El PSM elige a Gómez y derrota a la ministra designada por Zapatero

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Tomás Gómez abraza a Trinidad Jiménez, que acudió a felicitarle por su victoria a la sede del PSM. / Emilio Naranjo (Efe)

A las 7:50 horas de la mañana del domingo, 3 de octubre, miles de terminales telefónicas de afiliados socialistas madrileños despertaban a sus usuarios con el mensaje de Trinidad Jiménez de que acudieran a votar. Ni que decir tiene que la alarma temprana (concepto OTAN) cabreó a muchos compañeros. Y que la respuesta temprana (concepto OTAN) le llegó a Jiménez y a sus teleoperadores vía TIC (Twitter y otras redes sociales) a los diez minutos del cierre de las urnas: Trini 7.055 votos y Tomás Gómez 7.613. Ganó Gómez, el dirigente del PSM que no se plegó ante el designio de Zapatero. Perdió Trini y, sobre todo, perdió Zapatero.

La jornada electoral de los socialistas madrileños para designar candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid en las elecciones del 22 de mayo de 2011 fue en verdad apasionante. Primero, porque la militancia vivió las elecciones primarias como un acto de soberanía democrática frente a la designación dactilar de Jiménez por parte del secretario general y presidente del Gobierno. Y segundo porque la movilización fue extraordinaria: el 81% de los afiliados acudió a votar.

A las 21:30 de la noche de este domingo democrático, con aguacero en Madrid, los responsables de la dirección del PSOE que tenían que salir a dar la cara ante los periodistas, convocados en la sede de Ferraz, para ofrecer los resultados, descubrieron una palabra mágica: “El acta”, y pospusieron su comparecencia hasta el lunes, es decir, hasta recibir el acta firmada y cumplimentada con los resultados oficiales. Estas cosas ocurren, como dijo Italo Calvino, cuando los notarios se suben a los árboles.

Los congregados en la sede federal del PSOE se quedaron con las ganas de ver la cara del gabinete de seguimiento de las primarias: José Blanco, Leire Pajín y Elena Valenciano. Y de escuchar su valoración. ¿Qué hacer? Puesto que los mencionados abandonaban el lugar por el garaje y el jefe de prensa, Blay, decía que no había nada que hablar y los responsables de seguridad tenían prisa por echar la persiana, los informadores se desplazaron al cercano hotel Meliá Princesa a escuchar a la derrotada ministra de Sanidad y Servicios Sociales.

Trinidad Jiménez, a su llegada al salón del hotel donde compareció anoche tras conocer su derrota. / Víctor Lerena (Efe)

Apareció Trini con la ojera puesta, la cara triste y la voz cansada. La gripe A y las primarias le han fastidiado las vacaciones de agosto en los últimos dos años. Se apoyaba en el candidato a la alcaldía de Madrid, Jaime Lissavetzky y en el concejal madrileño y ejecutivo federal Pedro Zerolo. Los militantes reconocieron su esfuerzo, la aplaudieron y le gritaron “¡valiente!” Ella les dio las gracias y extendió su agradecimiento a todos los afiliados “por hacer más grande, más fuerte y más unido al partido”. Y cuando terminó de leer su alocución se fue a la sede del PSM, en Callao, a felicitar y abrazar al ganador, Gómez.

En la calle arreciaba el temporal. Y por si fuera poco, el alcalde Gallardón había cortado la Gran Vía a la altura de la Plaza de España para celebrar, con un concierto de rock el centenario del tajo y los derrumbes que, por obra y orden de los condes de Romanones y de Mayalde, concluyó en la apertura de la Gran Vía propiamente dicha. No hay político que no aproveche un centenario, y Gallardón, menos. Así que Trini y su comitiva tuvieron que rodear por los bulevares el medio kilómetro que les separaba del vencedor. Éste tuvo palabras de afecto hacia “una mujer excelente, política extraordinaria, gran persona, gran socialista y rival formidable; sus esperanzas no quedarán huérfanas”.

En la sede del PSM, que antes fue de la Asociación de la Prensa, los partidarios de Gómez estaban muy contentos. Celebraban el triunfo con una satisfacción racional. El Partido no es sólo el líder sino el programa y la organización. Cuando el líder falla y el programa no se cumple, queda la organización. Eso decían. Los ingenieros del marketing parecen haber olvidado esta realidad. Pero las bases no, y por eso, han derrotado a Zapatero. Por lo demás, las últimas encuestas situaban a Gómez a sólo un punto de Jiménez para derrotar al PP, empresa difícil si el electorado de izquierda sigue acumulando motivos contra la política del Gobierno y no acude a votar.

Por otra parte, las primarias colocaron a José Miguel Pérez como candidato a la presidencia de Canarias en detrimento del diputado autonómico Santiago Pérez y a Begoña García Retegui como candidata a la presidencia de Murcia. En Valencia ganó el diputado Joan Calabuig como candidato a la alcaldía de la ciudad; en Alicante, Elena Martín, y en Guadalajara, Magdalena Valerio. Los militantes decidieron también sus candidatos a otras siete alcaldías de localidades no capitales de provincia:

3 Comments
  1. Jose says

    Las primariasson la puerta de entrda a la democracia. Esa pouerta no existe en los partidos dedocráticos. ¿No debería ser un requisito constitucional en todos los partidos?

  2. Crítico says

    La que ahora piden muchos socialistas son primarias para el número uno de la lista por Madrid a las elecciones generales, es decir, para candidato a la presidencia del Gobierno.

  3. Lucas says

    ZP quería echar a Gómez y le ha salido mal la jugada. Pero aquí no pasa nada, ¿verdad?

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