El poder de las mujeres

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Cabecera de la manifestación celebrada el sábado en Madrid entre Atocha y la plaza de Neptuno contra la reforma del aborto planeada por el Partido Popular. / Chema Moya (Efe)
Cabecera de la manifestación celebrada el sábado en Madrid entre Atocha y la plaza de Neptuno contra la reforma del aborto planeada por el Partido Popular. / Chema Moya (Efe)

El 1 de febrero llegó y se fue. Sin embargo, para miles de mujeres este día quedará marcado como una fecha histórica. Nunca antes las reivindicaciones de las mujeres habían tenido tal éxito de convocatoria por mucho que, remontándonos a los primeros ochenta, se puede recordar una manifestación similar.

Este triunfo se puede medir por el número, importantísimo, de asistentes. Muchísimas mujeres, muchos hombres. Luchadoras por la libertad, vindicadoras del aborto en los 70, en los 80. Mucha más menopausia que adolescencia. Y una juventud, en la manifestación, que tenía aire a madurez. Pero esto no da ni quita el carácter histórico a este día: el 1F puede ser el principio de una nueva etapa en la lucha por los derechos reproductivos, por el derecho a decidir y, también, por el derecho a la igualdad, a la real, esa que aún no había llegado cuando el gobierno empezó su política regresiva en el ámbito social.

El éxito de la convocatoria se mide, sin duda, en el hecho de habernos situado, las mujeres, como sujeto político. Justo lo contrario de lo que pretende el gobierno. Las mujeres, el derecho a decidir sobre el cuerpo y la maternidad ha estado los últimos días en el centro de la política, de la información, sin amarillismo ni victimismo. Alentando el debate, las mujeres han participado en él sin intermediarios. Porque en esta lucha, que encabezan las mujeres feministas, los demás –los partidos, los sindicatos, los otros movimientos sociales- acompañan. Y como hasta para ser acompañantes hay que saber estar, no está de más recordar que cuando se está en exceso, se corre el riesgo de asfixiar, y cuando se está en defecto, el riesgo es de abandono. Y si bien en la manifestación hubo corrección, en la asamblea posterior se visibilizó el exceso y el defecto. Y sí, esto está referido al PSOE, a IU y a otros partidos y movimientos que apoyan la lucha de las mujeres: ni tanto, ni tan poco.

No puede haber más protagonismos, no hay espacio para intermediarios. Las mujeres hemos salido a la calle para reivindicar nuestra mayoría de edad, nuestra capacidad de decidir, y nuestra voz. Porque lo que las mujeres hemos alentado en las calles de Madrid es una de las premisas del feminismo: lo personal es político. Nada tan personal como el derecho a decidir cada una, si quiere ser madre o no, en qué momento. Y nada tan político.

El reto ahora está en no morir de éxito. En articular las estrategias que mantengan el pulso a los ataques del patriarcado, de la religión y de sus sicarios en el gobierno. Del 1F salen reforzadas las asociaciones que han apoyado esta convocatoria, y más que ninguna sus promotoras de Les Comadres, aquellas que nacieron porque ya que “no nos dejaban parlamentar, decidimos compadrear”, como recordaba María José Capellín, una de sus fundadoras. Les Comadres hicieron lo que quizás no habían esperado: despertar a un número ingente de mujeres de cierto letargo; demostrar que con el feminismo como bandera, es obligatorio gritar “Sí se puede”.

El desafío está en ver que no se ha ganado ninguna batalla, sólo se ha indicado la disposición a batallar. Por el derecho al aborto, y por todos los derechos de las mujeres. Porque estamos en el punto de mira del gobierno español y de otros gobiernos reaccionarios europeos. Porque las mujeres europeas saben que si caen los derechos reproductivos en España, en muchos países pueden retroceder. Por eso han salido a la calle –el sábado se celebraron numerosas concentraciones en Francia (París, Estrasburgo, Nantes, Burdeos, Toulouse…), Gran Bretaña (Londres y Edimburgo), Italia (Roma, Florencia, Bolonia, Milán…), Portugal (Lisboa), Alemania (Hannover)…,  que se suman a la realizada el miércoles 29 en Bruselas-. Y se siguen convocando concentraciones para los días 8 (Dublín, Ámsterdam, Lisboa y otras ciudades portuguesas) y 14 de febrero (Viena)… Y las mujeres latinoamericanas siguen reivindicando, en sus países, legislación que despenalice y regule la interrupción voluntaria del embarazo no en supuestos, sino en plazos.

Desde el feminismo habrá que continuar tejiendo redes para que esta marea no sea una marea viva, que sube arrasando y cuando baja la resaca arrastra todo lo que encuentra. Y estamos en pleno temporal.

Mantener el pulso, dar fuerza a los grupos, elaborar, estar en los medios, seguir en la calle (el próximo sábado, en Madrid, una nueva manifestación), debatir. Crecer teniendo claro quién es el enemigo. Entrenar para una carrera de fondo. Ganar la batalla es cuestión de poder.

Y las mujeres tienen poder, y poderío.

(*) Berta Cao es consultora de género y Máster en Género y Políticas de Igualdad.
6 Comments
  1. Cristina Almeida Castro says

    Fue un día apoteósico que hizo parar la lluvia que nos auguraban. Jamás he sentido tanto orgullo colectivo y tanta paz en cada una de nosotras que sabíamos tenemos razón. Recuerdo tantas luchas pero admiro el compromiso diario de tantas mujeres y muchos hombres que salimos en paz pero con determinación a la calle. Gracias comadres por la iniciativa y gracias a todas por la solidaridad . !!! Si se puede !!! Y podremos . Besos Cristina Almeida

  2. benava says

    Después de la euforia de ayer nos queda la resaca del dia después. La repercusion en los medios de comunicación ha sido significativa, aunque sin la relevancia de dedicación, comparativamente hablando, con otras noticias, por ejemplo el fallecimiento de Luis aragonés…Nos enfrentamos a una dura lucha de sinsabores y debemos estar preparadas para descalificaciones, improperios…La unión la debemos forjar con el sustento de los derechos que nos acogen, sin partidismos ni argumentos aprendidos per se…hay que ir más allá, donde nos dicté nuestra propia convicción feminista que aboga por una libertad de elección desde la igualdad por encima de los conservadurismo de los partidos políticos. Enhorabuena Berta por tu artículo, ha despertado al deber político, que es en definitiva, ejemplo y compromiso. Gracias a las comadres de Gijón que han sido capaces de movilizarnos con el efecto dominó deseado. Sí podemos.

  3. juanjo says

    Es vergonzoso que una persona como Gallardón que parecía normal, no se le caiga la cara de vergüenza por semejante parida
    ..
    Pero peor es lo de los obispones y sus secuaces (y ya es hora de repetirlo sin cesar) que en nombre de sus aberrantes superstición se creen con derecho a legislar en todos los campos.
    ….

  4. Belleza says

    Acabo de visiónar el video en Youtube «EL REY DEL ABORTO» una pasada,,,,,,,

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