"El 27O no ha sido un fracaso. Tenemos más capacidad de convocatoria que los sindicatos"

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Aníbal Malvar *

Cabecera de la manifestación de ayer en Madrid, a su paso por Gran Vía, contra los Presupuestos. / Victor Lerena (Efe)

El movimiento indignado es cosa de la primavera. Cuando llega el frío, la calle no es hospitalaria para nadie. Tras la feraz irrupción del 15-M en 2011, la contestación callejera pareció escurrirse por las alcantarillas llegados el otoño y el frío. Los medios de comunicación los dimos por muertos. Hasta que regresó otra primavera. Y en el primer aniversario del movimiento, la calle volvió a ser de los protestatarios.

Anoche el 25S volvió a rodear el Congreso de los Diputados para impugnar los presupuestos generales del Estado, pedir la dimisión del gobierno y el impulso de un nuevo proceso constituyente. “Los presupuestos de la deuda”, los califican, pues el PP pretende destinar 38.590 millones a ese concepto. Y ayer, como ocurriera el pasado martes, en la plaza de Neptuno apenas permanecieron un par de miles de personas hasta las diez. Poca participación si se compara con las movilizaciones de septiembre. Ayer hacía frío y soplaba un viento hiriente. Muchas de las personas que participaron en la marcha previa, que partió de la plaza de España a las 18 horas, no duraron ni quince minutos en Neptuno. Poco más tarde de las ocho y media, empezó la lógica deserción de los frioleros. Sobre todo gente mayor. Los jubilados, grandes protagonistas del Rodea al Congreso del 25 de septiembre, ayer apenas se dejaron ver.

La afluencia de autobuses llegados de otros puntos de España tampoco fue significativa. Eso sí. Cada vehículo fue detenido, registrado y sus ocupantes, identificados muy minuciosamente.

Por lo demás, una jornada tranquila. Ni heridos ni detenidos ni cargas policiales. A las nueve de la noche, en Neptuno, se podía asegurar que era mucho más visible la presencia policial que la ciudadana. Unos 1.500 agentes armados hasta la sombra para controlar a unas 1.500 personas con pancartitas. Extraña y cara ecuación en época de crisis.

Como en cada protesta de este tipo, desde que nacieran el 15-M y sus herederos, se produjeron identificaciones y advertencias de posibles sanciones de hasta 300 euros a los manifestantes, ya que la marcha no estaba oficialmente autorizada. Pero estas identificaciones fueron muy inferiores a las realizadas en manifestaciones precedentes. Nada se supo de los presuntos grupos radicales violentos que, según advertía el viernes la policía, vendrían desde distintos lugares de España, y desde montañas no muy remotas, a sembrar la violencia, el terror y el caos en Madrid.

Desde la Coordinadora25-S no consideran un fracaso la participación de ayer. Una de sus portavoces lo concreta: “Es normal que se movilice menos gente cada vez. Por el frío. Por las campañas de desprestigio que hemos tenido. Por un montón de cosas. No esperábamos más participación. Y es normal que acuda menos gente mayor. Yo, a mis padres, que siempre están en todas, les he pedido que no vengan hoy [por ayer]. Mi madre está recién operada y le dije que mejor se fuera a las protestas contra Bankia, que son más tranquilas y hace menos frío. En todo caso, hoy hemos tenido más participación que algunas de las manifestaciones que convocan los sindicatos mayoritarios, con todo el aparato de propaganda que ellos tienen. No ha sido un fracaso”.

Ahora queda debatir si, una vez que pasen el trámite del Senado y regresen al Congreso para su aprobación definitiva en diciembre, los presupuestos generales del Estado serán objeto o no de una nueva respuesta callejera. Hoy mismo se reanudan las asambleas para tratar el tema.

(*) Aníbal Malvar es periodista y escritor
6 Comments
  1. Patéticos says

    Pues si todo su logro es decir que tienen más capacidad de convocatoria que las centrales sindicales (cosa que no se creen ni ellos) menuda victoria del pijo. Ahora compiten en convocatoria con los sindicatos sin pensar que la inmensa mayoría de los fuimos ayer también estamos afiliados. Ahora, si este «portavoz», que ya se cree un gran estadista, va a contar así las cifras, que no se preocupe, de ahora en adelante solo acudiré a las manifestaciones que convoquen los sindicatos. Que os vaya bien, flipaos.

  2. Jorge says

    Yo creo que el portavoz no quiere decir que tengan más poder de convocatoria que los sindicatos desde una perspectiva de competencia, si no, más bien, que a la manifestación a acudido más gente que a algunas convocadas por los sindicatos a pesar de que estos tienen una capacidad de propaganda y difusión mayor, y que en vista a esto, a la teórica dificultad que tiene de llegar a la gente, las movilizaciones han sido un éxito.
    A mí entender el titular no concuerdo con lo dicho.

  3. cajun says

    mientras vuestras opciones consistan en recibir palos, ireis perdiendo gente poco a poco. La culpa no es del frio, si no de una lucha que sólo recibiendo hostias no se puede ganar

  4. hochi says

    Ayer cuando lo leí me enojé. He participado en septiembre y en octubre en las acciones tras la reestructuración del RodeaCongreso. Soy también afiliado a un sindicato, y aunque comprendo algunas críticas, desde el 15M, tanto en mi asamblea popular como con otros compas, trato de que la convergencia sindical-popular se abra camino. El mensaje del protavoz es un error y una injusticia. Un error porque no podemos hablar el lenguaje del poder que nos obliga en cada acción a ser más o entonces es que ya no hay fuerza a nuestras demandas. Nosotros hacemos acciones y será el poder, los medios los que hagan lecturas cuantitativas, pero no nosotros. Y una injusticia a qué carajo viene esa comparación con los sindicatos, falsa por otro lado lógicamente, cuando además estamos todos convocados a una huelga general ibérica y de movilización en toda Europa en 16 días. No nos obliguéis a elegir entre mamá (15M, Coordiandora 25S) o papá (sindicatos de clase y representativos). Hablar, converger y unir fuerzas que no estamos para divisione sy confrontaciones en el bloque social sindical popular. Ni infantilismo, ni paternalismo

  5. ogry says

    Que pobreza de discurso, madre mía…

    El 25S no es un movimiento militante, no busca crear una milicia que gane la batalla en la calle, por la fuerza sea de las armas o del número. No es una revolución decimonónica, a ver si nos enteramos de una vez. Y mucho menos una competición con otras fuerzas sociales a ver quién la tiene mas grande

    El 25S es el movimiento que expresa el momento actual y mas avanzado del pensamiento sobre la democracia, como solución a la forma de organizarse una sociedad. Es una revolución en el pensamiento de la izquierda, de esa izquierda que reflexionó sobre la propiedad de los medios de producción, sobre las plusvalías, que llevo a la práctica esa reflexión y que observó, con pavor, como a pesar de socializar y planificar la economía, el mecanismo de la injusticia y la desigualdad seguía ejercitando su demoledora labor, casi al mismo ritmo que en los países en que ese mecanismo no fue corregido, pues las oligarquías consiguieron mantener el poder sobre los mecanismos de decisión. Esa izquierda reclama ahora que el procedimiento para la toma de decisiones se democratice, mas allá de la democracia formal representativa, y se reconozca de manera plena y formal la soberanía del pueblo, por encima de la tiranía de los poderosos, que gobiernan con la fuerza de los hechos y desde el control de la ley, las vidas y haciendas de los hombres.

    Y este pensamiento, ninguna empalizada, por muy alta que sea, se le puede resistir. No porque los que ya estamos contaminados con su verdad seamos mas fuertes o mas numerosos, sino porque es una idea que nos lleva a un nuevo mundo, a un mundo que todos deseamos. Hoy está en nuestra voz, pero pronto esa idea dejará de ser marginal, pasará a ser tendencia, luego se convertirá en corriente, para acabar siendo hegemonía, y se colará por cada puerta, por cada ventana, por cada resquicio que quede entre las vallas que rodean al congreso.

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