No es una misión militar en sentido estricto, pero, según la ministra Carme Chacón, es para sentirse orgullosos de que más de 4.000 alumnos de 22 centros escolares libaneses hayan aprendido castellano gracias a las clases promovidas por los cascos azules españoles con el apoyo del Instituto Cervantes. Ayer en Bosnia y Kosovo y hoy en Afganistán y Líbano, los militares contribuyen a extender el idioma común.
La titular de Defensa ha remitido un balance por escrito al diputado del PP Arsenio Fernández de Mesa, según el cual, los 1.047 efectivos desplegados desde el otoño de 2006 en la zona de Marjayún –22 están adscritos al cuartel general en Naqura-- ha realizado más de 73.000 patrullas de vigilancia del alto el fuego con Israel y cerca de 1.500 misiones de desactivación de explosivos que han permitido inutilizar más de 4.000 artefactos y limpiar una superficie superior a 400.000 metros cuadrados.
El contingente ha desarrollado otras tareas complementarias entre las que los mandos destacan la asistencia sanitaria a más de 13.000 civiles libaneses, la distribución de ayuda a las gentes más necesitadas y, sobre todo, han impartido cursos de castellano a los mencionados cuatro mil alumnos que se han apuntado voluntariamente.
Desde enero de 2010, el general español del Ejército de Tierra Alberto Asarta se encuentra al mando de la Fuerza de Naciones Unidas para Líbano (FINUL), compuesta por 12.000 cascos azules de 32 países. Se trata del primer militar español que asume al mismo tiempo la jefatura y el mando de fuerza en una operación de paz de la ONU. El Consejo de Seguridad prorrogó su mandato en enero pasado por un año más.