Christian Paul (PSF): “Es una falacia que facilitando el despido se cree empleo”

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Matías Arraez *

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Christian Paul, portavoz de "los disidentes" del Partido Socialista Francés. / Gabinete Parlamentario PSF

Chistian Paul (Clermont-Ferrand, 1960), diputado y portavoz de los “disidentes”, como se conoce en Francia a los cuarenta diputados socialistas opuestos a la reforma laboral de Manuel Valls, con una orientación similar a la impuesta en España por el Gobierno del PP en 2012, con mayoría absoluta y la aquiescencia de la derecha nacionalista catalana, explica en esta entrevista con cuartopoder.es las razones de su rechazo, critica al primer secretario del PSF por impedir el debate interno y apoya el movimiento de protesta Nuit Debout. Aunque el Gobierno ha impuesto la reforma escamoteando el refrendo del Parlamento y aplicando el precepto constitucional que se lo permite, Paul considera lamentable que la política de Francois Hollande desemboque en una protesta social sin precedentes.

— ¿Cómo define la nueva ley del Trabajo  

"La ley del Trabajo está orientada a reducir los derechos y la protección legal de los trabajadores"

— La del Trabajo es la última de una serie de leyes orientadas a reducir los derechos y la protección legal de los trabajadores. Con ella se pretende facilitar el despido con el argumento de que si las empresas pueden despedir con mayor facilidad contratarán más fácilmente. Y, por supuesto, esto va acompañado de todo un discurso sobre las grandes restricciones del derecho laboral francés para la flexibilidad en el empleo, lo que, según argumentan, convierte a los trabajadores en poco competitivos. Esto es una falacia. Ya hemos tenido bastante con la ley Macron (norma que permite la apertura de los comercios en domingo, entre otras medidas liberalizadoras), y ahora imponen la nueva ley del Trabajo.

— ¿Qué medidas inaceptables para ustedes contiene esta ley?

— Este proyecto no es útil para Francia ni es la reforma que deberíamos esperar de un Gobierno de izquierda. La Ley del Trabajo que necesitamos debería fomentar la solidaridad y el orgullo colectivo, construyendo una seguridad social profesional, aportando más garantías y derechos sociales frente a la uberizacion (de Uber, multinacional de movilización de recursos humanos en empleos a tiempo parcial) de la economía y simplificar el acceso a los tribunales, tanto para los empleados como para las empresas. El texto actual no responde a ninguno de estos objetivos. La inseguridad del empleo o que las horas suplementarias sean peor pagadas no hará bajar el desempleo.

— Da la impresión de que la han rechazado de lleno, sin opción al diálogo.

— No, nosotros no rechazamos el dialogo con el Gobierno, pero el mandato que nos dieron los franceses no nos permite votar a favor de tal texto. Es a los ciudadanos y a nadie más a quien debemos rendir cuentas, y está claro que los trabajadores y la gente que nos vota rechaza una norma que está creando una tensión social sin precedentes para un Gobierno de izquierda desde 1981. Produce una incomprensión por parte de la juventud y una ruptura total entre el Partido Socialista y el mundo de los trabajadores. Esto hubiera podido ser evitado si el Gobierno hubiese abordado seriamente la negociación sin exclusiones.

"La ley El-Khomri supone una ruptura total entre el Partido Socialista y el mundo de los trabajadores"

— ¿Es realmente la ley El-Khomri (nombre de la ministra del Trabajo)? Se dice que habría llegado totalmente hecha a su escritorio.

— Esta ley sigue perfectamente la política llevada a cabo por Manuel Valls y Emmanuel Macron, ministro de Economía, que han sido sus grandes inspiradores. Por tanto, saber si la ministra Myriam El-Khomri, que la reivindica como si fuera “su” ley, escribió algo del texto no tiene mucho interés.

— La derecha española, el PP, impuso en 2012 una ley similar, que facilitó (y abarató) el despido y la reducción de salarios. Cuatro años después, la población activa ha descendido y la cifra de parados sigue siendo la misma. ¿Qué opina al respecto?

— Que ante un problema tan serio como el desempleo hay que aportar soluciones serias en vez de medidas contra los trabajadores que sólo empeoran la situación. La reforma española no es un ejemplo para nadie. Lamentablemente, nosotros no podemos aspirar a mejorar la situación en España.

— Ustedes llegaron a intentar una moción de censura contra su gobierno

— Nos pareció que el proyecto de ley contenía demasiadas medidas peligrosas y que debíamos intentarlo todo para pararlo, incluida la moción de censura. El Ejecutivo utilizó entonces el artículo 49.3 de la Constitución como herramienta de intimidación al servicio de una política minoritaria en el país. Nuestro objetivo no era derribarlo, pero nos obligó él mismo a tomar este riesgo para impedir que esta ley reduzca los derechos de los trabajadores.

— La moción se frustró, pero ¿por qué no votaron la de la derecha?

— Para nosotros era impensable votar una moción de la derecha, totalmente opuesta a nuestro compromiso político, en la que pedían más facilidades económicas para despedir a los trabajadores y denunciaban a los sindicatos como responsables de “bloquear el sistema”. Además, no habríamos podido alcanzar los 288 votos para aprobar esa moción y hubiéramos mezclado nuestros votos con los del Frente Nacional sobre un texto que no apoyamos para nada.

— Jean-Christophe Cambadélis, primer secretario del Partido Socialista, ha apelado a la alta autoridad ética del Partido Socialista. ¿Lo interpretan como un aviso, una amenaza?

"Nuit Debout expresa la gravedad de las carencias y los fallos de la democracia francesa"

— Jean-Christophe Cambadélis desplaza un asunto político que hasta ahora no había tratado a un campo supuestamente ético. Y lo hace después de negarse a que el Partido Socialista debata y se pronuncie sobre el texto de una ley. Su respuesta no está a la altura de su misión. Tendría que llevar las ideas socialistas, crear el debate e intentar mejorar los proyectos de ley del Gobierno.

— Y en esas aparece el movimiento de las Nuit Debout (Noches en vela) ¿Cómo lo interpreta?

— Nuit Debout expresa la gravedad de las carencias y los fallos de la democracia francesa. Ellos buscan y experimentan nuevas respuestas. Obviamente, es un movimiento legítimo, y a día de hoy sigue siendo un laboratorio de búsqueda de nuevas formas de política. Solo por eso, es importante.

— ¿Apoyará a un candidato como Hollande en 2017?

— Luchamos para organizar primarias entre toda la izquierda francesa para apoyar a un candidato capaz de vencer a la derecha y al Frente Nacional en 2017. François Hollande no parece capaz de hacerlo.

(*) Matías Arraez es periodista.

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