La intencionalidad de Varela y de Garzón

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Lenin decía que el deber de todo revolucionario es condenar la injusticia sin distinguir contra quien se comete el latrocinio, sea currante o aristócrata. Desde ese criterio elemental es desde el que cabe defender a Baltasar Garzón, al margen de cómo le caiga a cada uno (que a mí no me cae bien, sobre todo por pedante). Pero, para eso, hay que tener muy claro qué es lo justo. Y para algunos, lo justo son las formalidades burocráticas.

El juez Luciano Varela se ha quedado en las formas, en el dedo que señala la luna. Posiblemente porque, ahora, la justicia, con mayúsculas, es lo de menos. Más allá de la causa que investigaba Garzón, pretende juzgar en exclusiva su “intencionalidad” y lo que condena es que quisiera investigar los crímenes del franquismo, jamás encausados en su dimensión genocida, aunque no le correspondía formalmente. Es decir, que Varela pretende inhabilitar 20 años a Garzón, para lo que le resta, por desobediente.

La actitud del presunto juez progresista -fue fundador de Jueces para la Democracia- rezuma inquina personal. Y no lo digo yo. Lo afirma categóricamente, aunque con más suavidad dialéctica, Cristina Alberdi, ex miembro del Consejo General del Poder Judicial, ex ministra socialista y, en la actualidad, más inclinada a la derecha que a la izquierda en sus intervenciones mediáticas. Alberdi, a quien todo el mundo reconoce su capacidad jurídica y nadie puede tildar de izquierdismo, asegura que todo el auto de Varela está preñado de intencionalidad a la hora de juzgar a su vez la “intencionalidad” de Garzón. La evidencia de que es de eso de lo que se trata está recogida en la respuesta que Varela dio a la solicitud de presentarse como testigos en el próximo juicio de 15 expertos internacionales. Refiriéndose a las razones por las que niega la presencia de uno de ellos, el ex fiscal Carlos Jiménez Villarejo en concreto, afirma que “tampoco resulta útil para hacer visible la intencionalidad del imputado”. La ex ministra asegura que el auto, en lugar de referirse estrictamente a los hechos, hace permanentemente juicio de intenciones sobre las razones por las que actúa Garzón, sin entrar nunca en el fondo del asunto. Por eso muchos consideramos que Garzón no será condenado si no hay detrás actitudes poco escrupulosas y en parte sospechosas de estar alimentadas por la venganza.

Porque de lo que se trata es de eso, de que se haga justicia, aunque sea con retraso. Y lo que hace el presunto progresista juez Varela es cercenar toda posibilidad de encontrarla aunque sea con décadas de retraso. Varela sabe que los crímenes contra la humanidad, los genocidios, no prescriben. Y que esa es la filosofía de las Nacionales Unidas, donde han acudido a título personal muchos familiares de víctimas del franquismo para reivindicar los derechos de sus muertos y los de sus herederos (que ahí, en lo de los herederos, es donde más les duele a algunos que hicieron su fortuna robando pisos, tierras y propiedades arrebatadas a los rojos asesinados). Me gustaría ver, por ejemplo, cómo Varela, al tiempo que condena las “formas” de Garzón, reclama la investigación de los crímenes franquistas explicando cuál es la vía adecuada y promoviendo su puesta en marcha. Porque ignoro qué mente progresista puede ser tan acaloradamente apasionada buscando debajo de las piedras las cuestiones de forma y tan severamente gélida a la hora de aplicar el presunto “te pillé”, por un lado, y tan huidiza del fondo indesligable del asunto.

Cada vez es más evidente que, siendo tan presuntamente justicieros, algunos jueces sólo demuestran que la justicia de verdad les importa un pito. Por eso son tan increíblemente capaces de enajenarse, alejar de sí la realidad de que la derecha –sobre todo la extrema- no ha cesado de acosar a Garzón desde que se encargó del caso Gürtel, de dar por buenas las acusaciones de Falange o los ultras Manos Limpias y de apartar a 15 expertos internacionales que demuestran que las leyes de amnistía no valen cuando pretenden aplicarse a genocidios como el de Franco. Para ellos, es un asunto secundario. A olvidar.

13 Comments
  1. jonathan says

    La actitud de Alberdi demuestra que su espíritu es independiente, al margen de las divisiones orientativas -izq.-dcha.- derivadas de la Revolución Francesa. Que ha llovido mucho desde entonces.
    En cuanto a la frase que inicia su artículo, más resonancia tiene de la Ilustración que de un revolucionario del siglo XX.

  2. Pedro Kalo says

    Por encima de filias y fobias con Garzón, no entiendo muy bien eso de encausar judicialmente el franquismo. Si se abre una causa judicial hay que convocar a testigos que declaren y también a presuntos implicados, pues una causa judicial implica a personas y no a entes etéreos. Parece que existen víctimas de las torturas y otros crímenes cometidos durante la época franquista, que podrían declarar. Pero parece que no existe ningún responsable vivo de esos crímenes. De aparecer alguno tendría más de cien años de edad. Así que abrir una causa judicial para no conseguir mas que llenar una carpeta de certificasdos de defunción y tener que sobreseer la causa, me parece una estupidez. Enjuiciar por la vía criminal al franquismo queda muy bonito, pero es inviable, pues sólo se puede enjuiciar a los franquistas responsables de torturas y matanzas… que ya no quedan.

  3. Jose says

    Además de esa animosidad, ¿no existe prevaricación por parte del Juez Lucviano Varela, al negarse a aplicar la legislación internacional sobre desaparecidos forzados, firmada por el estado español, legislación que anula la ley de amnistía de 1977, que es la que pretende aplicar el juez Varela?

  4. Ché says

    Parece claro que este artículo, de opinión claro, habla de «justicia» fuera de la justicia, tal y como formalmente se instruye y se debe aplicar; exigiendo una «justicia» subjetiva, la que salve a un juez que se salte los procedimientos. Sin ese proceder, garante de la aplicación de las leyes, tendríamos una justicia de plastelina, que condenaría a muerte a un pederasta, como cualquier padre de una víctima exigiría. Y claro, defender la justicia descalificando a uno de sus órganos más representativos -el Tribunal Supremo-, una de las instancias que más velan por la democracia, es del todo incongruente, además de peligroso e irresponsable. Y a falta de argumentos objetivos que sustenten una postura, tal y como ha hecho Jiménez Villarejo, lo más mezquino es hablar de fascismo, ultraderecha y tantas posturas arrinconadas tras el pacto ejemplificante que hicieron políticos de ideologías antagónicas en pro de la construcción de la democracia que disfrutamos hoy en día. Afortunadamente, aún podemos confiar en una justicia que vele por los derechos ciudadanos por encima de los intereses políticos y de justicia partidista, personal, sesgada y por tanto errónea.

  5. Ché says

    Por cierto, fue muy ilustrativo el papel de los sindicatos y sus ilustres representantes, que se han aplicado con tanto esfuerzo e intención, en la defensa de Garzón, un ciudadano, dejando de lado que somos el país europeo que más paro genera y que todo apunta a que seguimos la estela de Grecia. Pero bueno, de eso ya habrá tiempo de hablar largo y tendido; porque lo que es hacer no hacen nada al respecto

  6. Ginebra says

    Este artículo me parece muy sensato. Apoyo personalmente la causa de Garzón y condeno el hecho de que sea juzgado porque una serie de asociaciones no democráticas y un juez , se supone democrático, busquen recovecos a la ley para abrir una causa a Garzón.
    Yo creo que su actividad ha sido la justa y la que han demandado muchas familias a título personal durante mucho tiempo, en España y en otros países con dictaduras brutales (como la que tuvimos aquí)… Quería también recordarle a quien firma y comenta como Che que el discurso de si los sindicatos deben o no apoyar a Garzón es el discurso de la derecha de este país. CCOO y UGT hacen muy bien en expresar un sentimiento común que está en la mente de muchas personas de este país. No por ello dejan de hacer sus funciones sociales, en absoluto. Que no olvide el tal CHé que entre los represaliados y asesinados o desaparecidos había líderes de UGT y de CCOO, por ejemplo.
    Saludos

  7. Carlos says

    Me resulta difícil de digerir el argumento para defender al Juez Garzón en este tema. No es acaso obligación de los que aplican la ley, tener que respetarla primero. Y la ley tal como está, no le otorga a Garzón autoridad para investigar, ya que esa función le corresponde a los juzgados provinciales. O sea que no es su competencia, por ese motivo la fiscalía le había advertido que se abstuviera. Nadie está diciendo que no se debe investigar los crímenes del franquismo, más alla de que si se está o no de acuerdo con que se haga. Es una cuestión de competencia, por lo tanto la ley internacional la tendrían que aplicar los jueces competentes para este caso. Además hay otro motivo, es que el mismo juez Garzón desestimó una querella contra Santiago Carrillo con el argumento de que la ley de Memoria Histórica no lo facultaba para eso. Por favor un poco de coherencia. Es verdad que el tema es delicado y doloroso para las víctimas, pero no puede ni debe ser usado como argumento para que no se cumpla le ley vigente. Y sino a comenzar a trabajar, por los carriles democráticos, para cambiar la ley.

  8. Ché says

    Por alusiones y respondiendo a Ginebra, le he de recordar que los SINDICATOS DEBEN DEFENDER Y REPRESENTAR LOS DERECHOS DE TODOS LOS TRABAJADORES, no sólo de una ideología política sino de todos. Lo mismo es aplicable al gobierno y sus representantes. Pero de cualquier modo, queda patente con el comentario de Ginebra que lo de menos es la causa de GARZÓN, SINO LA VINDICACIÓN POLÍTICA, ya que el nombre de Garzón estaba escrito sobre una bandera republicana. Vamos, que un poco de coherencia en las argumentaciones y objetividad, harían más por el bien común que el enfrentamiento y el insulto. Además, si unos sindicalistas tienen legitimidad para manifestarse sobre cualquier tema social, con la defensa de la violencia de género, y otras lacras más importantes que evitar que juzguen, como a cualquier ciudadano, a Garzón no tendrían tiempo para preocuparse por los trabajadores. Y por último, yo como millones de ciudadanos tengo familiares asesinados injustamente por republicanos y por fascistas, porque la guerra no hace distingos, ni sabe sentimientos; por eso en mi memoria los guardo a ambos con todo mi afecto, que supongo vale tanto como el de cualquiera aunque no clame justicia sino paz, aunque no pida honores sino aprender.

  9. jogui says

    Yo también estoy de acuerdo en la investigación de los crímenes fascistas, pero no es este el motivo del procesamiento del Juez Garzon, sino el continuar con una investigación que legalmente no podía realizar, aun sabiéndolo.

  10. Ginebra says

    Me decido a comentar para responder de nuevo al señor Ché, creo que no ha entendido algo esencial como es el derecho o la libertad de expresión manifestada de forma individual o colectiva, en este caso de los agentes sociales.
    No dan muestra los sindicatos de abandonar a los trabajadores, insisto. Hay una mesa de negociación abierta en estos momentos sobre la Reforma Laboral y también ha habido movilizaciones y manifestaciones encabezadas por UGT y CC.OO recientemente contra la intención del gobierno de aumentar en dos años la edad de jubilación. Estas y otras cosas demuestran que los dos sindicatos de clase de este país TRABAJAN POR LOS DERECHOS DE LOS TRABAJADORES, pero ésto no les impide expresarse o manifestarse por una causa justa, que nada tiene que ver con republicanismo o vinculación política de Garzón. Evidentemente lo que investigó este juez son crímenes de guerra y da la causalidad que los perdedores y represaliados fueron republicanos, no lo olvides. Los cadáveres que yacen en las cunetas no son de falangistas y franquistas, sino de militantes de izquierda y simpatizantes de la República…
    Sigo pensando que acusas y desde la derecha se acusa muy injustamente a los sindicatos obviando o limitando su capacidad de acción en muchos frentes. En las mesas sociales se discuten leyes contra la violencia de género y muchos otros temas como citas y ahí están los sindicatos presentes. ¿acaso tú dejas de comer por tener que dormir, o puedes comer y dormir también????
    Por último, no tengo yo capacidad para medir la importancia de un tema de actualidad con la ligereza que tú lo haces, creo que cada hecho es importante en sí mismo.

  11. jonathan says

    Jo, pues yo no soy capaz de comer y dormir al mismo tiempo…
    Ginebra, en las cunetas de los caminos de España, cuando fue escenario de una guerra de tres años de duración, hay esqueletos de ideología varia, y hasta de ideología cambiada por los errores de los contendientes. En una guerra de hace tantos decenios, no se podía enterrar como requerían todos los cuerpos; muchos fueron enterrados deprisa y corriendo por temor a pestes diversas. ¿Sabe alguien algo de esto para aportar más luz? Sigo insistiendo: ¿a qué responde que este asunto se lleve a tribunales en vez de debatirse en universidades, clubes, asociaciones de vecinos, escuelas, tv, radios, etc?

  12. vilaboi says

    ¿A qué responde que este asunto se lleve a los tribunales en vez de debatirse en la Universidades, ass. vcecinos etc……?. me parece que se le a pasado por alto, que fué provocado por un golpe de estado o no lo sabe Franco dio un golpe, no fué el «glorioso alzamiento», fué colaboración con banda armada, entre otras bandas los nazis (legión Cóndor).
    Cierto es que los asesinatos los perpetraron ambos bandos, pero es cuestión de jueces el levantamiento de cadáveres me parece a mi.
    Franco fué un golpista, por eso tiene que resolverse judicialmente.
    En mi opinión.

  13. celine says

    vilaboi, te recomiendo «La guerra civil española», de Thomas Hugh. Es apasionante y nada simplista. Te encantará saber.

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