Cuba sí, Castro no

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El traslado a España de los disidentes excarcelados cubanos y sus familiares allegados y su posterior envío y distribución por diferentes ciudades españolas, tiene el aspecto de ser una dispersión pactada entre los gobiernos de Cuba y España. El Ejecutivo español conocía, porque resultaba evidente, la imposibilidad de que todas las personas traídas desde La Isla pudieran permanecer en Madrid indefinidamente. Y esto era así, aunque la única razón fuera logística; pero a ellos nadie les había advertido de esta eventualidad. Los hospedajes habilitados en la capital de España suelen ser para estancias cortas en los que no se puede permanecer de forma definitiva, pero a ellos nadie les dijo nada. Sin embargo, cuando les plantearon la posibilidad de venir a España con sus familias como única vía para abandonar la reclusión injusta a que se vieron sometidos por un régimen dictatorial, nadie les puso al día de las circunstancias en las que se iba a producir la expulsión de su país. Firmaron ante un funcionario de la Embajada española en La Habana, dos minutos antes de subir al avión, y ni tan siquiera saben qué firmaron.

De momento, se encuentran en un limbo jurídico, pues desconocen su estatus y aunque en Interior les han asegurado que les concederán el de protección internacional asistida, no terminar de creérselo. Si fuera cierto, no evitarían la dispersión, pero sí tendrían permiso de residencia con todo lo que ello conlleva y permiso para realizar actividades políticas. En cambio, no podrían regresar a su país sin la autorización de las autoridades cubanas. Pero lo que quizás sea más importante para ellos es que al estar dispersos desparecerá su capacidad de lucha conjunta. Probablemente esto también sea lo más importante para la dictadura castrista.

Fidel se ha recuperado de su dolencia física y aparentemente ha vuelto a tomar las riendas del poder. En este momento, que la Unión Europea cambie su Posición Común respecto a Cuba parece crucial y qué mejor argumento para avalar la (falsa) apertura del régimen que la liberación de los presos políticos. España, defensora a ultranza de la ruptura de esa posición, expondrá este argumento ante la UE.  Pero la realidad demuestra que el Gobierno cubano no ha dado pasos que evidencien una clara decisión de avanzar hacia la democratización, pues los encarcelados que se niegan a abandonar su país no son puestos en libertad.

Puede que si los hoy liberados hubieran conocido la situación de su predecesor en esta incierta aventura, el periodista Alejandro González Raga, no hubieran emprendido el camino del destierro. González Raga no tiene trabajo y vive de la ayuda que le presta la Comunidad de Madrid, porque el Gobierno de Zapatero se ha olvidado de sus promesas de darle el dinero necesario para la manutención y el alquiler mientras no encontrara un puesto laboral. Incierto futuro el de los recién llegados.

2 Comments
  1. En lucha says

    La generosidad de España, gracias a ZP, ha hecho posible lo que Aznar y el PP nunca fueron capaces de hacer. Lo de la derecha es bla,bla,bla y dependencia vergonzante de la gusanera.

  2. ya says

    Y qué han conseguido? darle a ese terrible régimen una mala excusa?
    Está claro de qué lado esta el actual gobierno Español y no es desde luego del lado de la libertad y la justicia en ese castigado país.
    Una vergúenza sin paliativos.

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