Los parlamentarios republicanos muestran su rechazo al Rey en el Congreso

Los diputados republicanos expresaron su rechazo a la monarquía en la apertura solemne de la XII legislatura, que comenzó a las 12 de la mañana de este jueves, 17 de noviembre y ha terminado con el tradicional besamanos en el salón de Pasos Perdidos. Diego Cañamero, diputado de Unidos Podemos (UP) acudió con una camiseta negra con el letrero en el pecho: "Yo no voté a ningún rey". El senador de Izquierda Unida (IU) Iñaki Bernal, adscrito al grupo de UP desplegó una bandera republicana en la última fila del hemiciclo, con la leyenda: "III República". Los parlamentarios de la coalición que dirige Pablo Iglesias y los nacionalistas vascos y catalanes presentes se abstuvieron de aplaudir a Felipe VI de Borbón al entrar al hemiciclo con su esposa y sus dos hijas y al terminar su discurso. Los de ERC y EH-Bildu no asistieron a la sesión. En su Twitter, el dirigente de IU, Alberto Garzón, informó de que "todos han llevado símbolos republicanos más o menos visibles", lo que no es nada nuevo, ya que cuando Julio Anguita dirigió la formación de la izquierda transformadora no se aplaudía al Rey y se exhibían los símbolos de la República como aspiración a la democracia plena.

La sesión estuvo precedida de un desfile de la Guardia Real, la Guardia Civil y las compañías de honores del Ejército por la Carrera de San Jerónimo, ante el pórtico del Congreso, obra del escultor aragonés Ponciano Ponzano. A continuación, Felipe VI, la reina Letizia y sus dos hijas accedieron al templo de la democracia por la escalinata principal, adornada para la ocasión, y aguardaron en la sala de Isabel II a que los diputados, senadores, miembros del Gobierno y representantes de las altas instituciones del Estado ocuparan los sitios asignados. Los diputados de UP se encontraron con la sorpresa de que varios senadores del PP habían ocupado sus escaños. Iglesias protestó, pero muchos de sus compañeros se vieron relegados a la parte alta del hemiciclo, bajo las columnas que sostienen las tribunas de invitados.

El jefe de protocolo instruyó al Rey sobre la secuencia de la sesión mientras las infantas miraban los retratos ovales. La niña y princesa Leonor se entretuvo observando un retrato oval que le llamó la atención mientras sus padres y su hermana ya se dirigían hacia el pleno, acompañados de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, y del presidente del Senado, Pío García Escudero. Los diputados, puestos en píe, les acogieron con un prolongado aplauso. Los de UP no se incorporaron ni aplaudieron. Los nacionalistas vascos y catalanes se pusieron de píe pero no aplaudieron. Los socialistas dejaron de aplaudir después de unos segundos, pero los del PP y C's prolongaron su ovación.

Abrió Pastor la sesión con un discurso de los que llaman "de escalera", con un renglón para cada asunto: la pluralidad, la convivencia, la dignidad, la libertad --"la libertad, Sancho, es uno de los más preciados dones que a los hombres dieron los cielos", dijo parafraseando El Quijote-- y un párrafo para glosar la Constitución y la institucionalidad, sin olvidar una referencia a la erradicación de ETA y un recuerdo a las víctimas del terrorismo que suscitó los aplausos de la mayoría de las señorías. Los parlamentarios de UP no aplaudieron ni esa ni otras referencias ni la alocución en su conjunto.

Tampoco aplaudieron la alocución del Rey, quien al repetir la frase de Pastor de que "España es una gran nación", tuvo el detalle de añadir "con las aportaciones históricas" en referencia a la conjunción de "nacionalidades", recogidas en la Constitución. No fueron los únicos en abstenerse de refrendar sonoramente sus palabras, ya que los cinco diputados del PNV y los 8 catalanes del PDC tampoco aplaudieron. Los 9 de ERC y los dos de EH-Bildu ni siquiera asistieron a la sesión para mostrar su desacuerdo con la forma de Estado.

Todos los diputados de IU en el grupo de UP llevaban en la solapa y en la camisa pequeñas chapas con la bandera republicana, pero, como se ha dicho, el más explícito fue el senador navarro Bernal Lumbreras, quien exhibió una bandera republicana para expresar la aspiración a la tercera República. Los parlamentarios de UP tampoco hicieron cola para saludar al Rey y a su esposa e hijas en el largo besamanos que siguió a la sesión.

En su mensaje, Felipe de Borbón  pidió a sus señorías que estén a la altura de lo que los ciudadanos esperan de ellos y que forjen grandes acuerdos, actuando con "generosidad" y "responsabilidad". Se refirió a los más de 300 días de interinidad gubernamental diciendo que generaron "inquietud, malestar, desencanto" e incluso "distanciamiento" de la política en muchos ciudadanos, además de "preocupación" en el plano internacional". Y remarcó la exigencia del "compromiso de todos con el interés general para resolver los problemas de los ciudadanos". Elogió la Transición, pidió diálogo con Cataluña en el marco constitucional y deseó suerte al jefe del Gobierno, Mariano Rajoy.