El mal

6
aznar_rajoy_faes
Mariano Rajoy y José María Aznar en el Campus de verano de FAES. / Sergio Barrenechea (Efe)

Circulan por la red fotografías terribles del ex presidente José María Aznar. Terribles por mostrar a un hombre avinagrado, rabioso, consumido por el resentimiento. Las imágenes muestran a un ser superior venido a menos que no asume su situación, que no perdona cómo se ha ninguneado a su mujer, que necesita que cada cinco minutos alguien se arrodille ante él y le recuerde el gran estadista que es. “Espejito, espejito, ¿quién es el mejor presidente que ha tenido jamás este país de mediocres?”.

La imagen de José María Aznar y de Mariano Rajoy en un acto de FAES, mano a mano, rictus huraño del primero frente a la amplia sonrisa del segundo, resulta patética. Resume toda la hipocresía y el cinismo de un partido que se desangra. Solo unas horas antes de ese acto a dúo Aznar había criticado con dureza el trabajo y la actitud de Rajoy: “El PP tiene que ser reconstruido”, llegó a decir el hombre del bigote ralo y los abdominales on fire. “Si el electorado por tres veces ha dicho 'no quiero votar a este PP' y no se produce reconstitución alguna, no hay garantía de que a la cuarta no te digan otra vez que no, en las generales… el mensaje de 'nos vais a votar porque no tenéis más remedio' es inaceptable. Mucha gente no está dispuesta a que su voto se considere cautivo”.

Rajoy es un pusilánime. Aznar un resentido. Juntos de la mano, en el escenario de FAES, forman una pareja irrepetible de presidentes amojamados, de líderes sin chispa alguna. Grises, tristes, desgastados por la corrupción y la soberbia, demacrados por la mediocridad, consumidos por sus propios defectos y su incapacidad para la autocrítica. “El PSOE es títere de los radicales… El PP es la única garantía de certidumbre que tiene España”, asegura Rajoy ante la mirada rapaz de un Aznar despiadado, revanchista, amargado, desquiciado.

El tipo que nos engañó con las armas de destrucción masiva, y parece que también con la financiación de su partido, se ha propuesto representar el papel del mal. Del mal perdedor, un recuerdo aciago en nuestra historia reciente, y del mal compañero, capaz de menospreciar a su sucesor mientras exhibe músculo. Felipe González es la arrogancia, Zapatero la mediocridad, Rajoy la ausencia… Aznar podría muy bien ser recordado como ese mal del que hablaba el poeta inglés Wystan Hugh Auden, vulgar y siempre humano, que duerme en nuestra cama y come en nuestra mesa.

6 Comments
  1. De muestra un boton says

    Mister X de los GAl dando lecciones de democracia en Caracas y el carnicerito chapuerra tejano de irak estreñido y vigorésico. Zapatero con «toda su mediocridad» les da mil vueltas en honradez y respeto a los derechos humanos. Los dos primeros deberían pagar en los tribunales los crímenes que mandaron cometer a sus subordinados, el tercero pasará a la historia por ampliar los derechos civiles en España.

  2. Jorge Sánchez says

    ¿Y porqué no se menciona al rey?, ¿o es que tiene «coronita»?.

  3. Juanjo says

    Y unos mentirosos, con diferentes episodios sucios muy sucios tras ellos, que convendría repetir y repetir para que los españoles los tuvieran presentes.

    Respecto a Aznar, por ejemplo el caso de la construcción de Zamora y sus ramificaciones (que habrá prescrito, pero no se ha aclarado) y el ataque a Irak por aquello de las armas de destrucción masiva (cuántos miles y miles de muertos y cuantos sufrimientos habrá causado. Y ahí lo tenemos: Ingresando millones a espuertas y dando lecciones de honradez, probidad y gallardía
    ….
    En cuanto al Rajoy, que hasta su despacho se reparó con dinero negro, baste añadir que, cuando aún apenas se conocía una mínima parte de la enorme corrupción que le rodea, el periodista británico John Carlin, no dudó en manifestar que en su país hubiera dimitido y hasta estarían en la cárcel

  4. Oghaio says

    A mí me llamó la atención el gesto de Aznar cogiendo por el brazo a Rajoy para situarlo para la foto. «Aquí mando yo», decía su lenguaje corporal.
    El de Rajoy también era evidente, agachando la cabeza hacia adelante: «Lo que usted diga…»

  5. pilar del pozo says

    Aznar es además tonto y soberbio.
    Los Clinton españoles, hay que ser un gil para creérselo.
    El registrador ya hace caja hace muchos años y trampa para ello, lo que no está en el temario de oposiciones no existe.

Leave A Reply