En nombre de dios

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Momento de la cogida de Francisco Rivera durante una corrida en la Feria de San Lorenzo de Huesca. / J. Fuembuena (Efe)

El torero Francisco Rivera Ordóñez fue corneado en la plaza de toros de Huesca por el cuarto toro de la primera corrida de la Feria taurina oscense. “Llegó literalmente con las tripas fuera”, aseguró Enrique Crespo, el doctor que le atendió en el lugar de la tragedia. El torero, famoso por ser hermano del DJ Paquirrín, pronunció unas conmovedoras palabras para la historia antes de ser operado: “Viva la virgen del Rocío”.

Pero la cosa no quedó ahí. Tras operar al torero durante dos horas y media el doctor Crespo, galeno de la plaza, quiso sumarse en la orgía de pasión religiosa y, restándole importancia a su propio trabajo (restaurar una herida de 25 centímetros en el abdomen que había causado al diestro importantes daños en la cavidad abdominal, contundiendo la arteria iliaca, disecando también la aorta y afectando desde el colon a varios músculos de la zona peritoneal), dejó al paciente en manos de alguien sin titulación alguna: “Será Dios quien lo cure”. Ni qué decir tiene que ambas noticias, la del viva a la Virgen del Rocío y la del Dios sanador, están entre las más vistas de los últimos días.

Vivimos en el país de Paquirri junior. Del Dios curandero y los hurras a la virgen. De las cornadas de 25 centímetros con las tripas en la mano. De los informativos de televisión repitiendo una y otra vez las imágenes de la cogida. Del sol y las moscas. De los muertos en los encierros veraniegos. El país en el que el veterano periodista deportivo José María García comenta en la televisión pública, improvisada rueda de prensa callejera, el parte médico de Rivera Ordóñez junto a la familia del torero. Ortega Cano, matador recluso, se suma a la charla y opina por teléfono.

Mariano Rajoy y su cuadra de meapilas tradicionalistas no parecen capaces de sacarnos de esta. ¿Será Dios quien tenga que gobernarnos, quien acabe con el paro, quien denuncie la corrupción, quien luche contra la desigualdad, quien nos saque de la crisis? Eso parece, a juzgar por el interés de Moncloa en mantener al país sumergido en el oscurantismo religioso, en la brutalidad taurina, en la ignorancia cultural y educativa: subvenciones a los colegios que separan por sexo, la Religión puntúa para la media de las notas, el Padrenuestro y el sistema periódico situados al mismo nivel, la Iglesia Católica alimenta la cantera con ayuda del Gobierno… Y escuelas de tauromaquia, muchas escuelas de tauromaquia.

Las redes sociales se han visto inundadas con los comentarios de insensibilizados autitaurinos que piden más sangre en las plazas de toros. Sangre de torero. ABC recoge la situación: “El torero está siendo objetivo de la ira de los antitaurinos en Twitter… La cogida sufrida el lunes por el matador de toros ha levantado la ira de los antitaurinos, muchos de los cuales han deseado un final trágico al torero”. Pero es La Razón quien mejor refleja el espíritu del momento, "Bienvenidos a la barbarie antitaurina", ofreciendo una selección de tuits: "Con respecto a lo de Paquirri no os preocupéis, no sufre, es arte".

“¿Quién desearía la muerte de Rivera Ordóñez?”, se pregunta Antonio Lorca en la sección de Opinión del diario taurino, aunque progresista, El País. Y lanza algunas respuestas y una anécdota entrañable sobre un pollo campero, regalo de un ganadero a la cuadrilla de un torero, al que todos y cada uno de los miembros de tan valeroso grupo de conservacionistas avícolas se niega a dar pasaporte. ¡Blandengues! Y recoge un discurso de Curro Romero en una academia sevillana de Bellas Artes: “Entiendo el toreo como una caricia; como una armonía, una inspiración, una forma de expresar el sentimiento, como lo muestran el compositor con sus notas o el pintor con sus pinceles. Los toreros no somos matarifes; nuestro destino y nuestra voluntad es crear belleza”.

“¿Quién desearía la muerte de Rivera Ordóñez?”, se pregunta el periodista de El País. Pues cualquier ciudadano embrutecido y trastornado por esta política de desprecio a la cultura y la educación, de ensalzamiento de la tortura y la sangre. Hoy mismo, en horario infantil y en la televisión pública (18:00, La 1 de TVE), corrida de toros desde San Sebastián. En nombre de Dios. Y de la Virgen. Y de España toda, como debe ser. De las tradiciones, y la belleza y los pasodobles, y los sentimientos y las orejas y rabos, y la hombría, y las raíces de un país que es una fiesta. 

2 Comments
  1. qq says

    Amén, Jefe. Qué vergüenza de país (o, al menos, de esa parte del país; es injusto meternos a todos en el mismo saco). Sencillamente asqueroso.

    Por cierto, cuando vi el artículo de ‘El País’ que citas, tuve literalmente que frotarme los ojos para comprobar que, efectivamente, estaba leyendo ‘El País’. La deriva hacia ninguna parte del otrora diario progresista es otra señal más de esta vergüenza que cada vez es más sonrojante.

  2. Piedra says

    Yo no estoy contra los toros, no me han hecho nada malo; estoy en contra de los que los matan en los ruedos para forrarse y encima dicen que es arte.

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