El PSOE prepara el relevo de Zapatero, convertido ya en lastre electoral

El tiempo apremia y los socialistas trabajan ya con la hipótesis de que su secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, no vuelva a presentarse a las elecciones generales de 2012. La idea del relevo de Zapatero va calando no sólo en el núcleo más reducido y cercano a Zapatero, sino en algunas federaciones del PSOE, algunas de ellas con extraordinario peso en la organización. La última palabra la dirán Zapatero y los suyos después de la celebración de las elecciones municipales y  autonómicas del próximo mes de mayo, pero los preparativos para el aterrizaje de un nuevo candidato ya se están activando en las filas socialistas.

En las más altas esferas del PSOE se empieza ya a admitir en conversaciones privadas que la intención del presidente del gobierno era no volver a presentarse por tercera vez en 2012 y que esa era una decisión tomada mucho antes del estallido de la crisis económica. Es más, quienes afearon a José Bono su supuesta “fantasía”, cuando afirmó y posteriormente matizó en 2007, con motivo de la presentación del libro Zapatero, el rojo, que el presidente  comparecería por última vez a las elecciones de 2008, ahora argumentan que no fueron fantasías, sino indiscreción del político manchego, a quien ponen por testigo de las intenciones de Zapatero, confesadas a unos pocos hace años,  de no presentarse por tercera vez. Se trata, en definitiva, de preparar la salida de un candidato que, si fue caballo ganador hasta 2008, ahora ha perdido toda su capacidad de seducción para su electorado y se ha convertido en un lastre para las aspiraciones socialistas.

En la sede del PSOE y con Zapatero a la cabeza, están cotejando datos: “el problema no es la marca, sino el candidato”, concluyen desde la cúpula socialista. Pese a que la revista filosocialista Temas, en su última edición sitúa al PSOE 15 puntos por detrás del PP en las encuestas, los expertos demoscópicos constatan que el PSOE, en tanto que marca,  se recupera con facilidad en los sondeos de intención de voto (ocurrió, por ejemplo, tras la crisis de gobierno acometida recientemente) pero la figura de Zapatero no despega. De hecho, las últimas encuestas internas que manejan reducen la distancia con el PP  hasta 7 puntos, si se le desvincula del líder Zapatero.

Desde el entorno más próximo al presidente del gobierno entonan el “José Luis será el primero en apartarse si cree que no beneficia o no ayuda al partido su presencia como candidato”. Y eso es exactamente lo que dejan traslucir las encuestas. No parece que vaya a haber un cambio de tendencia de las mismas. “Zapatero - añaden los suyos- es muy consciente de esta situación y tomará la decisión correcta en su momento”. El límite temporal que maneja el presidente del gobierno es el verano, tras la celebración de las municipales. En ese momento está previsto que anuncie su decisión, según aseguran dirigentes del PSOE, convencidos de que hacerlo antes sería un suicidio.

Con tan poco tiempo para buscar un nuevo cartel electoral, los dirigentes socialistas consultados coinciden en que la mejor cabeza de cartel que tienen a su alcance es el vicepresidente primero del gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba. En palabras de un alto dirigente socialista, “en estos tiempos de incertidumbre, se valora mucho la experiencia de gobierno. Y Alfredo, sin duda, la tiene”. En los sondeos que manejan los socialistas, la imagen de Alfredo Pérez Rubalcaba es de las mejor valoradas entre los dirigentes del PSOE. Y eso se considera un gran valor añadido. Además, en la cúpula del PSOE cuentan con un elemento que piensan que les es favorable: la escasa valoración que obtiene ante el electorado el presidente y candidato del PP, Mariano Rajoy.

De acuerdo con los cálculos más optimistas de buena parte de los miembros de la dirección del PSOE, en una campaña personalista, en la que consiguieran hacer pesar más el candidato que la marca electoral, Rajoy tendría muy difícil superar a Rubalcaba. De hecho, la valoración de este último es, en estos momentos, superior a la de Rajoy en los sondeos que periódicamente publica el CIS. Rubalcaba es uno de los pocos miembros del Gobierno cuya gestión aprueban los encuestados. Y, si las cosas se desarrollan como están planificando desde el mismo entorno de Zapatero, el vicepresidente tendrá ocasión de confirmarlo o desmentirlo ante las urnas. Eso será, en todo caso, si desde el seno del PSOE no surge alguna candidatura alternativa que, acogiéndose a los Estatutos de su partido, obligue a celebrar unas elecciones primarias y tuerza los planes que ultima la cúpula del PSOE.