TRIBUNA

Mujeres africanas, afrodescendientes y afroespañolas

  • "Hoy, 25 de julio, se conmemora el Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente, también conocido como Día de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora"
  • "Este día tiene la finalidad de celebrar, conmemorar y fortalecer la lucha contra el racismo y el machismo, buscando eliminar los prejuicios y la discriminación estructural e histórica"

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Rita Bosaho, directora general para la Igualdad de Trato y Diversidad Étnico Racial

Hoy, 25 de julio, se conmemora el Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente, también conocido como Día de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora. Esta fecha fue elegida para recordar el primer congreso en el que se reunieron, en 1992 en la República Dominicana, más de 400 mujeres afrodescendientes, provenientes de 32 países de América Latina y del Caribe. Este día tiene la finalidad de celebrar, conmemorar y fortalecer la lucha contra el racismo y el machismo, buscando eliminar los prejuicios y la discriminación estructural e histórica, a partir del fomento de la participación política de las mujeres afrodescendientes en la vida pública y en la toma de decisiones en distintos ámbitos de la comunidad y la sociedad. Asimismo, se llama a la incidencia política como forma de presionar a los gobiernos para que lleven a cabo políticas públicas y medidas que garanticen los derechos de las mujeres afrodescendientes.

Días después, el día 31 de julio, se conmemora el Día de la Mujer Africana, instituido en 1962 durante la Conferencia de Mujeres Africanas en Tanzania. Desde la plataforma Afro-Up explican que en la misma conferencia también fue creado un espacio relacionado con el feminismo, la Organización Panafricana de las Mujeres, con la finalidad de discutir el papel femenino en la liberación del continente africano, en la reconstrucción de África, en la lucha contra el SIDA, en el fomento de la educación o en el reforzamiento de los procesos de paz y democráticos que se estaban dando en el continente.

La unión de estas dos fechas supone un intento de unir conmemoraciones que buscan visibilizar realidades enormemente heterogéneas pero, que en sí, tienen un objetivo común: reivindicar los derechos de las mujeres africanas y afrodescendientes. Dicho objetivo también encuentra un contexto de acción, a nivel internacional, en la resolución 68/237 promulgada por la Asamblea General de la ONU, por la cual se establece el periodo 2015- 2024, como el marco donde se desarrollará el Decenio Internacional para los Afrodescendientes, con el propósito de fortalecer la cooperación nacional, regional e internacional en relación con el pleno disfrute de los derechos sociales, culturales, civiles, económicos y políticos de las personas de ascendencia africana, y su plena e igualitaria participación en todos los aspectos de la sociedad. El Decenio hace especial énfasis en la necesidad de garantizar los derechos de las mujeres afrodescendientes. Este marco internacional nos abre una oportunidad para cambiar una historia mal contada y para instar a los gobiernos a escuchar, reconocer y reparar las historias de los pueblos afrodescendientes y sus impactos en la actualidad.

Ahora bien, qué es la mujer afrodescendiente, qué implica ser mujer negra, cómo se construye la identidad afroespañola de las mujeres son cuestionamientos que no surgen desde el lenguaje mismo sino desde los procesos históricos en los que transitamos mujeres que por nuestro legado diaspórico, de colonización, de racialización y de explotación venimos a ampliar la política para transformar la sociedad en la que vivimos, una sociedad diversa, fruto del movimiento y de la resistencia de los pueblos afrodescendientes. Se es mujer negra porque se es hija de la historia, no por elección. No elegimos, no buscamos identificarnos sin más, es la forma en la que construimos nuestros relatos y nuestras historias, tan negadas, invisibilizadas y deslegitimadas, es la manera de hacer política desde el territorio que habitamos, España, y nuestro cuerpo de mujer negra, ambos territorios son nuestros espacios de lucha y construcción comunitaria.

Todos estos movimientos entorno a la afrodescendencia en España están en proceso de construcción y lo cierto es que hay mucha resistencia y negación a abrir debates, a cuestionar la historia y ampliar la mirada. No es fácil dialogar en espacios privados y públicos sobre la cuestión racial en su relación con el género, ni debatir sobre la estructura y el proceso de racialización ligado a la colonización y a la esclavitud. Los feminismos nos enseñaron que lo que no se nombra no existe, y nosotras estamos trabajando en colectivo y desde nuestros espacios por hacer de la lucha feminista y de nuestra sociedad, un abanico de posibilidades inmensas de reconstruirnos, de repensarnos, de encontrar otros puntos múltiples de partida. Negar la intersección de la raza y el género, es negarnos a nosotras y a nuestra historia, es negar a nuestras ancestras, muchas de las cuales fueron esclavizadas, colonizadas y explotadas por este sistema económico que Cedric Robinson acertó en llamar: Capitalismo Racial. No sabemos cuál es la forma de caminar desde todas las lenguas, los territorios, las historias pero sí sabemos que debemos hacerlo, y tenemos que crear la suficiente autonomía y reconocimiento de la otra para empezar a dialogar la transformación.

Nuestro país se encuentra ante un momento histórico, donde el tejido asociativo de mujeres negras, africanas, afrodescendientes y afroespañolas, está desarrollándose con muchísima fuerza. Ellas mueven a la sociedad y nos advierten de que no van a permitir que se siga invisibilizando sus discursos y prácticas políticas, que la defensa de los derechos de las mujeres afrodescendientes es un ejercicio de ampliación de derechos que fortalece nuestra democracia, y que las políticas públicas deben pensarse siempre desde un enfoque interseccional para que nuestras realidades sean tenidas en cuenta. En este sentido, las mujeres negras, están moviendo toda la sociedad, pues, como decía Angela Davis, "cuando la mujer negra se mueve, toda la estructura de la sociedad se mueve con ella".

Como sociedad nos toca re.dirigir nuestra mirada, nuestro compromiso político entorno al movimiento “Black Lives Matters”, debe concretarse en el apoyo a aquellos espacios comunitarios africanos, afrodescendientes, negros y afroespañoles, que se están desarrollando en nuestra cotidianidad, en nuestro país, desde allí nos están diciendo que las vidas de las mujeres negras importan, que las vidas de las mujeres trans negras importan, que las vidas negras importan. Desde la Dirección General para la Igualdad de Trato y Diversidad Étnico racial ya estamos re-dirigiendo nuestra mirada, intentamos caminar en el sentido que nos señalan los afro-feminismos que se están desarrollando en España.

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