Dos de cada 10 peatones circulan distraídos mirando el móvil
Utilizar el teléfono móvil durante la conducción supone enfrentarse a una multa económica, a una retirada de puntos del carnet y, sobre todo, a poner en peligro la vida propia y la de los demás. Sin embargo, a pesar de que hay conductores que hacen caso omiso de las indicaciones y continúan usando el móvil mientras están al volante, la mayoría reconoce que se trata de una práctica de riesgo que deben evitar. Por el contrario, en el caso de los peatones, no existe concienciación social del peligro que supone utilizar el móvil mientras se camina, máxime si es en ciudad y se van a cruzar calles y carreteras.
De hecho, las distracciones por culpa del teléfono móvil constituyen la causa principal de que se hayan disparado los casos de accidentes –e incluso fallecimientos- entre los peatones en los últimos meses. El año pasado tuvieron lugar en España más de 11.000 atropellos, de los que más del 90% sucedieron en grandes núcleos de población, según datos de la Dirección General de Tráfico. Como resultado de esos incidentes, fallecieron en nuestro país 378 viandantes.
Según el Informe de Seguridad Vial 2016, presentado por la compañía de seguridad Dekra, las muertes en las carreteras han aumentado en Europa un 1,2% en el último año. Es un incremento mínimo, pero resulta significativo porque por primera vez en los últimos 15 años, no desciende el número de muertes por accidente de circulación. Esto se explica, entre otros motivos, por el aumento en el número de accidentes en los que se ven implicados peatones. En el estudio elaborado por Dekra se refleja además otra realidad: el 17% de los peatones utiliza su teléfono móvil inteligente mientras camina. Al ir distraído, está poniendo en serio peligro su vida.
Tras analizar el comportamiento de 14.000 viandantes al azar, la compañía apunta que el 8% iba con la cabeza bajada, escribiendo mientras cruzaba la calle; el 2,6% estaba realizando una llamada y el 1,4% era capaz de desarrollar las mismas acciones al mismo tiempo. Además, un 5% andaba con los auriculares puestos y conectados, vía cable o vía Bluetooth, a su teléfono móvil. Según el informe, son los peatones jóvenes, entre 25 y 35 años, los que más utilizan su smartphone al cruzar la calle, algo que está provocando incluso cambios en los hábitos de los individuos, que ahora caminan más despacio y más encorvados. Además, el estudio especifica que la principal actividad de las mujeres al usar el móvil por la calle es chatear, mientras que la de los hombres es escuchar música. Sin embargo, tanto unos como otros están poniendo en peligro su vida al no ir atentos a las circunstancias que les rodean en la vía pública. Alrededor del 22% de las víctimas mortales en accidentes de tráfico en los países de la Unión Europea son peatones, y el porcentaje va alarmantemente en aumento.
Ante esta realidad, algunas ciudades europeas están comenzando a tomar medidas. Una de las pioneras fue Murcia, cuyo ayuntamiento colocó el pasado mes de septiembre señales pintadas en el suelo de los principales cruces de la ciudad para alertar a los peatones de posibles distracciones utilizando WhatsApp. En las últimas semanas, varias ciudades alemanas –Colonia y Augsburgo, entre otras- han instalado en el suelo de algunas paradas de tranvía semáforos especiales formados por hileras de pequeñas lámparas LED de color rojo. Estas luces comienzan a parpadear cuando se acerca un convoy y alertan al viandante que mira hacia abajo porque está distraído utilizando su teléfono móvil. Si el experimento funciona, las compañías que gestionan los transportes públicos en esas ciudades incorporarán el alumbrado preventivo en los principales cruces y estaciones más transitadas.
En España, además del murciano, otros ayuntamientos han llevado a cabo iniciativas similares en los últimos días. Por ejemplo, en el Paseo de la Salle de Cambrils (Tarragona), el consistorio de la localidad ha instalado un paso de peatones inteligente desarrollado por la empresa Urban Lab que se ilumina cuando detecta que un peatón va a cruzar la calle por la noche. Así los conductores pueden distinguirle mejor y frenar para cederle el paso. Con la misma intención, en Vigo (Pontevedra), se ha reforzado la pintura de algunos pasos de peatones para que sean más visibles.
