Las veteranas del PP se solidarizan con Aído, convertida en "pim pam pum"

La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, solo recibe críticas, tanto personales como a su gestión, desde las filas del PP. Oficialmente, piden no sólo su dimisión, sino también la desaparición de su ministerio. Las políticas de igualdad se han convertido en uno de los ejemplos más socorridos del que echa mano el PP y su líder, Mariano Rajoy, cuando quiere poner de relieve el “despilfarro” del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Pero ese es el discurso oficial. En privado, un grupo de mujeres del PP se solidariza con la ministra más joven del Ejecutivo  e incluso una exministra de José María Aznar admite que “a esta chica, la han convertido en el pim pam pum y no es justo”.

No es la única ex ministra que, desde las filas del PP, admite la exageración, en ocasiones convertida en campaña contra la ministra, que ha llevado a cabo tanto su partido como algunos medios de comunicación. De hecho, otra de las mujeres consultadas por cuartopoder, que en su día ostentó cargos en el gobierno del PP, lo sintetiza de este modo: “con la crisis que vivimos, yo no crearía un ministerio de Igualdad, pero eso no quiere decir que  no se pongan en marcha políticas de igualdad. Hay que seguir manteniendo las políticas de igualdad, porque son necesarias”.

Esos comentarios velados están localizados en un grupo de mujeres que, pese a no estar en la primera línea de la dirección del PP, lo estuvieron en otra época. No son de la generación de la secretaria general popular, María Dolores de Cospedal, ni de la portavoz parlamentaria, Soraya Sáenz de Santamaría, y por supuesto, no lo son de la propia ministra Aído. Sin embargo, se solidarizan con la ministra porque consideran que, cuando ellas o sus compañeras ostentaron puestos destacados en la estructura del gobierno o del partido, fueron víctimas también de un sinfín de críticas que, en muchas ocasiones, poco tenían que ver con su gestión, sino con su condición de mujer. “Con nosotras se es más –asegura una ex dirigente del PP, hoy retirada de la actividad política– y mucho más implacable en la crítica. Pero lo peor es que nos juzga hasta por nuestra forma de vestir. Eso no ocurre con los hombres que están en política”.

Aquellas mujeres que en su día no defendieron las cuotas como fórmula de integración de la mujer en la vida política, sino que apostaron por la valía de cada una de ellas y la perspicacia de su partido para detectarla, hoy son partidarias de la pervivencia de las políticas de igualdad, para seguir avanzando en la eliminación del desequilibrio que –reconocen– sigue existiendo entre hombres y mujeres, en sus condiciones laborales, familiares y salariales. Ellas siguen luchando  contra el machismo, pero se cuidan de contradecir en público algunos de los ataques de su partido contra la ministra y el “pim pam pum” al que creen que está siendo sometida.