‘No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas’: cine ‘fast food’

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Cartelera de la película 'No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas', que se estrena hoy. / Sony Pictures España.
Cartelera de la película 'No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas', que se estrena hoy. / Sony Pictures España.

Nunca he entendido a la gente que compra un libro y lo lee “sin buscar otra cosa que entretenerse” o para “pasar el rato sin más”. Para mí leer requiere un esfuerzo y más le vale al que lo escribe haberse currado lo publicado. En el cine no me pasa, puedo ver una chorrada, no me sucede nada si pierdo hora y media de mi sedentaria vida. En fin: es como comer comida basura, escuchar música basura o ver tele basura: muy de vez en cuando no provoca daños cerebrales. En altas dosis, sí.

El problema viene cuando esta comida rápida es lo único que nos ofrecen en el mercado. De desayuno, comida, merienda y cena. Cuando el cine nacional imita mal al más adocenado cine norteamericano, cuando copia de manera torpe clichés revenidos. Cine simplón, ligerito, graciosete, sin conflictos, tontorrón, vulgar, rápido y fácil de masticar, digerir y olvidar. Cine para pasar el ratito en el centro comercial, sin complicaciones, cine fabricado para no pensar en nada todo el rato.

Y eso es esta película de estúpido y largo título, una comedia romántica para pasar el domingo antes de fichar el lunes, para obligar al pobre novio a sufrir “una de chicas”. En ella Sara (una sobreactuada Verónica Echegui) es una madrileña algo freak y bastante obsesiva, una joven a la que le gusta planificar todo con antelación, que no quiere sobresaltos en su vida. Su sueño es ser plumera, vivir de una tienda que vende las plumas (¿?). Pero su vida da un giro de 180 grados cuando se plantan en su piso su padre separado, un novio al que no ve desde hace un año y su hermana, que se ha liado con su amor del instituto, un tipo que ahora es un buenorro. No falla.

La cosa está dirigida por María Ripoll, que el año pasado estrenó la patética Ahora o nunca, y es una adaptación del best seller de una tal Laura Norton. El guión es de Carlos Montero (guionista de la espantosa Combustión) y Breixo Corral (guionista de la simplona Tres bodas de más). Produce Zeta Cinema, Sony, TVE, Movistar +, la televisión catalana, Vodafone y AXN España. O sea: todo Cristo.

Zeta Cinema ya anunció que llevará al cine la segunda novela de la escritora súperventas, otra comedia romántica que tiene el maravilloso título de Gente que viene y bah (¿?¿?).

Cuando los mercaderes del cine o la edición manufacturan productos “femeninos” salen estas cosas, reproducciones de un producto ya visto y consumido, otro estereotipo comercial: película con chica alienada de clase media, antojadiza, maniática, histérica y pueril. Estamos, en fin, ante un cine “femenino” y con barniz de modernidad que, en el fondo, es de lo más rancio.

Esto es una papilla donde se ha mezclado el mundo de Amèlie y el de Bridget Jones en el barrio madrileño de Malasaña. Otra nueva matraca sobre lo mismo: chica locuela e inocente que no da una en la vida. Una perdedora. Y otra vez nos la cuelan con el rollo indie y la cansina estética hipster, un intento fallido y espurio de hablar de la generación YouTube, la crisis económica y la absoluta deriva de la juventud española.

Hermanada con esa memez con título también largo (Requisitos para ser una persona normal) que estrenó Leticia Dolera el año pasado, esta película incurre en los mismos defectos: el cliché malasañero, la atmósfera publicitaria, la nimiedad narrativa y la absoluta futilidad en su escritura.

Y Zellweger hacía un buen trabajo en El diario de Bridget Jones, pero el de la Echegui en esta película es penoso, no hay quien se la trague en ese personaje de feucha perdedora. El resto del reparto (Álex García, David Verdaguer, Elvira Minguez y Alba Galocha) hace lo que puede. Y lo de Jordi Sánchez (Antonio Recio en La que se avecina) es directamente de vergüenza.

El cine es otra cosa, hasta el cine más comercial. Entretener no es deformar, amañar y apostar por el vacío, por la nada. La comedia es otra cosa, no es reproducir clichés y copiar fórmulas totalmente agotadas. Esto no son comedias fresquitas, sino añejas. Y supongo que esta película tendrá su público, como toda esa literatura prefabricada en la que se ha inspirado, todos esos bodrios que copan las estanterías de la Casa del Libro y ocultan la verdadera literatura. En las salas de cine vivimos el mismo drama.

Sony Pictures España (YouTube)
2 Comments
  1. La novata says

    Joder Reguera, parece que le tuviera manía al cine español. No hace la crítica de dos grandes películas como Que Dios nos perdone y Tarde para la ira y sí de tonterías como ésta. Luego la gente se cree que el cine español es sólo esto.

  2. REGUERA says

    Igual no ha leído usted las entrevistas que les he hecho a los actores de esas magníficas películas y lo que he dicho de ellas.

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