Sembrando sal

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El Movimiento del 15-M y la enrabietada reacción de un sector no por minoritario menos relevante de Izquierda Unida a la hora de negarse a pactar alcaldías con el PSOE han puesto de relieve la crisis de anquilosamiento que vive la izquierda. Que la derecha defienda el sistema electoral mayoritario y reclame, por ejemplo, que la lista más votada sea la que nombre al alcalde aunque otras fuerzas sumen más votos juntas es algo que se enraíza en sus propias tradiciones de caudillismo. Pero que los socialistas se nieguen a corregir la Ley D´Hont y favorecer una mayor representatividad de los partidos minoritarios sosteniendo, por ejemplo, el sistema exclusivo de elegir diputados y senadores por provincias, sin un fondo nacional u otras alternativas semejantes, no es de recibo.

En las manifestaciones de protesta del 15-M durante las tomas de posesión de alcaldes se ha evidenciado con el “No hay pan para tanto chorizo” la profundidad de la alternativa cuando se denuncia la patética circunstancia de que repitan en el cargo imputados judiciales que los grandes partidos han mantenido en sus listas. Pero también se han cantado consignas contra el sistema electoral como la de "Que no, que no, que no nos representan" que explican el malestar por la ausencia de una mayor representatividad política de las minorías o la falta de respeto de los partidos mayoritarios por sus propias bases cuando se alejan de sus compromisos en beneficio de los poderosos (léase bancos, para resumir).

Se ha sembrado sal. Y han crecido piedras. Es lo que explica la actitud de ese sector de IU que prefiere, con su abstención, permitir que gobierne el PP en la comunidad de Extremadura o en muchos ayuntamientos, sobre todo andaluces, castellano-manchegos y extremeños. Aunque hay que destacar que son casos minoritarios. dejando bien sentado que la decisión federal es evitar que el PP gobierne en ningún sitio. Ni por acción por omisión.

El acuerdo suponía gobernar juntos en 282 ayuntamientos, según la Secretaría de Política Municipal del PSOE. De esos 282 municipios susceptibles de pacto, los socialistas tienen mayoría de ediles en 197 (el 70%); la federación, en 41 (el 15%) y ambas empatan en 44. Andalucía es la comunidad clave en este juego de alianzas, al concentrar 156 de esos 282 potenciales pactos, seguida de Castilla-La Mancha, con 31 corporaciones en juego y Extremadura, con 30.

El sábado, IU favoreció que gobierne el PP en 45 alcaldías y a cambio, gracias al PP, la coalición de Cayo Lara consiguió 15 consistorios. En definitiva, que casi medio millón de españoles tendrán alcalde del PP gracias a IU. Y en ciudades como Coslada (Madrid), Hellín (Albacete), Carmona (Sevilla), Montilla (Córdoba), Alcalá de los Gazules y Chipiona (Cádiz), Almonte (Huelva) y Olivenza, el pueblo donde nacieron Juan Carlos Rodríguez Ibarra y Guillermo Fernández-Vara.

En esos lugares, han sido más los odios africanos que los criterios políticos (sólo en el pueblo cacereño de Brozas IU no votó al candidato del PSOE porque lo había acusado de corrupto) los que han provocado la división, como sucede con la Junta de Extremadura, donde los ex socialistas asociados a IU son los que quieren permitir que gobierne el PP. Pero aunque los treinta años de hegemonía socialista hayan provocado las iras de muchos, hay que colocar altas las miras. Sobre todo si se tiene en cuenta que cuando Julio Anguita teorizó el “sorpasso” y lo aplicó en Andalucía negándose a pactar con los socialistas, lo que consiguió fue que dejó gobernar en minoría a los “populares” y, como bien evidencia el ejemplo de Málaga, donde Celia Villalobos tomó el bastón de mando, la izquierda no volvió a recuperar lo abandonado.

Con todo, lo sucedido invita a la reflexión por todas las partes. Y no es buen camino que Hernando y José Bono hablen de la pinza de Anguita y José María Aznar, porque ahora no es eso, ni que Gaspar Llamazares responda indignado que la única pinza que hay en España es la que hacen PSOE y PP manteniendo una Ley Electoral que favorece el bipartidismo.

Ni IU puede caer en el izquierdismo personalista e infantil ni el PSOE mantenerse en la arrogancia del somos los más grandes y seguiremos viviendo tan panchamente del voto útil. La travesía del desierto de la izquierda se anuncia larga en España y en Europa. Y sólo buscando la unidad por la vía de la generosidad evitaremos la amenaza de los quinientos años de Talón de Hierro que adelantó uno de los mejores escritores socialistas de todos los tiempos: Jack London.

7 Comments
  1. Akampados says

    La pinza de siempre es la del PPSOE en todo el estado. Ahora que en Euskadi han pinchado en hueso por mucho que utilicen a jueces, policia y leyes como el mismísimo franco hacía, a su antojo. Que IU no quiera pactar con caciques del PSOE que en nada se diferencian a los del PP, esos personajes a lo Bono-Ybarra-Rosa Diez que lo mismo están a la derecha de su propio partido dentro o fuera, o incluso con el conflicto vasco a la ultraderecho incluso del PP con los Oreja, no solo no es una pinza, es un acto de regeneración democrática. Malos tiempos para Berlusconni, Merkel, la derecha portuguesa, la buena gente de badalona gobernada por un NAzi racista del PP con apoyo de CIU ( de coña), pero para la izquierda, en absoluto. En el parlamento, senado y congreso no hay de izquierdas más que los ordenanzas, el resto derecha, ultraderecha y filonazis.

  2. celine says

    Hombre, Akampados, no metas a Rosa Díez en el saco de los Chávez, Bonos Ibarras, please. Aunque te comprendo, hay que esforzarse en distinguir matices. Deja un asomo de esperanza, hombre.

  3. Runaway says

    ¿Quien dijo aquello de que la historia se repite, primero como tragedia y después como farsa?
    La reedicción de la «pinza» es un hecho, aunque IU siga diciendo que ninguna de las dos existió. Por eso más que Izquierda Unida, desde entonces es Izquierda Hundida, y no todo por culpa de la ley D’hont precisamente.

  4. FRANCISCO PLAZA PIERI says

    Nunca votaría a IU por nada del mundo, una coalición de, de quién sabe qué.
    Antes, hace unos años con Anguita, una pobre criatura que, a lo más que aspiraba era a un puesto vitalicio…, a costa de lo que fuese.
    Esto fue.
    Así sucedió con aquellas dos figuras, estos socialistas…, que nunca se llegó a investigar.
    De los dos que, estando en mayoría los socialistas e IU para gobernar la Comunidad de Madrid, se largaron con el botín debajo del brazo…, y del finado Fernández, nunca más se supo…, porque a nadie, o a casi nadie le interesó saber.
    ¡Y ahora, otros cuatro años con esta nefasta criatura!
    ¡Con y sin esperanza…!

  5. Mayoyo says

    En Málaga fue el PSOE el que se negó a apoyar a IU. Felipe González no estaba dispuesto a dejar gobernar a Antonio Romero, y prefirió dejar gobernar a Celia Villalobos. Es que cuando el PSOE habla de pinza se refiere a que le va de vez cuando…..

  6. Runaway says

    Cita de Mayoyo: «En Málaga fue el PSOE el que se negó a apoyar a IU. Felipe González no estaba dispuesto a dejar gobernar a Antonio Romero, y prefirió dejar gobernar a Celia Villalobos »

    Vamos a ver, podras intentar manipular a lo ignorantes o confundir a los despistados, pero a mí no porque soy de Málaga y 43 años de mi vida transcurrieron allí. Responde a algunas preguntas para que te dé credibilidad ¿ Con qué mayoría pretendía ser Antonio Romero de IU alcalde de Málaga? ¿Siendo la tercera fuerza política después del PSOE y siendo Celia Villalobos del PP la más votada? Hay una cosa que a ní me repatea mucho: que me tomen por imbécil y que insulten a mi inteligencia; soy corto de entendederas pero no tanto.

  7. Pepito La Gomera says

    El error es seguir pensando que el PSOE es de izquierdas, aunque igual lo es cuando defiende la monarquía, los recortes sociales o se pone de rodillas ante el vaticano.

    A mi me parece perfecto que Iu se haya abstenido, como veo mucho ilustrado por aquí, diganme por favor cinco diferencias entre el PSOE y el PP y no vale que unos van en audi y otros en BMW, ni que unos acaban trabajando como consejeros de telefonica y los otros en Gas natural

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