Felipe VI da por superada la crisis y pide "consenso" y "unidad" frente al separatismo

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Mensaje de Navidad del rey Felipe VI
Felipe VI, durante su Mensaje de Navidad, que este año ha tenido como escenario su despacho del Palacio de la Zarzuela. / Casa del Rey

El rey Felipe VI nos ha felicitado las fiestas diciendo que la recuperación económica es un hecho y que hemos superado la compleja situación política. En su Mensaje de Navidad ha pedido “respeto” hacia las normas de convivencia y ha considerado inadmisibles “las actitudes y comportamientos que ignoren o desprecien los derechos que tienen y que comparten todos los españoles para la organización de la vida en común”, en una clara alusión a los nacionalistas que apuestan por la secesión de Cataluña, a los que no ha mencionado expresamente.

El Rey ha iniciado su discurso navideño, de doce minutos y medio de duración, con un recuerdo especial para las familias que han sufrido las últimas inundaciones y un elogio de las familias, los trabajadores, los emprendedores y los solidarios porque lo superamos todo. Somos estupendos. Ha aprovechado el significado de la palabra “navidad” (nacimiento) para decirnos que tengamos “fe en el futuro”. Lógico. Y a continuación ha evocado los sentimientos personales y colectivos de afecto, amistad y fraternidad, creados a través de nuestra convivencia y del patrimonio común que compartimos. “Un patrimonio –ha dicho-- que merece el cuidado de todos y que todos debemos ayudar a proteger como lo mejor que tenemos y somos; como lo mejor de lo que nos une”.

Fue su primera y velada alusión a los separatistas, a los que dedicó una “reflexión” más extensa y contundente en el apartado político de su monólogo. Para empezar, pidió “diálogo y consenso”. Tras señalar que “hemos superado una compleja situación política”, consideró “importante” que la sociedad haya recuperado serenidad y que los ciudadanos puedan tener la tranquilidad necesaria para poder llevar a cabo sus proyectos de vida. “Como igualmente es esencial, de cara al futuro, que el diálogo y el entendimiento entre los grupos políticos permita preservar e impulsar los consensos básicos para el mejor funcionamiento de nuestra sociedad”.

Insistió en “la necesidad de que cuidemos y mejoremos en todo momento nuestra convivencia. Y la convivencia exige siempre, y ante todo, respeto. Respeto y consideración a los demás, a los mayores, entre hombres y mujeres, en los colegios, en el ámbito laboral; respeto al entorno natural que compartimos y que nos sustenta. Respeto y consideración también a las ideas distintas a las nuestras. La intolerancia y la exclusión, la negación del otro o el desprecio al valor de la opinión ajena, no pueden caber en la España de hoy”.

Y a renglón seguido afirmó que “tampoco son admisibles ni actitudes ni comportamientos que ignoren o desprecien los derechos que tienen y que comparten todos los españoles para la organización de la vida en común. Vulnerar las normas que garantizan nuestra democracia y libertad solo lleva, primero, a tensiones y enfrentamientos estériles que no resuelven nada y, luego, al empobrecimiento moral y material de la sociedad”. Y fundamentó su rechazo a los excluyentes y secesionistas (palabras que no empleó) diciendo que “el progreso, la modernización, el bienestar, requieren siempre de una convivencia democrática basada en el respeto a la Ley, en una voluntad decidida y leal de construir y no de destruir, de engrandecer y no de empequeñecer, de fortalecer y no de debilitar”.

El jefe del Estado consideró además que “ahora es el momento de pensar en la España que queremos para las próximas décadas, que será la de nuestros jóvenes de hoy, y de forjarla con solidez. Y para ello, debemos concentrar nuestras energías en mirar hacia el mundo que nos rodea, y darnos cuenta cabalmente de por dónde va”. Luego se refirió a los desafíos tecnológicos y a los grandes cambios en todos los órdenes de la vida y dedicó una reflexión especial al valor de la Educación, del que dependerá el ser o no ser de las nuevas generaciones.

En el apartado social y económico de su discurso, filmado en su despacho de trabajo en La Zarzuela y no en el lujoso Salón del Trono del Palacio Real, como el año pasado, el monarca se mostró esperanzado con la recuperación económica. “Es cierto –dijo-- que la crisis ha impuesto grandes sacrificios. Hoy, sin embargo, vivimos con la esperanza de la recuperación que ya hemos iniciado. Todos deseamos que esa recuperación se consolide, que nos permita además crear mucho más empleo y de calidad, y también corregir tanto las desigualdades derivadas de una crisis tan profunda como la que hemos vivido, como fortalecer, en general, nuestra cohesión social, que es una garantía para asegurar la estabilidad y el equilibrio de nuestra sociedad”.

Y algo más añadió: “Es muy importante para todos que muchas familias puedan recuperar su nivel de vida y que nuestros jóvenes puedan tener oportunidades de futuro, de ilusión, de confianza; que sobre todo las personas más desfavorecidas o más vulnerables tengan la certeza de que no se quedarán en la soledad del camino que España tiene que recorrer en el siglo XXI”.

Felipe VI concluyó su felicitación navideña con un llamamiento a la unidad y la solidaridad. “Creo en una España consciente, solidaria, firme en sus valores, alejada del pesimismo, de la desilusión o el desencanto”, dijo antes de manifestar su confianza en “una España decidida a superar las dificultades que, aunque grandes, son también vencibles”.

“No tengo duda –añadió-- de que seremos capaces de superar (las dificultades) si entendemos que ya no vivimos tiempos para encerrarnos en nosotros mismos, sino para abrirnos al mundo; si tenemos claro que tampoco son tiempos para fracturas, para divisiones internas, sino para poner el acento en aquello que nos une, construyendo sobre nuestra diversidad; son tiempos para profundizar en una España de brazos abiertos y manos tendidas, donde nadie agite viejos rencores o abra heridas cerradas. Tiempos, en fin, en los que tenemos motivos y razones más que poderosas para la unión, para trabajar todos juntos, desde cualquier lugar de nuestro gran país, con ilusión, con ideales y con proyectos para la mejor España. Así lo siento y así lo creo”.

El monarca, que vestía un traje gris marengo, con camisa blanca y corbata de tonos rosas, deseó felices fiestas en todas las lenguas oficiales del Estado. En su despacho habitual se veían las banderas de España y de la UE. Sobre su mesa había dos fotografías familiares y objetos de escritorio. Y en las estanterías había libros y fotografías institucionales y personales, entre ellas la de su proclamación el 19 de junio de hace tres años y la de sus padres el día de la boda de la infanta Elena en Sevilla. Mientras sonaba el himno nacional que dio paso a la alocución se proyectaron cinco instantáneas de este año, comenzando por la apertura solemne de la legislatura y terminando con la felicitación navideña de la Familia Real con la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía.

Mensaje de Navidad íntegro. / CasaRealTV
2 Comments
  1. Antonio Ordóñez says

    Pues que bien, hemos superado todos nuestros problemas, pobreza,paro, corrupción etc…… ya sólo nos queda el separatismo catalán, pero tranquilos que Rajoy está en ello.

  2. ramón says

    eL MUÑEQUITO borbon vive en su particular burbuja de opulencia y no se ha enterado de que el 21 por ciento de la población laboralespañola esta en paro,de que el smi es el mas miserable de EuroPA oCcidental y que hay millones de pensiones de miseria,pero claro todas esas noticias a este multimillonario se la sudan,su corrupta e insolidaria familia han encontrado el chollo de su vida viviendo a costa del erario público sin dar un palo al agua y es que la figura del muñequito Borbon es mas inutil que nunca,ni puede dar ejemplo de moralidad ni austeridad pública ni es arbitro de nada,de hecho,creo que Cataluñaserá pronto independiente y la clase politica española se quedará con un palmo de narices,lo unico que le pediria al Borbón es que como minimo se escribiese sus vacios y topicos discursos llenos de mentiras,porque EL preparao-asi nos lo han hecho creer-ni siquiera es capaz de escribirse sus insulsos discursos,no vi el discurso,como tampoco veia los de su antecesor,la monarquia española es un reducto antidemocrata y clasista que deberia haber dejado de existir hace decadas,como minimo los ciudadanos deberiamos haber sido consultados en referendum si seguimos con la cara,opaca,corrupta,insolidaria e inutilmonarquia o damos paso a la ll republica española….yo voto por ella

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