Sánchez y Rivera cierran un pacto con cinco reformas ficticias de la Constitución

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Pedro Sánchez y Albert Rviera, durante la firma del acuerdo de investidura y legislatura alcanzado entre sus dos partidos, hoy, en el Congreso. / Sergio Barrenechea (Efe)
Pedro Sánchez y Albert Rviera, durante la firma del acuerdo de investidura y legislatura alcanzado entre sus dos partidos, hoy, en el Congreso. / Sergio Barrenechea (Efe)

Viaje a la situación: ninguna de las cinco “reformas express” de la Constitución que anunció ayer el presidente de Ciudadanos (C's), Albert Rivera, como condición sine qua nom para apoyar la investidura del socialista Pedro Sánchez a la jefatura del Gobierno, requiere la modificación de la Constitución propiamente dicha. De ahí que el propio Sánchez, después de cuatro horas de meditación jurídica, aceptase sin dudar todas y cada una de ellas. El pacto ratificado esta mañana por las direcciones de ambos partidos y rubricado por ambos líderes en la Sala Constitucional del Congreso contiene 200 medidas de gobierno y el compromiso explícito de preservar la unidad de España con su diversidad. La regeneración, la preservación del estado social y la reforma laboral para acabar con la contratación a la carta y el despido gratis que implantó el PP son los grandes ejes del acuerdo.

Un antecedente: en 1996, el entonces honorable Jordi Pujol, apoyó la investidura de José María Aznar, a cambio, entre otras cosas, de la supresión del servicio militar obligatorio, un derecho y un deber de todos los españoles, consagrado en el 30.1 de la Carta Magna. El precepto sigue vigente, pero el “deber” quedó en suspenso, y en el año 2000 desapareció la mili obligatoria sin necesidad de reformar la Constitución.

Cinco consecuentes: las diputaciones provinciales existentes, cuya supresión reclama Ciudadanos y acepta el secretario general del PSOE, pueden seguir existiendo sobre el papel, aunque en la práctica sean sustituidas por comisiones de alcaldes, como ha propuesto Sánchez. Ese era el “principal escollo” para el acuerdo, según Rivera, sabedor de que las oligarquías de los “viejos partidos”, el PP en Galicia y Castilla y León, y el PSOE en Andalucía, se alimentan de estas entidades.

Si la modificación de la ley del régimen local bastaría para desactivar las diputaciones provinciales, la reforma del Reglamento de las Cortes Generales y de las correspondientes normas de los parlamentos autonómicos serían suficientes para suprimir el aforamiento de los diputados, senadores y parlamentarios autonómicos en delitos comunes. Y otro tanto ocurriría con la exigencia de C's de rebajar de 500.00 firmas a la mitad la iniciativa legislativa popular. Al menos así lo entiende la portavoz socialista en la Comisión del Reglamento, Irene Lozano.

La cuarta exigencia de C's, referida a la independencia del Poder Judicial y la elección del Consejo rector del tercer poder del Estado, que quedará reducido a diez miembros, tampoco requiere la modificación de la Carta Magna, sino, únicamente, la enésima reforma de la manoseada ley orgánica del CGPJ. Y la quinta condición, la limitación del mandato del presidente del Gobierno a ocho años, ni siquiera está en la Constitución y bastaría con añadir ese precepto a la llamada ley de de transparencia y buen gobierno.

Así las cosas, con otros postulados de C's, como la supresión del Senado, definitivamente aparcados, queda clara la voluntad de acuerdo con el PSOE para formar un Gobierno de “centro reformista” que, por cierto, fue lo que dijo Aznar en 1996 tras salir investido presidente. Tanto Sánchez como Rivera son conscientes de que ninguna modificación constitucional de las propuestas será posible sin el concurso del PP, que ostenta más de un tercio del Congreso (117 votos) y, por tanto, la “minoría de bloqueo”, además de la mayoría absoluta del Senado.

Si en términos jurídicos los expertos consultados coinciden en que las reformas constitucionales -incluida la modificación electoral- no son estrictamente necesarias para lograr los objetivos planteados por C's, en materia política tienen una gran importancia porque reflejan el acuerdo del PSOE con la nueva formación naranja del centro liberal. La letra pequeña del pacto que analizó hoy la Ejecutiva del PSOE mantiene el compromiso con la reducción del déficit público exigida por la UE, la reforma del Estatuto de los Trabajadores y la abstención de incrementar los impuestos a la clase media trabajadora.

Esos serán los parámetros que la dirección del PSOE someterá a consulta de la militancia, a la que preguntará el próximo fin de semana, a través de Internet, si está de acuerdo o no con estos preceptos que permitirían un gobierno de coalición con C's o si prefiere otros más avanzados, como postula Podemos y las formaciones a la izquierda del partido, con las que siguen negociando. El paso de la geometría de Euclides (-3000 c.) a la fractal de Mandelbrot (1950 c.) nos enseñó que la naturaleza raramente se expresa de manera simétrica. La tierra está llena de baches, hoyos, hendiduras, irregularidades caóticas. Sin embargo, Mandelbrot demostró la existencia de un orden bajo la superficie.

En esa teoría confían los negociadores del PSOE cuando piden a Podemos que si no quiere sumar, no reste y acepte las reformas sociales posibles y necesarias y el fortalecimiento del estado del bienestar. Ahora le corresponde a Pablo Iglesias mover ficha y decidir entre la abstención positiva o el voto contrario a Sánchez, con la consiguiente coincidencia con el PP, cuyo líder, Mariano Rajoy, manifestó antes de que se conocieran las medidas acordadas que el pacto "no sirve para nada: no es de investidura ni de gobierno".

Ribera destacó en su posterior comparecencia algunos aspectos del pacto que recoge, dijo, "el 80% de nuestro programa". Citó el compromiso del PSOE de no incorporar a sus listas electorales a personas investigadas (imputadas) por corrupción y a cesar a los que se hallaren en esa situación, caso de su dirigente en Galicia. También remarcó la reforma del Senado. Aunque pedía su supresión, el compromiso final es reducirlo a cien miembros. Pero sobre todo amplificó el coraje de su grupo: "Podíamos habernos quedado en un rincón con nuestros 40 diputados diciendo no a todo, pero consideramos que era nuestro deber negociar las reformas necesarias para el futuro de nuestro país, y por eso hemos trabajado en estos dos meses", dijo al tiempo que evocó a Adolfo Suárez, protagonista principal de la Transición, del que recordó la frase: "Hay que hacer normal en las instituciones lo que es normal en la calle".

Con evidente satisfacción, el socialista Pedro Sánchez destacó los aspectos progresistas del documento y mantuvo la mano tendida a la incorporación de otras fuerzas políticas con las que esperan cerrar pactos complementarios. Sánchez evitó hablar de la composición del futuro gobierno si logra la investidura, aunque no negó el entendimiento de fondo con Rivera para que C's forme parte del Ejecutivo. Los socialistas siguen negociando con las formaciones de izquierda: Compromís, UP-IU y Podemos para sumar más votos favorables que contrarios en la segunda votación de la investidura, que tendrá lugar el viernes, 4 de marzo. En todo caso, Sánchez manifestó que el pacto con C's es de legislatura y se mantendrá hasta el final.

8 Comments
  1. Piedra says

    Iglesias debería arañar algo para la izquierda, abstenerse y evitar unas nuevas elecciones que llevarían a Podemos de la remontada a la desmontada. Menos figurines y predicadores de plató y más dedos de frente serían menester.

  2. matusalen says

    Otros q echan sapos y culebras x la boca son losantos y cia…. sobre el acuerdo psoe y cs….

  3. benicadell says

    «Un antecedente: en 1996, el entonces honorable Jordi Pujol, apoyó la investidura de José María Aznar, a cambio, entre otras cosas, de la supresión del servicio militar obligatorio, un derecho y un deber de todos los españoles» y en Valencia creo la Academia Valenciana de la Lengua para catalanizar a los valencianos http://elpais.com/diario/2004/11/10/cvalenciana/1100117884_850215.html

  4. Coyote49 says

    Para arañar algo para la izquierda y abstenerse queda tiempo hasta el mes de Mayo.
    Ahora lo que toca es castigar con el NO este acuerdo de derechas, y mientras tanto que se vayan bajando los humos de PSOE-C´s.

  5. eleusipo says

    DESAPARICIÓN DE LOS PARTIDOS POLÍTCIOS – CONCLUSIÓN, SÍNTESIS (Con respeto para las personas)… ; por tanto – y aunque todavía esté esbozándose – efectuadas las elecciones, los electos accederían al Congreso a título personal, hecho por el cual no habría grupos diversos sino unidad entre congresistas y con libertad plena para regir y dirimir su voz y voto en todo momento; no creo que sea pedir ni esperar demasiado porque, sencillamente, es lo que cabe esperar que ocurra y, por tanto, y de forma ineludible – antes o después – nos corresponderá asumirlo y hacerlo posible porque, sencillamente, confiamos en que sea un método francamente con una civilidad implícita muy superior en relación con las élites de los partidos o grupos políticos tal y como los hemos conocido y los estamos conociendo aún. Saludos.

  6. Piedra says

    Vale, Eleusipio, y así siempre ganarían los ricos o, «los de mejor condición», como dice Rajoy.

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