Cataluña vuelve a la senda de CiU y liquida el tripartito

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El candidato de CiU, Artur Mas, junto a su mujer, Helena Rakosnik, el secretario general Josep Antoni Duran Lleida (2-i), y el expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol (i), en el balcón de un céntrico hotel de Barcelona, ayer por la noche, tras vencer en las autonómicas catalanas. (Alberto Estévez / Efe)

Tal como pronosticaban las encuestas, los catalanes decidieron el domingo sustituir al tripartito por un gobierno de la federación nacionalista de centro derecha Convergencia i Unió (CiU). Los 62 escaños que le otorgaron en las urnas frente a 28 de su inmediato competidor, el PSC, permiten a Artur Mas i Gavarro convertirse en el próximo presidente de la Generalitat, facilitan la gobernabilidad sin necesidad de pactos estables y refuerzan la influencia de CiU en el Estado. El derrotado president José Montilla anunció su retirada como primer secretario del PSC en el próximo congreso del partido. El PP obtuvo el mejor resultado de su historia en Cataluña y con 18 escaños se situó como tercera fuerza política. ERC perdió la mitad de su electorado y bajó de 21 a 11 escaños. ICV perdió 2 pero salvó los muebles. Y el ex presidente del Barsa, Joan Laporta, irrumpe en el Parlament con un mensaje independentista radical y 4 diputados.

La participación fue cuatro puntos superior a las elecciones de hace cuatro años. Si en 2006 acudieron a votar 2.959.027 catalanes (el 56,77% del censo), este domingo lo hicieron 3.130.061 (el 59,95% de los 5,4 millones de electores). Esa afluencia fue interpretada en las sedes y hoteles electorales de los partidos como una gran noticia, pues entienden que disipa la desafección de los ciudadanos hacia la política y los políticos.

CiU obtuvo 1.196.000 votos (el 38,48%) frente a 928.511 en 2006 y gana 14 escaños, pasando de 48 a 62 diputados. El PSC baja de 789.767 votos hace cuatro años (el 26,81%) a 569.256 (el 18,31%) y pierde 9 escaños: de 37 se queda en 28. El PP logra situarse como tercera fuerza política, con 18 escaños frente a los 14 con que contaba y con 383.212 votos (el 12,33%) frente a 313.479 papeletas hace cuatro años. Iniciativa per Catalunya i Verds, la fuerza hermana de IU, supera en votos a ERC (230.000 frente a 218.000) y ambas formaciones obtienen 10 escaños cada una. La formación Ciudadanos (C’s) supera los 100.000 votos y mantiene sus 3 diputados. Y Laporta, con menos votos que C’s, logra 4 diputados.

Aparte las consecuencias políticas inmediatas –el relevo de Montilla por Mas y el regreso de CiU al Gobern tras siete años en la oposición después de que el PSC, con Pasqual Maragall ganase en votos populares y pusiera fin a 23 años de pujolismo--, los resultados permiten constatar dos realidades conectadas entre sí: la derrota de la izquierda y el trasvase de votos del nacionalismo de izquierda al moderado y conservador de CiU.

Aquella izquierda plural que formó el tripartito (PSC, ERC e ICV) pierde 22 diputados y la derecha (CiU y PP) gana 18. Las formaciones progresistas suman 58 escaños y se quedan a diez de la mayoría absoluta. Las conservadoras (CiU y PP) suman 80 escaños y rebasan en 12 los 68 de la mayoría absoluta. Según la interpretación de los socialistas Miquel Iceta e Igini Clotas, cabe atribuir su pérdida a la crisis económica y a los errores del propio tripartito.

Joan Ridao y otros dirigentes de ERC reconocen que una gran parte de los 200.000 votos que han perdido han ido a parar a CiU, que crece en una proporción similar y obtiene mejor rendimiento en número de escaños debido a la ley d’Hont. Los republicanos asumen también que la división interna y la aparición de Laporta con la bandera independentista les ha perjudicado porque su ideología es “transversal”, pero confían en recuperar la confianza de los ciudadanos porque son una opción seria que sobrevivirá a la ola conservadora y a los fenómenos radicales y difusos.

Impulso de Mas y adiós de Montilla

El ganador indiscutible y futuro president, Mas, compareció en el hotel Majestic cuando faltaban unas décimas para que terminase el escrutinio y prometió gobernar para los 7,5 millones de catalanes. “El pueblo nos ha dado la mayoría suficiente y la recibimos con humildad, responsabilidad y esperanza”. Flanqueado por la plana mayor de la federación, incluido el ex president Jordi Pujol y su esposa Marta Ferrusola, dijo sentirse “servidor, no salvador” de Cataluña y tras advertir que “la realidad y los tiempos son muy difíciles” convocó a todos a “levantar Cataluña” y a construir “una Cataluña mejor que se haga respetar y sea respetada”.

En contraste con la alegría que se respiraba en el Majestic, cuya fachada fue adornada con una gran senyera, en la sede del PSC dominaba la seriedad. Nada más conocer la encuesta de TV3 a pie de urna, Iceta se apresuró a reconocer la derrota y felicitó a CiU por su triunfo. Un espontáneo le lanzó una sustancia viscosa a la frente y le gritó: “¡Viva España!” “Lo lamentamos”, dijo Durán i Lleida ante la hilaridad de los seguidores de CiU. Ya con los resultados definitivos, Montilla compareció acompañado de la ministra de Defensa Carme Chacón y de los miembros de la dirección del PSC y anunció “una reflexión” para “renovar el partido” en el próximo congreso, en el que él no seguirá como primer secretario.

El dirigente de ERC, Joan Puigcercós, encajó el resultado con aparente tranquilidad y sin ningún anuncio especial. El candidato de ICV, Joan Herrera, estuvo acompañado por su antecesor Joan Saura y prometió ejercer una oposición constructiva en defensa de los derechos sociales y de las clases desfavorecidas. Los independentistas de Laporta celebraron su entrada en el Parlament con gritos de “terra lliure” y anunciaron que su primera iniciativa será por la independencia de Cataluña.

Para la dirigente del PP Alicia Sánchez Camachoel resultado era impensable, no lo podíamos soñar”. El 12% del voto fue interpretado también en Madrid por la secretaria general, María Dolores de Cospedal, como “el mejor resultado de la historia” y “un signo de que vamos al alza también en Cataluña”. Aunque los responsables del PP evitaron pronunciarse en público, se felicitaron en privado de que la Plataforma por Cataluña, de orientación ultra y xenófoba, no haya entrado en el Parlament. Al comienzo del escrutinio llegó a figurar con 3 diputados.

3 Comments
  1. Jose says

    Y lo curioso de todo esto es que a CIU no la vtó el 91% de los electores catalanes; entre los que incluyo, claro está, a ese 40% que pasa de esta partitocracia que tenemos.
    Para tener una democracia reprensentativa, urge cambiar esta ley electoral que permite que CIU gobierne con una representación tan raquítica del electorado catalán.

  2. celine says

    En realidad, ¿por qué nunca se ponen a cambiar esa ley electoral? Que beneficie a los grandes, ¿es suficiente para que la gente lo permita? Referendum.

  3. Zaratustra says

    Demasiada gente quiere más de aquello que le perjudica

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