la Marea Atlántica?

— Siempre hemos concebido la Marea Atlántica como un proyecto para la mayoría social. Evidentemente, hemos tenido cierto éxito en trasladar eso al electorado. Porque 37.000 votos en una ciudad como A Coruña es un voto muy transversal. No hemos tenido un voto de un reducto determinado, sino que ha sido transversal. No hemos llegado a todas las personas a las que podríamos haberlo hecho, supongo que por tiempo o desconocimiento de la marca o el proyecto. Tenemos que gobernar para las mayorías sociales, para ese 99%. En la medida en que lo hagamos bien y no renunciemos a esos valores que nos han traído hasta aquí, y seamos capaces de impulsar políticas que vayan dirigidas al bienestar de la mayor parte de la población, tenemos un espacio ahí que puede seguir creciendo.

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Xulio Ferreiro, de Marea Atlántica. / Facebook Marea Atlántica

— Al no ser finalmente la lista más votada necesitan el apoyo de otras fuerzas como PSOE o BNG. ¿Cómo están las conversaciones? ¿Habrá problema para formar Gobierno?

— Hemos iniciado los contactos. Ambas fuerzas han afirmado públicamente su apoyo a nuestra investidura, así que supongo que ese asunto no está en discusión. Cualquier lectura medianamente objetiva del resultado de las elecciones indica que el PP ha perdido estrepitosamente. Porque las políticas que se presentaban como del cambio, o como impugnación a las políticas del PP, han obtenido 17 concejales frente a los 10 del PP. Es el análisis en bruto más sensato. No debería haber ningún problema para la investidura. Es evidente que el PSOE va a recibir presiones como las ha recibido en Madrid, por ejemplo. Es al PSOE al que le toca decidir si quiere apoyar una iniciativa realmente de cambio, como nosotros, y colaborar para que las políticas que proponemos, que no son tan diferentes, se apliquen en la práctica, o si quieren colaborar por acción u omisión con las políticas de recortes y de corrupción del PP. No olvidemos que la corrupción en A Coruña ha sido un elemento determinante en estas elecciones.

— El BNG se quedó fuera de la Marea Atlántica y de otras candidaturas similares. ¿Esperan que puedan reconsiderar su participación en este tipo de candidaturas de unidad? ¿Tienen cabida?

"Cualquiera que se quiera sumar a un movimiento de unidad popular tiene las puertas abiertas siempre y cuando respete los criterios"

— Obviamente, el BNG fue invitado al principio del proyecto. Decidieron tomar un camino diferente y presentarse bajo su fórmula. Centraron el discurso en el soberanismo, algo que es completamente legítimo. Cualquiera que se quiera sumar a un movimiento de unidad popular tiene las puertas abiertas siempre y cuando respete los criterios que nos han traído hasta aquí. Es decir, horizontalidad, no dirigismo, de ponerse detrás a empujar y no intentar liderar nada. Y aceptar la unidad con los movimientos sociales. Tenemos unos valores comunes, pero también un respeto a la diversidad. En estas líneas caben más actores políticos y sociales de los que hay actualmente en la confluencia.

— ¿Qué esperan encontrar al “levantar las alfombras del Ayuntamiento”?

— Esperamos encontrarnos poco o nada. Lo ideal sería encontrar pocas sorpresas desagradables. Confiemos en que sea así. En todo caso, lo que haremos es hacer público y transparente lo que encontremos. Aquí no vamos a tapar nada y hacer borrón y cuenta nueva. Lo que hay que hacer es auditar la situación actual y, ese informe, hacerlo público. De ahí, ponerlo en conocimiento a las autoridades competentes si es necesario, aunque espero que no lo sea.

— ¿Cuáles son las líneas de la Marea Atlántica para transformar la ciudad a corto y medio plazo?

— Los criterios con los que trabajamos son de metodologías de gobierno. Queremos hacer un Ayuntamiento participativo, transparente, donde todos los vecinos puedan colaborar. Esta es la primera línea, la radicalidad democrática. La segunda son las prioridades, que son atender las situaciones de emergencia social, pobreza y exclusión. Ahí vamos a trabajar. Son los dos principales ejes a trabajar durante los primeros meses y así está marcado en las 25 medidas urgentes que tenemos aprobadas para empezar al día siguiente de tomar posesión.

— Señalaba Ada Colau en un acto de campaña en Madrid junto a usted que había que crear una red de ciudades rebeldes. ¿Se va a seguir algún tipo de coordinación o comunicación entre candidaturas similares una vez pasadas las elecciones?

"Se abre una vía de colaboración donde están las dos ciudades más grandes del país y otras medianas"

— El camino que ya hemos seguido es de colaboración. Sin tener vínculos orgánicos ya hemos trabajado juntos. Hemos compartido códigos, experiencias, etc. Eso se ve tanto en el programa como en las metodologías. La idea es que ahora sigamos compartiendo camino y teniendo posiciones comunes en algunos aspectos. Obviamente, estas semanas está siendo difícil tener contacto por toda la vorágine electoral. Pero se abre una vía de colaboración donde están las dos ciudades más grandes del país y otras medianas. Hay que tejer redes y colaborar. Y ayudarnos mutuamente, porque sabemos que nos enfrentaremos a poderes fácticos que no quieren el bien común.

— ¿Cómo se articulará la relación entre la institución municipal y los movimientos sociales? ¿Hay riesgo de  que se abandone la calle al pasar activistas sociales a cargos públicos?

— Evidentemente es un riesgo que se descapitalicen los movimientos sociales, porque hay gente que estaba de ese lado y ahora va a estar del otro. La experiencia activa es necesaria ponerla ahora en valor dentro de la institución. Tenemos claro que Marea Atlántica es un proyecto que tiene que seguir también fuera de la institución. Seguiremos con las mareas y grupos de trabajo para que nos ayuden a gobernar desde fuera, que nos den cauces de participación y extensión. Dentro del Ayuntamiento también tiene que haber mecanismos de participación, como las Juntas de Distrito o los Consejos Municipales. Están previstos en la ley, pero no implementados. Hay que darle voz a los movimientos sociales a través de esas herramientas.

3 Comments
  1. Jandro1961 says

    Todo paja

  2. ARKAITZ says

    los seudo poderes facticos de la mafia criminal nazi gurteliana del ppgate opus dei deben ser ilegalizados e ingresado en el macro psiquiatrco pepero de la c/ genova 13 por el bien de la marca españa europa y de la humanidad

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