
La realidad del ébola está descrita científicamente, es preocupante y en África Occidental está resultando devastadora; datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) elevan la cifra del número de muertos a 3.879 y a 8.033 los contagios confirmados.
Pero aquí, en España, en Europa, en este Occidente opulento y despreocupado, que se pasa el día mirándose el ombligo, viendo programas basura y partidos de fútbol en la televisión o escuchando carruseles interminables de chismorreos en la radio, no parece que haya proporción entre la realidad y la que se está montando con el primer caso declarado de ébola. Es más, ni España ni Europa, hasta ahora, se han preocupado demasiado del ébola, acudiendo en auxilio sanitario, científico y económico, por ejemplo, de Liberia, Ghana o Sierra Leona, que, ¡estos sí!, están sufriendo una verdadera pandemia.
A estas alturas supongo que no hay ya ni un sólo español que no sepa ya como se contrae el ébola, cuáles son sus síntomas y qué consecuencias tiene si quién enferma no lo vence. Aún así, nunca está de más recordar estas cosas; permítanme pues, que, muy sucintamente, les recuerde que el contagio se produce por contacto con los fluidos corporales de alguien que ya ha enfermado y tocando prendas u objetos contaminados de ébola; es decir, por la saliva, la sangre, el sudor... y otros fluidos.
No se contagia uno por el aire, el agua o por la picadura de mosquitos, aunque hayan estado estos en contacto con un enfermo.
¿Y los síntomas? Al principio... Dolor de cabeza, de garganta, de las articulaciones, musculares y cansancio; aparece la fiebre. Luego llega el sangrado por boca y nariz, la fatiga extrema, los vómitos, erupciones en la piel y las alucinaciones. Finalmente las convulsiones y la pérdida de conciencia.
Mas no es mi intención hablar hoy aquí tanto del ébola, sobre el que ya di mi opinión e hice algunas reflexiones en un post publicado en este mismo blog a principios de septiembre, como de lo que está ocurriendo en España a raíz del diagnóstico positivo de Teresa Romero, esa auxiliar de enfermería que seguramente cometió un grave error al no tomarse en serio lo que era muy serio: ¡el ébola! Mi intención, ahora, en este artículo, es quebrar esa línea de “pensamiento único” que como un huracán nos invade estos días, llevándose por delante cualquier reflexión desapasionada y objetiva, mientras nos olvidamos del resto de informaciones, también importantes para nuestra salud intelectual y convivencia democrática.
¡Hasta el proceso secesionista catalán ha desaparecido del escaparate informativo! Y desde luego se habla menos de ello... Ni hablemos tampoco de la guerra mundial contra el Estado Islámico, ni del estancamiento económico en Europa, ni del conflicto de Ucrania, ni de Palestina e Israel... Menos mal que el tema de las “tarjetas opacas” de Bankia (antes, Caja Madrid) y los cuatreros que las utilizaron y abusaron de ellas tiene también enjundia suficiente como para, entre ébola y ébola, arrancar algún titular.
Pero hace solo unos días, “la estrella” para muchos, no cabe duda, era Excalibur; ese hermoso perro que han sacrificado para quitarse de en medio el problema pues, como alguien ha dicho, quizás, vivo hubiese sido mucho más útil; sobre todo para la ciencia... Toda vez que era el primer perro doméstico, en el caso de que estuviese infectado, que podría dar pistas de cómo evoluciona esta enfermedad en un animal de compañía. Un animal que, además, en este caso, convive con millones de personas en miles y miles de hogares de toda Europa.
Pero no, la autoridad sanitaria, ¡ahora que la ha armado parda! según todos los indicios, debido a los muchos recortes y abusos y a esa incompetencia a la que nos tiene acostumbrados Ana Mato y el Ministerio que dirige, no quiere más focos de atención... Pero de ahí a decir, como escuché a una prestigiosa presentadora de un magazín en la radio que “hoy vamos a enfocar el problema del Ébola desde la perspectiva del perro...”, hay un trecho.
Al Gobierno hay que exigirle responsabilidades por lo ocurrido; sin duda. Y la oposición tiene la obligación de denunciar sus debilidades (y esta, el problema del ébola, por todo lo ocurrido, lo es), pero que algunos medios de comunicación, en particular los audiovisuales, hagan de este asunto prácticamente el único argumento informativo cuando hay tantos otros, sumamente importantes, que descuidan o no abordan con la intensidad que debieran, es para preocuparse también. De acuerdo que el ébola —con un contagio ya 'en casa'— reúne ingredientes insuperables como para no soltarlo: desde el miedo irracional, pasando por el enfado y la necesidad de ajustar cuentas con el Gobierno; desde el dolor a la angustia y la frustración... Cualquier emoción sirve de caja de resonancia cuando se trata del pánico a contraer una enfermedad que tiene más del 90% de mortalidad... Aunque esta mortalidad sólo esté constrastada en los países en los que se ha declarado; países que tienen, como se sabe, unas condiciones higiénicas, sanitarias y de alimentación en estado de mínimos.
¡Pues claro que ha habido un fallo humano en el contagio de la enfermera! Eso es evidente. ¡Y habrá que pedir responsabilidades! ¡Por supuesto! Pero de ahí a marear la perdiz si se contagio porque se quitó o no el guante, o por si el traje le quedaba pequeño, o porque su prima la llamó por el móvil en ese momento (es un decir) hay un trecho.
Seamos serios. Esta sociedad necesita para avanzar para vencer la injusticia, para conseguir mejorar, centrarse en lo importante. Y lo importante es que África (una parte importante de ella) se está desangrando a costa del ébola, o por la malaria, o por el hambre, o por las guerras... Y aquí algunos se pasan el día hablando de Excalibur o de si algún traje de los utilizados, quizá, tenía un defecto.
Ah, y según el diccionario de la Real Academia Española, la paranoia es una “perturbación mental fijada en una idea o en un orden de ideas”. Díganme pues, si no..., si no es esto lo que ahora mismo está ocurriendo en parte de la prensa española con el caso detectado de ébola.
«Algunos se pasan el día hablando de Excalibur o de si algún traje de los utilizados, quizá, tenía un defecto»: hombre, no es lo mismo: lo segundo me parece más grave.
Supongo que esto ocurre porque hemos heredado atender,por encima de todo, lo que ocurre a nuestro alrededor. Y no nos damos cuenta que esto ahora no es la única realidad que nos afecta.
Vaya Joaquín, creo que das en el clavo con que lo importante es ayudar a África. Con esto de este bicho y con otros muchos.
Aquí y ahora, sería deseable que la infección de la auxiliar —¡ánimo Teresa!— sirviera como ‘vacuna’ para este organismo español —y occidental— en estado febril y descuidado.
Si los catalanes no dan la batalla y siguen luchando por su liberación del yugo español, será el final del pueblo catalán, seguirá durante siglos invadido por españa, y tendrá que pagar las consecuencias, el catalán será cada vez más postergado, se recuperará el uso mayoritario del español para aculturar de nuevo a la gente que vive en el territorio catalán, tendrán que pagar un precio muy caro en todos los sentidos, será una humillación para la gente de Catalunya, los españoles habrán vencido, sin oposición por parte de la gente que tanto se ha manifestado por la libertad. Si Catalunya cede ante españa, no podrá luego quejarse de las políticas que tenga que sufrir por parte de los gobernantes de madrid. El pueblo catalán y sus dirigentes deben dar la batalla y no rendirse, si no, todo se habrá acabado, sin haber siquiera comenzado. Creo que hoy por hoy, ERC y la CUP serían las únicas fuerzas políticas que pueden liderar con criterio y eficiencia el proceso constituyente catalán, son los únicos que con dos pares hablan de proclamar la INDEPENDENCIA, pase lo que pase. Ya sólo creo en ellos, y espero que no se rajen nunca y que más pronto que tarde veamos la proclamación de la INDEPENDENCIA. Si finalmente, se va a unas elecciones, que sean plebiscitarias y , cuando ganara ERC, que proclamen la INDEPENDENCIA desde el minuto uno. Ya está bien de que jueguen con los catalanes políticos que no se atreven a proclamar la libertad y la DUI. ADELANTE, ERC, CUP, TODOS LOS QUE ESTÉIS POR LA LIBERTAD, CONTÁIS CON EL APOYO DE MUCHOS, NO NOS DEFRAUDÉIS, POR FAVOR, LUCHAD , LUCHAD HASTA LAS ÚLTIMAS CONSECUENCIAS, TODO POR LA LIBERTAD DE CATALUNYA !!!
PANFLETO
La libertad de expresión nos permite contrastar opiniones diversas; siempre en el marco del respeto mutuo. Y eso está bien, porque nos enriquece. Por eso no he borrado el panfleto que alguien ha colocado en los “comentarios”, aquí, debajo. Pero si este señor o señora de “Resistencia Antiespañola” (RA) me lo permite, yo, como autor del blog en el que se ha permitido irrumpir como un elefante en una cacharrería con un tema ajeno a lo que el blog “A tu salud” pretende, yo le diría que “mea fuera del tiesto” (perdón por la vulgaridad). Es decir que aquí no sirven de nada sus proclamas… A mi me la refanfinfla la bandera española y catalana y todas las banderas… Y me da igual que haya gente que no pueda vivir sin mirarse todo el día el ombligo. Lo que me interesa es que el mundo camine a mejor, que se minimicen las fronteras, que se confundan las lenguas, que las gentes sean solidarias… ¡Y que tengamos salud! Amigo o amiga de RA, ¡qué pena dedicar tanta energía a algo tan pequeñito! La bandera, la lengua, los himnos… ¡Qué ganas de enredar!