En los Sanfermines, «el no sigue siendo no»

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Imagen de la campaña contra las agresiones sexistas del Ayuntamiento de Pamplona . / http://sanfermin.pamplona.es/
Imagen de la campaña contra las agresiones sexistas del Ayuntamiento de Pamplona.

En Pamplona, durante los Sanfermines de 2008, Nagore Laffage Casasola fue asesinada por José Diego Yllanes, quien no aceptó un NO por respuesta. El caso de Nagore dio visibilidad a una serie de violencias contra las mujeres, violencias machistas, que se producían en el marco de las fiestas populares, donde mujeres y hombres disfrutan, beben, celebran y juerguean en una apariencia de igualdad.

En estos últimos años, las fiestas de San Fermín han mostrado, imagen tras imagen, cómo las manos se alzan para tocar a las mujeres, para tocar sus pechos, para tocar su cuerpo desnudo o tapado. ¡Todo vale, estamos de fiesta! Todo vale, estamos con la guardia baja.

Este es el contexto en el que se enmarca la campaña 'Por unas fiestas libres de agresiones sexistas' con la que el Ayuntamiento de Pamplona, a través de la Concejalía de Igualdad y el Consejo Municipal de la Mujer, se suma a la propuesta del Instituto Navarro por la Igualdad (INAI/NBI), 'Y en fiestas… ¿qué?', una mirada puesta en la sensibilización de “la ciudadanía contra las agresiones sexuales y el acoso a las mujeres durante las fiestas locales”. Entre junio y septiembre de 2015 se presentaron en Navarra 21 denuncias por violencia sexual, de las que 17 correspondieron a mujeres de entre 14 y 30 años.

Cartel de la campaña Y en fiestas... ¿qué? ./ Instituto Navarro de la Familia e Igualdad
Cartel de la campaña Y en fiestas... ¿qué? . / Instituto Navarro de la Familia e Igualdad

La campaña para los Sanfermines 2016 contiene una guía informativa con contenidos sobre qué es la violencia sexista, que “puede tener diferentes formas: insultos, supuestos “piropos”, desprecios, humillaciones, celos, chantaje emocional, tocamientos, acoso sexual, golpes, violaciones, asesinato…., y es la violencia a través de la cual se construye el miedo en las mujeres”; con ejemplos de cómo se manifiesta esta violencia “cuando los desconocidos te tocan el culo en los bares, te dan la chapa, te agobian a pesar de que dijiste que te dejaran en paz”.

También encontramos propuestas para combatir la violencia sexista, reforzando actitudes de empoderamiento como “Sé dueña de tu propia vida. No limites tu vida, pon límites a lo que no te gusta.” Y con indicaciones sobre qué tipo de recursos personales hay que potenciar: “Una mujer tiene derecho a decidir lo que quiere y lo que no”; “ser plasta o baboso NO es ligar, es agredir”; o “camina con seguridad, cuanto más insegura vayas más vulnerable te verán. Ocupa tu espacio vital”.

La guía también hace un llamamiento a no permanecer impasible ante las agresiones sexuales, contra la tolerancia ante determinados comportamientos que no son consentidos por las dos partes, y no olvida incluir una serie de números de teléfono y direcciones de urgencia (emergencias, policía municipal, servicio de atención a víctimas del delito, servicio de atención jurídica a la mujer…). A partir de premisas que proclaman que “las fiestas son para que las disfrutemos todas las personas” y que “ni el uso ni el abuso de ninguna droga justifica una agresión”, por lo que “en las fiestas, también el NO sigue siendo NO”.

En unos días veremos el resultado, durante las fiestas del 7 julio, pero todo indica que en otros pueblos y ciudades será necesario que se inicien esta y otra iniciativas y procesos de sensibilización y atención ante las violencias, cada año más contundentes, que las jóvenes y las adultas, las mujeres que salen en fiestas, sufren en el uso y disfrute de su libertad.

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