8 y 11 de marzo: negociación o huelga
Francisco Javier López Martín *
Lo ha advertido nuestro secretario general, Ignacio Fernández Toxo: “Si el Gobierno no abre un proceso de negociación para tratar de reconducir la reforma, los sindicatos no renunciaremos a ningún instrumento democrático, incluida la Huelga General, para restituir los derechos de los trabajadores y trabajadoras, y de la ciudadanía en general”.
Lo hemos intentado hasta la saciedad. Desde hace años, desde que comenzó la crisis, venimos planteando la necesidad de un Pacto de Estado contra la Crisis, por el Empleo, por la Protección Social.
Lo hemos intentado con éxito en algunos casos como la integración de los trabajadores y trabajadoras agrarios y de las personas empleadas del hogar en el Régimen General de la Seguridad Social. El mantenimiento de la ayuda de 400 euros a las personas paradas que han perdido todo tipo de prestación. El acuerdo en materia de pensiones.
Sin embargo estos logros del diálogo social se han visto empañados por los bloqueos, torpezas y entorpecimientos de gobiernos y patronal.
Así, en 2010, el bloqueo de la patronal impidió el Acuerdo sobre Reforma Laboral y originó un decretazo del Gobierno que motivó la convocatoria de la Huelga General del 29-S. Un bloqueo propiciado por el entonces presidente de CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, imputado judicialmente por apropiación indebida por su gestión al frente del Grupo Marsans.
En 2011, ya con Juan Rosell al frente de la patronal española, los sectores más duros de CEOE, terminaron impidiendo un Acuerdo en materia de Negociación Colectiva, dando lugar a un nuevo decretazo del Gobierno Zapatero que, agotado por la crisis convocó elecciones generales anticipadas.
La llegada de Mariano Rajoy al Gobierno, supuso un emplazamiento a empresarios y sindicatos, para negociar medidas laborales y de negociación colectiva. Así, el 26 de Enero de 2012, CEOE, UGT y CCOO concluimos un II Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva que incorporaba moderación en el crecimiento de los salarios, a cambio de contención en la subida de los precios y reinversión de beneficios empresariales, así como la regulación de la flexibilidad, mediante la negociación de las condiciones laborales en las empresas con problemas económicos.
Sin embargo, el nuevo Gobierno decide una reforma laboral que, despreciando los contenidos del Acuerdo sobre Negociación Colectiva, entrega todo el poder al empresario en el gobierno de las relaciones laborales y del incumplimiento del convenio colectivo, facilitando y abaratando el despido.
En una situación de crisis, con 5,3 millones de personas desempleadas, no sólo se desprecia el diálogo social, sino que se renuncia a crear y mantener empleo para alentar el aumento del paro, empobreciendo a las familias, precarizando el empleo, desalentando el consumo, hundiéndonos aún más en la crisis y creando más paro, como hemos podido comprobar en el primer mes de aplicación de la Reforma Laboral injusta e impuesta.
Nos hemos movilizado masivamente el 19 y el 29 de Febrero. Volveremos a hacerlo en las manifestaciones del 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora y el 11 de Marzo, domingo, contra los recortes sociales y la Reforma Laboral.
Será el Gobierno el que decida abrir una negociación, o agudizar el conflicto laboral y social. No hay otra salida para la ciudadanía y para los trabajadores y trabajadoras. O negociación … o huelga general. No iremos alegres a la huelga, pero iremos. No nos queda otra. Esa Huelga no será el final de nada. Pero sí habrá un antes y un después de la misma, si el desprecio a la mano tendida persiste como práctica habitual de gobiernos y empresarios.
Los sacrificios son inevitables, pero los queremos negociados, compartidos y equilibrados.
