El Ayuntamiento se reúne con el Patio Maravillas tras el nuevo desalojo

Esta mañana, a las 5:30 horas, el Patio Maravillas volvía a ser desalojado. Por segunda vez en menos de dos meses, los activistas de este centro social okupado, uno de los de más relevancia para los movimientos sociales de la capital, tenían que sacar sus materiales a la calle. "Han venido siete lecheras de la Policía Nacional, no nos han mostrado ni orden de desalojo ni nada", explica a cuartopoder.es una de las portavoces del centro, Mónica Hidalgo. Tras el desalojo, según confirman fuentes del Ayuntamiento de Madrid, "ha habido una reunión con representantes del Patio Maravillas, porque el Ayuntamiento se reúne con todo aquel que lo solicita". Además, desde el Consistorio presidido por Manuela Carmena, recuerdan: "El Ayuntamiento está trabajando para poner en marcha una política pública para dotar con espacios municipales vacíos a organizaciones y asociaciones ciudadanas para que puedan desarrollar sus actividades. Esta iniciativa todavía es un proyecto, todavía no ha cristalizado en nada porque no ha dado tiempo".

En la misma línea, reflexiona Hidalgo. "Habíamos empezado ya a mantener comunicaciones con el Ayuntamiento para la cesión de un espacio público, entendemos que las conversaciones se mantienen, pero tenemos que mirar qué estrategia seguir", relata esta portavoz del centro okupado, que aclara: "No teníamos ningún ofrecimiento en firme, pero habíamos entregado el dossier del proyecto, y se iba a buscar un espacio que tuviera las características apropiadas para el Patio". Desde el Patio Maravillas además informan que la orden de desalojo ha sido emitida por el Juzgado de Intrucción número 12 de Madrid. "Entendemos que, desde el día que ocupamos el edificio, la propiedad puso una denuncia en los juzgados, cuya tramitación ha ido mucho más rápida de lo que suele ir una denuncia por usurpación y han conseguido que en dos meses el juez haya ordenado un lanzamiento provisional, es una decisión judicial", declaran. "Han tenido la posibilidad de presionar al juzgado para que vaya más rápido de lo que suele ir una ejecución de este tipo, no nos han identificado, no nos han llamado a declarar, tampoco nos han dado la oportunidad de que nosotros pudiéramos hablar y explicarles qué hacíamos allí" prosiguen.

"El Ayuntamiento ha cambiado, pero los intereses privados y políticos de especulación siguen", sentencia Hidalgo. Cabe destacar que la empresa propietaria de este edificio de la calle Divino Pastor está relacionada con el opositor venezolano Henrique Capriles, según informan los okupas. "Es un holding de empresas que tienen intereses en la ciudad relacionados con la especulación y gentrificación. Han comprado varios edificios, no sabemos si en subastas tan oscuras como esta", dice, en relación con la compra del edificio desalojado por parte de este grupo empresarial. Los activistas decidirán hoy, en una asamblea, cuál será el camino que seguirá el proyecto a partir de ahora. Lo que tienen claro es que este no es el fin de la iniciativa. "El Patio va a seguir, eso está claro. No sabemos cómo, porque no nos esperábamos en absoluto este desalojo, pero igual que en las anteriores ocasiones, el Patio seguirá", asegura Hidalgo.

Esta ubicación en la calle Divino Pastor, en el céntrico barrio madrileño de Malasaña, era el tercer edificio en el que se establecía el proyecto. Y desde su nacimiento, en el año 2007, ha sido uno de los referentes madrileños para los movimientos sociales y políticos. El pasado enero, de hecho, una gran representación de partidos de izquierdas y activistas sociales de reconocido nombre, mostraban su apoyo al centro okupado, entonces situado en la calle Pez. La actual alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, los concejales de Ahora Madrid Inés Sabanés, Pablo Carmona o Nacho Murgui o el líder de Podemos en la Comunidad de Madrid, Luis Alegre, se dieron cita, entre otros, en aquel acto de apoyo al Patio Maravillas. Hoy ha acudido al desalojo el diputado de Podemos en la Asamblea de Madrid, Pablo Padilla, quien siempre ha mantenido una vinculación especial con este proyecto. Padilla ha intermediado entre los los activistas y los agentes de la Policía Nacional para que les permitieran sacar del edificio los materiales y luego ha colaborado en el transporte de los mismos. "Cada día nos despertamos con nuevos escándalos de corrupción que han llevado a Madrid a un modelo ineficaz y agotado, para esas personas no hay dispositivos policiales en las puertas de sus casas y pueden disfrutar de las vacaciones desde sus yates o chalets de la costa", comenta, indignado, el diputado autonómico a este periódico.

"Parece que un proyecto de este tipo, abierto la ciudadanía y que permanentemente tiene vías de diálogo con las distintas administraciones, les molesta mucho a algunos", prosigue Padilla, que recuerda que el edificio de Divino Pastor "era un edificio público, que se vendió a precio de saldo, ya que la actual propiedad lo adquirió por un precio mucho más barato del que salió en venta". "Ahora se devuelve a los actuales propietarios que lo tenían vacío y no se sabe qué función social pueden desarrollar con el edificio", cuestiona el representante. "Políticamente está claro que a quienes venden el país a trozos, a precio de saldo, les molesta que la ciudadanía dote de vida a los espacios que están destinados para la especulación", continúa el parlamentario, el cual considera que "el elemento central es que en Madrid sigue habiendo muchos edificios vacíos que pueden ser destinados para vivienda, por supuesto, pero también para que puedan ser utilizados por la ciudadanía para realizar actividades de diversa índole cultural, social, de ocio y de encuentro". "Algunos de los barrios de la ciudad carecen de las dotaciones necesarias", concluye.