La historia de Arkan: guerra, muerte y fútbol en los Balcanes

13 de mayo de 1990. Estadio de fútbol Maksimir, en Zagreb. Se enfrentan dos de los equipos más importantes de Yugoslavia, el Dinamo de Zagreb y el Estrella Roja. Entre los conjuntos y sus aficiones hay antiguas rivalidades y enemistades que van más allá del fútbol. Lo que sucedió aquella tarde es considerado como una especie de inicio formal de la desintegración del Estado unitario yugoslavo. Una señal. Durante el partido, los ultras visitantes arrancan los asientos y los lanzan al campo. Los ultras locales invaden el terreno de juego. La policía los golpea y el capitán del Dinamo, Zvonimir Boban, se enfrenta a ellos.
Este pasaje es solo una muestra simbólica de lo que se vivía en los Balcanes durante aquel tiempo. Un libro recién publicado profundiza en la relación existente entre el fútbol y la guerra de los Balcanes, los aparatos de propaganda y la captación de paramilitares. Se trata de Dios, patria y muerte: el fútbol en la guerra de los Balcanes (Altamarea), escrito por el periodista italiano Diego Mariottini. Las páginas se centran además en analizar la figura y el papel de Željko Ražnatovic, más conocido como Arkan. Uno de los criminales más representativos del viejo continente durante décadas.

Mariottini (1966) es escritor, periodista y presentador radiofónico. Además, es autor de varios libros sobre las conexiones entre deporte y sociedad –entre ellos Ultraviolencia (2004), Tiki-Taka Budapest (2016) y Revancha (2018)– y colabora con La gazzetta dello sport y otros medios deportivos italianos. Este libro se publicó en 2015 en Italia y llega ahora traducido al castellano gracias a la editorial Altamarea, que han publicado otros trabajos sobre fútbol como Fútbol y fascismo o Fútbol y poder en la URSS de Stalin.

En sus 18 capítulos, el autor traza un análisis de la situación de Yugoslavia, su desintegración y la guerra (o guerras) que vivieron sus territorios desde los años 90. Y cómo el fútbol se relacionó con uno de los conflictos más cruentos de las últimas décadas. Y lo hace, cómo decíamos, destacando especialmente el personaje de Arkan.

¿Quién era este Ražnatovic? No es fácil resumir su trayectoria. Delincuente desde su adolescencia, asesino a sueldo, aliado del poder, primero de Tito y luego de Slovoban Milosevic, contrabandista, prófugo de la justicia y de la cárcel, atracador y cabecilla del grupo paramilitar “Los Tigres”, que perpetraron numerosos crímenes genocidas en Bosnia, Kosovo y otras zonas de los Balcanes.

Según nos resume la sinopsis del libro: “Arkan consolidó y ejerció su poder a través del fútbol, en apariencia un juego inocuo y desvinculado de la política que, sin embargo, ha sido utilizado por regímenes de distintas ideologías como gasolina para encender la llama del odio: en los fondos más oscuros de los estadios, en los sectores más radicales de las hinchadas, la marginación social, el fanatismo y la ignorancia crean una mezcla explosiva de la que, en determinadas circunstancias, pueden nacer auténticas bandas criminales. Tal fue el caso de los Tigres de Arkan, el grupo paramilitar que surgió de las gradas del Estrella Roja de Belgrado y que ilustra como ningún otro la perversa relación que puede establecerse entre masa y deporte”.

Arkan fue asesinado en el año 2000 en circunstancias sospechosas y bajo diferentes teorías. Tres años antes había sido condenado por crímenes de guerra, genocidio y contra la humanidad por el Tribunal Penal Internacional de Naciones Unidas. Nunca llegó a ser juzgado.

Fk Obilic, el equipo del señor de la guerra

Al terminar la guerra de los Balcanes, a Arkan se le considera un héroe nacional para los serbios. Su poder y riqueza está fuera de duda y es un personaje muy popular. Como muestra su pomposa boda pública con la cantante Ceca, en 1995. Arkan, ya sin el negocio de la guerra entre manos, pretende convertirse en un empresario “respetable”. Es entonces cuando da un paso más en sus vínculos con el fútbol.

Intenta, sin éxito, comprar su equipo del alma, el Estrella Roja. Compró el Pristina, de Kosovo, pero pronto perdió el interés en el proyecto. Aparece en escena entonces el Fk Obilic, de Belgrado. Arkan lo compra en 1996. El nombre, por cierto, proviene de Milos Obilic, un caudillo serbio que combatió contra los turcos en 1389. El equipo es un conjunto secundario en las competiciones locales, siempre peleando en los puestos de abajo. Pero algo va a cambiar en aquellos años.

“El campeonato se convertirá en una farsa en beneficio del Comandante”, señala el libro. Y es que en la temporada 97-98 el Obilic se convertirá en campeón, ganando el derecho incluso a participar en la ronda preliminar de la Champions League, donde caería frente al Bayern de Munich. “Entre favoritismo arbitral, amenazas desde las gradas y castigos corporales a jugadores”, el equipo pasa de Segunda División a ser campeón. “El fútbol, en Serbia, tiene un jefe temible y nadie está dispuesto a arriesgar la vida”, señala el autor del libro sobre la situación vivida en el fútbol de aquel año. Los Tigres, vestidos de negro, actuaban desde las gradas con fuertes amenazas a jugadores. Se cuenta, además, casos de jugadores rivales que se retiran en el descanso o incluso que fueron encerrados para que no pudieran jugar.

La Copa de ese año, por cierto, la perdió el Obilic en la final contra el Partizán de Belgrado. "Da la sensación de que se trata de una pequeña concesión para no generar demasiado escándalo", señala el autor en el libro.

El "éxito" del Obilic desapareció rápido pero los tentáculos e influencia de Arkan y sus ultras en las gradas siguieron, y siguen, todavía presentes en el fútbol balcánico. Uno de los ejemplos que narra el libro data de 2010, con motivo de un partido para la clasificación de la Eurocopa 2012 entre Italia y Serbia. La violencia desatada impidió la celebración del encuentro. Los Tigres de Arkan volvían a copar titulares. De todo ello da cuenta Mariottini en este recomendable libro para aficionados de la historia y del deporte.