Lo escrito, escrito está

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Luis Goytisolo *

Luis _GoytisoloCuando conocí a Ana María Matute me pareció muy guapa. Yo era entonces todavía un colegial y, ella, amiga de mis hermanos con los que participaba en diversas tertulias literarias de la Barcelona de la época. De ahí que propiamente no empezásemos a relacionarnos hasta años después, cuando publiqué Las afueras, y mi premio Biblioteca Breve coincidió con su Nadal por Primera memoria. Nos caímos bien de inmediato ya que además compartíamos gustos literarios, en especial la novela norteamericana: no ya Scott Fitzgerald o Faulkner sino también Carson McCullers y Truman Capote, autores escasamente conocidos en la España de la época.

En una ocasión compareció en casa acompañada de su marido, que convirtió la visita en una lectura. Es decir, sacó unos folios y empezó a leernos en voz alta la novela que él estaba escribiendo. Recuerdo que estaba ambientada en la Guerra Civil y que unos oficiales –no sabría decir exactamente de qué bando- se suicidaban arrojándose a un lago a galope tendido. También recuerdo la expresión de Ana María. Se divorciaron muy pocos años después.

A partir de entonces nuestra relación fue siempre excelente pero dispersa tanto en el tiempo como en el espacio. Ni siquiera su ingreso en la RAE cambió las cosas ya que a ella le resultaba cada vez más difícil animarse a viajar. Y sin embargo fue en el curso de un congreso de escritores celebrado en Sofía cuando nuestra Transición –al que también asistieron Cela, Guillermo Díaz Plaja y Juan Rulfo, entre muchos otros- cuando tuvimos ocasión de hablar con más calma y yo me di cuenta de que se hallaba al borde de la depresión; de hecho, tuvieron que pasar muchos años antes de que volviese a publicar algo.

Si por lo general, quienes empezamos a publicar novela o poesía en la década de los 50 fuimos precoces, ella fue la más precoz de todos. Una precocidad que la convierte, junto con Carmen Laforet y Cela, en la novelista más destacada de los años 40. Comienza entonces un periodo en el que el peso de las escritoras en relación al de los escritores adquirió una importancia que por desgracia no ha persistido: ella, Carmen Laforet, Carmen Martín Gaite, Elena Quiroga, algo más tarde Soledad Puértolas… Claro que lo escrito, escrito está.  Y Ana María Matute fue y seguirá siendo una de las grandes escritoras del siglo XX.

(*) Luis Goytisolo. Escritor y académico de la RAE. Premio Nacional de las Letras Españolas 2013. Su última obra publicada es Naturaleza de la novela (Anagrama, 2013).
4 Comments
  1. Y más says

    Muy bueno lo de suicidarse «lanzándose al galope tendido» a un lago. Menudo escritor que estaba hecho ese tarugo.

  2. Carlos G says

    Un maestro solo necesita cuatro pinceladas para dibujar un magnífico retrato. Descanse en paz la gran Ana María Matute.

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