Diez preguntas a Rajoy sobre el malestar de la nación

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Alfredo Pérez Rubalcaba, de espaldas, y Mariano Rajoy durante el debate sobre el Estado de la Nación celebrado el año pasado. / Efe
Alfredo Pérez Rubalcaba, de espaldas, y Mariano Rajoy durante el debate sobre el Estado de la Nación celebrado el año pasado. / Efe

Cuando se cumplen dos años de la llegada del PP al Gobierno con mayoría absoluta, el presidente Mariano Rajoy acude al debate sobre el estado de la nación con la intención de hacer balance del ecuador de la legislatura y de renovar los dos grandes compromisos electorales vulnerados -no subir los impuestos y fomentar la creación de empleo- con el fin de transferir la mayor cuantía jamás vista de las rentas del trabajo al capital especulativo y de apuntalar su edificio en crisis. Esa operación se ha definido como “política de austeridad”. ¿Ha sido buena, mala, regular? Las diez preguntas clave judicial (de pasado), demostrativa (de presente) y deliberativa (de futuro) sobre las que muchos ciudadanos esperan la respuesta del Gobierno son las siguientes:

1. Empleo: ¿Mantendrá el Gobierno la reforma laboral y la política de austeridad, teniendo en cuenta los resultados sobre el empleo? La población activa ha disminuido en más de 400.000 personas en dos años y el paro ha pasado del 22,8 al 26% desde diciembre de 2011 hasta el día de hoy: de 5,2 a 5,9 millones de desempleados.

2. Congelación salarial: ¿Prolongará la congelación salarial de los empleados públicos en 2015 teniendo en cuenta que en 2012 les quitó las pagas extraordinarias y que llevan desde 2010 perdiendo poder adquisitivo?

3. Impuestos: ¿Perseverará en mantener el IVA del 21% a bienes y servicios básicos como la energía eléctrica, el gas, el material escolar, los libros, el cine y el resto de la industria cultural?

4. Pensiones: ¿Después de negar la revalorización automática de las pensiones en 2012 y de implantar una subida máxima del 0,25% anual hasta 2019, lo que supone una quita de 30.000 millones de euros, aplicará nuevas fuentes de ingresos para garantizar el futuro del sistema público con pensiones dignas?

5. Deuda y déficit: ¿Cómo explicará el crecimiento de la deuda pública hasta el 99% del PIB y el incumplimiento de la reducción del déficit al 6% después de los recortes en educación, sanidad, dependencia y servicios sociales y de las subidas de todos los impuestos, compatibles con una amnistía fiscal a los defraudadores y evasores?

6. Revisión de la deuda: ¿Aceptará una auditoría de la “deuda odiosa”, aquella que no ha ido dirigida a cubrir necesidades sociales y que han cargado sobre el conjunto de los españoles?

7. Quiebra de las Cajas: ¿Asumirá el Gobierno y el PP la creación de una comisión de investigación parlamentaria sobre las responsabilidades políticas en las quiebras con corrupción de las Cajas de Ahorros?

8. Cataluña: ¿Después de afirmar: “Mientras yo sea presidente no habrá consulta en Cataluña”, suspenderá la autonomía y empleará a las Fuerzas Armadas para evitarla?

9. Constitución: ¿Tras 25 años y dos meses de vigencia de la Constitución, considera conveniente reformarla para reconocer la plurinacionalidad del Estado federal y solidario, con consiguiente supresión de ministerios-carcasa? ¿Aceptaría la ampliación de los derechos fundamentales a la alimentación, la sanidad, la vivienda y la decisión de las mujeres a decidir su maternidad?

10. Corrupción: ¿Expulsará de sus cargos y de su partido a las personas acusadas y procesadas por corrupción? ¿Después de la trama Gürtel de corrupción y financiación paralela del PP con cajas B y cuentas en Suiza, estima que será suficiente para evitar nuevos casos su proyecto de ley que prohíbe a las empresas hacer donativos legales y transparentes –como venía ocurriendo– a los partidos políticos? ¿Les prohibirá abrir cuentas en Suiza? En el primer debate sobre el estado de la nación, que instituyó Felipe González, el presidente fundador del PP, Manuel Fraga Iribarne, que en paz descanse, se refirió a los devaneos y relaciones de algunos ministros con la entonces llamada “gente guapa”, la jet, y les reprochó que sólo buscasen la felicidad para sí, diciendo que la felicidad consiste en “tener una mujer japonesa (Fraga creía que Isabel Presley, ya novia de Miguel Boyer, era de Japón), un cocinero chino, una casa inglesa y un sueldo norteamericano”. Se le olvidó el quinto elemento: una cuenta en Suiza. Pero si en vez de eso, te descubren los fondos a buen recaudo –como a Francisco Granados, Bárcenas, Correa y otros gurtélidos del PP–, el cocinero es norteamericano, la mujer es inglesa, la casa japonesa y el sueldo chino, la cosa cambia.

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