Aquella generación política con acento andaluz

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Cubierta del libro de Rafael Román.

No se yo si algún día se escribirá la crónica que insinuó José Ortega sobre las  pendulaciones del centro de gravedad de la política española entre la mitad alta y la mitad baja peninsular, esa curiosa oscilación entre las épocas norteñas y las meridionales, pero si así fuere, el último cuarto del siglo XX y el más largo periodo de libertad y prosperidad del país coincidiría con una cierta hegemonía del acento andaluz, canalizado por el PSOE de Felipe González y Alfonso Guerra. Viene esto a cuento del libro de memorias del exdiputado socialista gaditano Rafael Román que presentaron el jueves en el patio del Convento de San Francisco de Cádiz el periodista Juan José Téllez, el escritor José Manuel Caballero Bonald y el propio Guerra.

A la espera de que el libro de Román, Crónica de una generación (Publicaciones del Sur), cruce Despeñaperros y llegue a las librerías cercanas, me limito a reflejar algunas referencias del acto: 300 personas –muy pocos cargos del PSOE-A de José Antonio Griñán--, y a señalar que el autor, profesor universitario, ha sido por más de dos décadas un dirigente apreciado en la tierra donde nació la democracia liberal y ahora celebra el bicentenario de las Cortes de Cádiz. Fue concejal, presidente de la Diputación, senador, diputado, es hombre de bien y una de esas personas que por su sabiduría y fina ironía contagia contento y alegra la vida a los demás.

Dice Fernando Santiago, presidente de la Asociación de la Prensa, en su columna en Diario de Cádiz que el libro promete ser interesante, ameno y bien escrito, como corresponde al autor, con un agudo sentido del humor y una extensa cultura. Comienza con una cita de Bonald: “Complejas son, y mudadizas, las leyes del recuerdo”, y narra los avatares personales y políticos de aquella generación que recuperó para España el predominio del acento andaluz. Debates en el PSOE, luchas de poder, errores y aciertos, vivencias del 23-F, relaciones con Rafael Alberti y su viuda, con Gabriel García Márquez…, y otros relatos estimulantes jalonan sus páginas. El libro termina con la respuesta del general Lee a Lincoln: “Tampoco podemos desistir de lo que aún podemos hacer”. No se yo si en la teoría orteguiana del péndulo entre el norte y el sur se referirá a ese pacto entre andaluces y catalanes que muchos consideran necesario y hasta perentorio para relanzar la política del PSOE. Se lo preguntaré cuando le vea en Madrid.

2 Comments
  1. Selva Otero-Pizarro says

    El testimonio más importante de estos años que llevamos encima. Escrito con líneas maestra y total valentía. La presentación en Cádiz un lujo irrepetible, como Rafael Román.

  2. Antonio says

    Vaya forma de ponerme los dientes largos…

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