Trump y los huérfanos de la izquierda

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Jesús Cuadrado *

Jesús_CuadradoCuando Donald Trump firmó la orden presidencial que prohíbe la entrada a musulmanes en EEUU, se hizo evidente que un fascista ocupaba la Casa Blanca. Unido a otras decisiones similares, se demuestra que el “tonto” toma vida y está dispuesto a llegar muy  lejos. De momento, tras él, un ejército de fascistas confesos, desde el que quiere bombardear Teherán, al que pretende liquidar el euro, ha invadido los centros de poder de EEUU. Teniendo en cuenta que este presidente procede del mundo del espectáculo televisivo, tendremos circo diario, pero importa más saber de dónde salen estos tipos, por qué les votan, hasta dónde pueden llegar.

No hay que profundizar mucho para ver que éste, como otros que le precedieron, más los que andan locos por imitarle, copian el lenguaje de los electores irritados contra unos sistemas políticos cada vez más corrompidos. Hablan como si fueran indignados del 15-M o de Ocupa Wall Street. Así, Trump acusó en la campaña a Hillary Clinton y al candidato republicano Ted Cruz de “venderse a los bancos” o atacó al establishment, desde George Soros al G20, o a Goldman Sachs, como culpables del “empobrecimiento de los trabajadores”. Aunque, ahora, gracias a su decisión de eliminar las regulaciones bancarias aprobadas con la crisis, ha conseguido que ese gran banco, por ejemplo, mejore espectacularmente su cotización. Edmund Phelps, Nobel de Economía, ha llegado a afirmar que las injerencias en el mundo de los negocios del nuevo presidente recuerdan las políticas de la Alemania nazi o de la Italia fascista.

Más allá de la pirotecnia, ¿cómo analizar esto? Si se lee a Karl Polanyi, se entenderá que no es nada original: es sólo fascismo. Este admirado historiador economista escribió La Gran Transformación a mediados del siglo pasado y analizó los cambios de los años veinte y treinta. Sus conclusiones son inequívocas: sin cohesión social no hay democracia que resista. Lo que llevó a lo que él denomina “situaciones fascistas” fue el intento de organizar la economía mundial con base en la idea de unos mercados “que se autorregulan”. Su tesis del “arraigo” advierte sobre las catástrofes que se derivan de convertir a la sociedad en un simple “accesorio del mercado”. Los Trump de entonces y los de ahora no son extraterrestres, llegan de la mano de los adoradores del mercado libre, desregulado. Hoy, todos los que apuntan maneras, en Europa también, son peligrosos subproductos del neoliberalismo dominante. Lo uno lleva a lo otro. Además, de momento, las grandes fortunas ganan: casi el 50% de las bajadas de impuestos propuestos por Trump benefician al 1% más rico, según un estudio de Tax Policy Center. Fascistas, pero no tontos.

En la época del patrón oro, la que analiza Polanyi, los gobiernos restaron importancia a las reformas sociales y los intereses nacionales, porque se rindieron a las vinculaciones económicas internacionales. En las tres últimas décadas se ha repetido el modelo: la hiperglobalización no controlada ha convertido a los dirigentes políticos nacionales en peleles en manos de unos mercados que dinamitan la cohesión social.  En esas aguas, las de los daños colaterales del neoliberalismo, ha pescado Trump, como un tiburón que acude al olor de la sangre. En su obra ¿La globalización ha ido demasiado lejos?, el economista Dani Rodrik advertía hace años que, en ausencia de una respuesta gubernamental, un exceso de globalización agravaría las divisiones sociales, exacerbaría los problemas de distribución y minaría los “contratos” sociales en cada país. Ahora nos preguntamos hasta dónde llegará la inundación.

En el otro lado, el de las izquierdas, la responsabilidad es obvia: durante más de treinta años han sido incapaces de poner sobre la mesa una alternativa a esta política de subordinación de la sociedad a los mercados. Unos, las socialdemocracias dominantes, se han dedicado a imitar a los neoliberales, como Tony Blair o Felipe González, quien, en su primera visita a China, expresó la rendición con sinceridad impagable: “Gato negro, gato blanco, lo que importa es que cace ratones”. Entendido, maestro. Otros, creyendo que así pueden mantener el voto de trabajadores irritados, se ofrecen a hacer el trabajo sucio contra la inmigración, como se desprende de las declaraciones del izquierdista francés Jean-Luc Mélenchon o Sahra Wagenknecht, líder de la izquierda poscomunista alemana. Por no hablar de los que se dedican a zurrarse a cantazos en interminables asambleas sobre la nada. Entretanto, como vemos por todas partes, también en EEUU, el gato se cuela por la gatera. Por supuesto, esta vez el gato son los Trump, los Le Pen y compañía.

Si se estudian con atención los antecedentes históricos, se comprueba que lo que lleva al fascismo es una sociedad subyugada por mercados no regulados, que en un momento determinado se niegan a funcionar, y que lo que derrota al fascismo son instituciones democráticas fuertes (¡bien por el juez de EEUU James Robart!) y una opinión pública en guardia (¡gracias, Meryl Streep!). Conclusión: mejor parar, antes, a los fundamentalistas del mercado y así no tendrás que encontrarte con los fascistas, después, ya que los unos proceden en línea directa de los otros. Y, si no nos despistamos con los folclores locales, tipo bigotito y camisas pardas o azules, sabremos que el fascismo es una posibilidad política siempre latente y, como señala Polanyi, una reacción emocional casi instantánea en cada comunidad industrial. No tenemos unos criterios universalmente aceptados sobre qué es fascismo, por eso desconcierta tanto cuando se hace evidente, incluso hay resistencias a nombrarlo; como con las burbujas económicas, “esta vez es diferente”, se piensa.

Ahí están hoy los fascistas de “EEUU primero”, ocupando la Casa Blanca. En el país en el que la respuesta de unas instituciones sólidas, una opinión pública combativa, con un gran líder al frente, Franklin D. Roosevelt, y, especialmente, con un programa nacional, el New Deal, para salir del pozo en el que les metieron los de “los mercados eficientes”, pararon los pies al fascismo norteamericano que con tanta precisión describe el novelista Philip Roth en La conjura contra América. Entonces, sí; ahora habrá que esperar y ver cómo reaccionan  las instituciones y la sociedad americana.

En Europa, los fascistas proliferan por todas partes: “Francia primero”, “Reino Unido primero”, “Austria primero”, “La Padania, de Umberto Bossi, primero”, “La Cataluña, de Artur Mas, primero”. Y lo peor, sin alternativas creíbles frente a las políticas económicas que han dado alas a estos movimientos. Ahí siguen los guardianes ordoliberales del Bundesbank alemán, como si vivieran en otro mundo, centrados en una UE a su medida. Cuidado, que, frente a Trump, nadie debería tener más interés que  Alemania en una Europa unida y fuerte, es decir, otra Europa. Nadie se juega más que ellos, como les recuerda el exministro alemán Joschka Fischer.

¿España? Mariano Rajoy, sin oposición que le haga sombra en casa, se ofrece a Trump como su embajador para América Latina, emulando a su mentor Aznar que ya ejerció como tal para Bush, cuando lo de la guerra de Irak. Los de la Casa Blanca dicen que lo que le dijeron es que suba el presupuesto de Defensa. En fin, todo en orden.

(*) Jesús Cuadrado. Catedrático de Geografía de Enseñanza Secundaria. Militante y exdiputado del PSOE.
3 Comments
  1. Karlos says

    Más o menos. Mientras el mundo está cambiando contra la mayoría de la gente, las izquierdas españolas, TODAS, se dedican a chorradas.

  2. ramón says

    Casi totalmente de acuerdo al 1oo por cien con el comentario,digo casi porque Artur Mas no me parece un fascista,mas bien un neoliberal que se parapeta tras las banderas indpendentistas para tapar la corrupción de Convergencia-ahora Partit democrata Catala´-cuyo simbolo mas obsceno es la familia Pujol,ejemplo de que «lafamilia que roba unida permanece unida»,porlo demas que duda cabe que el ciclon Trump es portador de un populismoautoritario y neoliberal-me ralecuerda en sus modos aaquel sujeto que gobernaba Marbella,si hombre,aquel que ademas era presidente del Atletico de Madrid,un truhan redomado,prepotente ,maleducado,machista etc-Trump combina un lenguaje aparentemente antisistema-su discurso contra los bancos,wall street y la globalizaciñon-y una practica ultraneoliberal-bajada drastica de impuestos,desregulación de mercados financieros y laborales-todavia no entiendo como este sujeto pretende hacer la cuadratura del circulo,a saber proporcionar a los norteamericanos golpeados por la crisis-sobre todo esa clase obrera y media empobrecida,su principal base electoral,patriotas,religiosas,xenofobos y generalmente racistas-unos buenos salarios,que los reintegren de nuevo a una prospera clase media,mientras sus medidas apuntan a cercenar toda clase de derechos laborales,su apuesta por All American Only le puede granjear grandes simpatias entre estos sectores-de hecho,ese fue el granero de votos que lo aupo a la Casa Blanca-pero hundira mercados como el mexicano,provocando aun un mayor exodo de gentes de ese pais y de centroamerica,que llamaran a las puertas del coloso yanki,y ya sabemos que este esta empeñado en construir un enorme muro -muro que por cierto en muchos tramos ya esta edificado-que separe al coloso de laempobrecida America del Norte sur-Mexico-yde centroamerica,estoy totalmente de acuerdo en que mientras un sujeto tan peligroso como este-al que 35 especialistas en salud mental califican de desequilibrado emocional-esta al frente del imperio,la conservadora May alfrente de un racista y xenofobo RU que ha puesto en marcha en Brexit,hay tambores de extrema derecha en Francia,donde Marine Le Pen tiene posibilidades de llegar al exilio,tambores insistentes en Holanda y Alemania,nuestra unica izquierda ilusionante-PODEMOS-se dedica adirimir liderazgos y lo que antes era izquierda-PSOE-esta atado de pies y manos aun pacto de facto con laextrema derecha pprray el niño mimado delibex Ciudadanos,El nuevo emperador del planeta tiene evidentes pulsiones autoritarias,pero Estados Unidos ha demostrado durante su historia que las pulsiones autoritarias de algunos de sus mandatarios,jamas se han desbordado hasta el punto de devenir en regimenes dictatoriales,en mas de 200 años,jamas un dictador militar o civil ha gobernado en Washington,cierto que este bocazas maleducadoprepotente,machista,racista,xenofobo y patriotero tiene todos los numeros para ser definido como prototipo fascista,aun asi,la división de poderes es real en los Estados Unidos-no asi en una democracia tan de cartón piedra como la española-y el pueblo se ha movilizado raudo contra las primeras medidas arbitrarias de este aspirante a dictador y de hecho se ha conseguido frenar las expulsiones de ciudadanos de siete paises musulmanes-curiosamente no este Arabia Saudita entre ellos,la cuna de la fanatica doctrina wahabista-Trump ha demostrado tambien su inquina contra la prensa libre,pero dudo que se atreva a ir de frente contra este,en España,el regimen de extrema derecha Marianista tiene sometida a practicamente toda la prensa y ay del que se le desmande por la izquierda que sabe que nada bueno le puede esperary ya se sabe que fuera del pesebre hace mucho frio,por cierto que la actitud de ese individuo con aspecto de anciano ultraconservador-que lo es-que habita la Moncloa respecto al emperador es la actitud obscena y servilo que caracteriza a los gobiernos españoles frente a los Usa,parece que todavia les dura el canguelo de 1898 y creen que si no se entregan al mas humillante y rancio servilismo,estan en peligro de que el emperador tome nota y les puedan ocurrir cosas terribles,acordemonos del ostracismo al que se sometio a ZP por la nimiedad de no saludar a la bandera usay la actitud maleducada y prepotente de aquel carnicero de naciones que fue-es,por desgracia-el cowboy texano Bush,uno de los peores presidentes de la historia delos Estados Unidos,el anciano de la Moncloa cree ademas que postrandose ante el emperador y ofreciendose como puente hacia la America Latina-aquellos paises ya son mayorcitos para hablar de igual a igual con los Estados Unidos con Europa China y en general todas las grandes potencias-quiza el emperador se acuerde las grandes constructoras españolas de cara al gran plan de infraestructuras que proyecta llevar a cabo en el continente yanki-porque USA es un autentico continente por dimensiones geograficas y humanas-pero me parece que pincha en hueso,de la misma manera que la actitud miserable de Aznar apoyando la carniceria de Irak no reporto a las empresas españolas ningún beneficio economico de cara a la reconstrucción de ese pais-de hecho los yankis no repartieron ni con sus primos british-y esta vez creo que ocurrira tres cuartos delo mismo

  3. javier manu says

    En realidad fueron los propios medios, por extraño que parezca, los que habían promocionado al principio de las primarias al candidato Trump, como manera de anular al enemigo no. 1 del establishment estadounidense, el candidato socialista Bernie Sanders, que fue el primero en denunciar el sesgo y manipulación de la mayoría de dichos medios. Una vez anulado Sanders, Trump se les fue de las manos. Nada menos que el director de la cadena CBS había dicho que Trump daba grandes audiencias, lo que representaba unos grandes beneficios empresariales, . Pero no fue Trump el que inició o se caracterizó por su denuncia de los medios. Fueron las izquierdas en EEUU las que documentaron la sistemática manipulación y sesgo de la realidad por tales medios. Fue la campaña de Bernie Sanders, por ejemplo, la que documentó las falsedades del Washington Post en su campaña de difamación de su candidatura.
    Dicho eso , paso a Polanyi .. él lo que demostró es nuestra obsoleta mentalidad de mercado y que la civilización debe encontrar otro modelo de pensamiento , y así dice que lo que tiene en común el fascismo , el comunismo y el New Deal es justamente el intento de revertir el proceso el porque las sociedades eran controladas por la economía fetichista de mercado e intentar instaurar la primacía de las estructuras políticas y SOCIALES sobre la esfera económica. En el siglo XIX genero una desestructuración tal que destrozo la sociedad y la cultura tradicional ..el proyecto liberal es utópico pero nunca puede ser realizado, la autorregulación del mercado es pura imaginación de ellos mismos, el libre mercado destruye la sociedad .
    Pero olvidemos que la recuperación americana de la crisis del 30 fue a través de una economía de guerra contra Japón y Alemania, potencias emergentes y el problema americano es el keynesianismo militar frente a china que no lo utiliza .
    El primer Hayek era un utópico del libre mercado luego en su coherencia paso a ser social darwinista spenceriano y a formular claramente que el capitalismo no era compatible con la democracia, por eso en el neoliberalismo , están en lado los del primer Hayek . los libertarios y en el otro el segundo los neocon ..que son intervencionistas y que ven claramente que el capitalismo no es democrático y si lo fuera se hunde…su globalización..

    La crítica del fascismo de Polanyi era al modelo nacional socialista, decía que destrozaba la tradición ética judeo cristiana , el abogaba por un socialismo ético dentro de esta tradición.. tiene además varios escritos sobre el fascismo.

    No podemos utilizarlo como insulto , a que bien a meter a Mas en ello..

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