El ministro de Defensa ejerce como representante de la empresa Urovesa

El ministro de Defensa, Pedro Morenés Eulate, el menos conocido del Gabinete de Mariano Rajoy a pesar de sus ocho años de servicio como secretario de Estado de Defensa y de Interior en los gobiernos de José María Aznar, dedica sus mejores esfuerzos a la exportación de armamento a países que no respetan los derechos humanos, principalmente, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes y Marruecos. El ministro se ha convertido además en el mejor valedor de la empresa gallega Urovesa, fabricante de vehículos militares Uro, nombre de un toro que pastaba en Europa en la antigüedad y se extinguió en la Edad Media en Polonia.

Ya fue sorprendente que en la nota oficial de su segundo viaje a Riad, la capital de Arabia Saudita, el ministro del que no han oído hablar más del 60% de los españoles según la última encuesta del CIS, incluyera sus gestiones para la venta de vehículos de la empresa Urovesa al régimen de los Saud al mismo nivel que las orientadas a venderles carros de combate Leopard de Santa Bárbara Blindados o fragatas F-100 de la pública Navantia.

Pero si en aquel viaje, en marzo pasado, la mención de la empresa gallega de la familia Sierra se justificaba como el único pelo de una ocasión que pintaban calva por la competencia alemana en materia de tanques, los buenos oficios de Morenés como representante de Urovesa se repitieron en abril pasado en la nota oficial sobre las relaciones de cooperación militar con Marruecos.

En efecto, en su cuarto encuentro en un año con su colega marroquí, Abdeltif Loudyi, Morenés no sólo incluyó el nombre de esa sociedad en el parte de actividades conjuntas, sino que le acompañó personalmente a visitar la factoría de Urovesa en Santiago de Compostela y le animó a que renueve la flota de sus Fuerzas Armadas con los vehículos todo terreno de alta movilidad táctica (VAMTAC 4x4) que monta la empresa gallega con una plantilla inferior a 300 trabajadores.

Con un diseño similar a los Humvee estadounidense y motores de Iveco, los Uro, que se comenzaron a fabricar en 1998, ya fueron adquiridos por Marruecos en 2008. Y aunque la Infantería de Marina española los despreció en su día, estos Humvee de los pobres tienen una autonomía equiparable a los originales (600 kilómetros), gastan igual (15 litros/100 kilómetros) y son mucho más baratos (24.000 euros el modelo básico). Por eso son para “pobres”.

Con todo, el ministro marroquí, que aprovechó su visita a España para interesarse por los aviones apagafuegos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y por los sistemas de telemedicina que utiliza el Hospital Gómez Ulla en coordinación con otros centros y con los hospitales de campaña, sólo se comprometió a recibir en Rabat a una expedición de empresarios españoles para que conozcan las necesidades del Ejército de su majestad Mohamed VI y ofrezcan sus productos. Pese a los esfuerzos de Morenés, ya es sabido que Francia y Estados Unidos seguirán siendo los principales suministradores de armamento al vecino del sur.

La querencia de Morenés por los Uros también ha quedado de manifiesto en el ámbito interno con la adjudicación de un contrato sin concurrencia para la compra de 772 unidades por 149 millones de euros, lo que garantiza a la empresa que dirige José Sierra una carga de trabajo para los próximos cinco años. Los Uro, de once modelos adaptados a las distintas necesidades y cometidos, se repartirán entre el Ejército de Tierra (519), la Armada (99), la UME (78) y el Ejército del Aire (76).

Además de los mercados árabe y marroquí, el ministro y su número dos, Pedro Argüelles, siguen promocionando las ventas de armamento español a los países emergentes y estos días tienen la vista puesta en Brasil y en Turquía. La oferta ya es conocida: patrulleras, corbetas, fragatas, carros de combate, municiones –incluidos misiles de alcance medio--, próximamente drones y, por supuesto, Uros.