Los barones del PSOE se conjuran para adelantar las primarias o forzar un Congreso extraordinario

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El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubacalcaba, ayer, durante su intervención en e pleno del Congreso. / Juan Carlos Hidalgo (Efe).
El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubacalcaba, ayer, durante su intervención en e pleno del Congreso. / Juan Carlos Hidalgo (Efe).

Un grupo de barones del PSOE se ha conjurado para conseguir que de la Conferencia Política, que se celebra en Madrid los días 8, 9 y 10 de noviembre, salga ya la decisión de celebrar unas primarias en las que se elija al candidato a la presidencia del Gobierno inmediatamente después de las elecciones europeas de mayo del año que viene. Y la presión sobre el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, en cuya hoja de ruta no entra esa posibilidad, será tan enorme que federaciones decisivas como la andaluza, la castellano-manchega, la valenciana y la madrileña, entre otras, ya hablan de que, si no hay primarias “porque en Ferraz ni Dios quiere primarias”, debe celebrarse un Congreso del partido en otoño de 2014 que resuelva de una vez por todas el problema del liderazgo futuro del partido. La disyuntiva, dicen, es clara: o hay primarias en otoño del año que viene, lo más tardar, o intentarán forzar un Congreso extraordinario que cambie a Rubalcaba .

Sobre el contenido oficial de la Conferencia, que ha coordinado más que satisfactoriamente Ramón Jáuregui, según criterio general, apenas si hay debate aunque, como ha explicado Oscar López, 10.158 de las 12.617 aportaciones que se han presentado a discusión responden a iniciativas que sirvan para modernizar el país, o sea, sobre la economía, el empleo, la justicia o el medio ambiente. Hay alguna de modelo de país, pero tanto en el PSOE como en el PSC se considera que el debate sobre el modelo federal ya se resolvió en la Conferencia de Granada antes del verano y que es mejor que nadie lo reabra ni directa ni indirectamente teniendo en cuenta los problemas que han surgido por el derecho a decidir y la consulta de Artur Mas.

Las cuatro comisiones oficiales que debatirán sobre el futuro programa electoral del PSOE y los seis foros de diálogo abiertos sobre los seis temas centrales del nuevo proyecto socialista (reforma local, medio ambiente, economía y empleo, laicidad, globalización -en el que intervendrá Felipe González- e igualdad –en el que lo hará José Luís Rodríguez Zapatero), donde se articulará el proyecto socialista para los diez próximos años, apenas generan polémica.

Sin embargo, hay 2.459 enmiendas, el 20% de las aportaciones, que tratan de las reformas necesarias que deben llevarse a cabo en el interior del partido, entre ellas, como tema estrella, la celebración de primarias. Y ahí es donde saldrán a relucir los lucientes cuchillos, que diría Lorca.

Todo el mundo considera que Pérez Rubalcaba no va a presentarse a las primarias, pero quiere seguir liderando el partido el mayor tiempo posible, cuando menos hasta después de las autonómicas y municipales de mediados de 2015. E incluso más allá, hasta que se celebre un Congreso después de las generales, aunque en la etapa final haya bicefalia tras la elección del candidato, que él quiere que se realice a las puertas de los comicios generales que espera que Rajoy convoque cuando toca, a finales de ese año.

Susana Díaz, la presidenta andaluza que ha sucedido a Griñán, y unos cuantos barones más tienen, sin embargo, otros planes. De hecho, algunos como el madrileño Tomás Gómez o el alcalde de Toledo, Emiliano García Page, preferirían que las primarias para elegir el candidato a liderar el PSOE incluso se celebrasen antes de las elecciones europeas de mayo para que el tirón mediático ayudase a evitar otro descalabro electoral. No obstante, sabedores de que Andalucía es la columna vertebral del partido federal en estos momentos, han decidido aceptar la decisión de Díaz de cumplir el pacto sobre la hoja de ruta firmado entre Rubalcaba y Griñán, basado en la teoría de que las primarias deben ser después del 25 de mayo para que no perjudiquen la imagen del nuevo líder.

Otra cosa es que hasta Díaz considera que la elección del candidato presidencial se celebre nada más pasar las europeas para que la imagen de cambio ayude en las municipales y autonómicas del 2015. Un grupo de líderes de federaciones que no controla Rubalcaba piensa que sería un disparate hacer primarias para elegir los candidatos autonómicos y de las alcaldías de las grandes ciudades y que luego se dividieran en la batalla por la elección del candidato de las generales. Esa batalla interna perjudicaría, aseguran, las buenas posibilidades que se han abierto en esos ámbitos autonómico y municipal como consecuencia del ajuste llevado a cabo por Rajoy.

De ahí que en la próxima Conferencia Política ya se aborde el debate del modelo de organización y de primarias a cara de perro. Y que Díaz haya decidido ser protagonista especial aunque todavía no sea la secretaria general del PSOE-A porque su elección se hará en el Congreso Regional extraordinario que se celebra en Granada los días 23 y 24 de noviembre, apenas dos semanas después de la Conferencia.

Díaz propondrá la limitación de las presidencias del Gobierno central y del autonómico a dos mandatos, como ya adelantó Griñán que propondrían los andaluces, y planteará una serie de medidas de transparencia en las instituciones y contra la corrupción que buscan acabar en la medida de lo posible con la desafección ciudadana contra la política. Y, a nivel interno, se inclina por la celebración de primarias abiertas en las que no solo participen los militantes.

Como consecuencia de ese debate, volverán a salir a la palestra los nombres de quienes aspiran a suceder a Rubalcaba, entre los que ha adquirido fuerza especial el del líder castellano-manchego, García Page, desde que se sabe que la presidenta andaluza indica en privado que es partidaria de que el candidato sea de la órbita castellana, no catalán –en alusión a Carmen Chacón, aunque se lleva muy bien con ella- o vasco –en referencia a Patxi López y Eduardo Madina. Así, sin más matices: solo “castellano”. Razón por la que todos piensan que se refiere a él. “No se va a referir a Oscar López”, comentan con ironía algunos responsables socialistas cuando se recuerda que es el secretario general de Castilla y León pero fue su adversario directo en el Congreso de Sevilla.

Significativamente, las visitas de barones territoriales a Sevilla son incesantes y dos de las próximas serán la del alcalde toledano y la de Patxi López, quien también tantea sobre sus posibilidades de futuro temeroso del hecho de que Rubalcaba le haya dicho que es su candidato pero no haya movido un dedo en su favor todavía. En todo caso, los contactos de los críticos se han generalizado. Chacón con el madrileño Gómez, el valenciano Ximo Puig con Díaz y con los catalanes del PSC –que por cierto también acudirán a la conferencia y en la que participarán algunos de sus diputados chaconistas-.

En la conferencia quieren lucirse todos, marcar territorio. Incluso Chacón vuelve de Miami e intervendrá en alguna comisión, según señalan sus allegados, quienes añaden que sigue apostando con la candidatura pero se fue a Norteamérica porque sabía que no había nada que hacer hasta después de las europeas y era mejor alejarse de la polémica sobre la soberanía catalana, sobre todo apostando, como hace, por el conjunto de España.

A las puertas de la decisiva Conferencia Política, un barón socialista expresa el sentir general de estos momentos: “Si hoy hubiera primarias ganaría sin duda el candidato de Zapatero, Eduardo Madina, y Rubalcaba no se presentaría porque sabe que perdería contra cualquier otro, fuera el que fuese”.

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