Alumnos de Secundaria se manifiestan en la calle tras el despido de tres profesores

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Rosa Alonso *

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Carteles elaborados por los alumnos contra la dirección del centro y en solidaridad con los profesores expulsados. / CP

Varios alumnos de secundaria del colegio concertado Estudiantes Las Tablas de Madrid se manifestaron en el exterior del colegio dentro del horario escolar el pasado 31 de octubre después del despido fulminante de tres de sus profesores. Los docentes, dos de los cuales eran también tutores, fueron citados al despacho de Dirección en jornada lectiva y se les comunicó el despido alegando falta de rendimiento.

Los alumnos de secundaria, que tienen edades comprendidas entre 12 y 15 años y preparaban ese día la celebración de la fiesta de Halloween, vieron a sus profesores salir tristes por la noticia que acababan de recibir y por propia iniciativa se rebelaron ante lo que ellos consideraban una injusticia. Entre lloros, gritos y empujones algunos empleados del colegio y monitores del comedor decidieron confinarlos en el patio y, tras una hora y media aproximadamente, cuando se calmaron los ánimos, fueron llevados de nuevo a las aulas, en algunos casos sin haber comido.

Ante el nerviosismo del alumnado, los responsables del colegio decidieron dejarles llamar a sus familiares para poder salir del centro. Sin embargo, la salida no se controló debidamente y algunos estudiantes salieron sin permiso familiar y dentro del horario escolar. Una vez en la calle varios alumnos continuaron con su protesta, llegando a verse afectado el mobiliario urbano.

Los familiares que acudieron al centro avisados por sus hijos se encontraron con las puertas del colegio abiertas antes de la hora reglamentada y la policía acudió a tomar declaración. Mientras que el profesorado responsable del alumnado niega fuga alguna, algunos de los progenitores aseguran haber recibido llamadas de sus hijos desde el exterior y están preparando denuncias colectivas ante el juzgado por acoso y dejación de funciones y ante el defensor del pueblo por indefensión.

Se da la casualidad de que las parejas de los tres profesores despedidos forman parte del AMPTA (Asociación de Madres, Padres y Tutores de Alumnos), que precisamente ha convocado para este viernes junta extraordinaria para analizar la situación. Además, estos profesores estaban muy implicados en el Proyecto Educativo del Centro (PEC) e incluso contribuyeron a planearlo para Secundaria desde su inicio. Aunque los  nuevos propietarios del colegio concertado se habían comprometido hasta por escrito a mantener el PEC, la realidad está siendo la contraria y, entre otras cosas, ya comienza a haber deberes y exámenes, algo que no está contemplado en el Proyecto.

No es la primera vez que la policía acude a este centro educativo concertado de la Comunidad de Madrid, inspirado en los principios de la Institución Libre de Enseñanza. Desde que los nuevos propietarios asumiesen el control del centro y comenzasen a introducir nuevas líneas pedagógicas alejadas del PEC y a despedir a profesionales “discrepantes” son ya varias. La más destacada, el pasado junio durante la manifestación organizada tras el despido del anterior director y parte de su equipo.

Otra de las ocasiones fue el 7 de octubre tras una reunión del Consejo Escolar, que hubo de celebrarse en una cafetería cercana debido a la negativa de la dirección de ceder las instalaciones del colegio, a pesar de haber sido convocada bajo el procedimiento habitual y de contar con el quórum suficiente. En esta ocasión la policía tuvo que acudir a mediar entre la abogada enviada por la propiedad y el resto de representantes del Consejo Escolar (familias, profesores y alumnos), uno de cuales es elegido por la Junta Directiva del AMPTA con el objeto de transmitir voz  y voto de la asociación. El único punto del orden del día era la ratificación, como establece el Art. 126 de la Ley Orgánica 2/2006 de 3 de mayo, de Educación, de la nueva directora del Colegio, Brenda Hap, nombrada en sustitución del director despedido. Su candidatura fue rechazada por el Consejo.

Posteriormente, el 29 de octubre, solo dos días antes de los despidos de los tres profesores, y ante la advertencia de la irregularidad cometida, la propiedad del colegio convocaba un nuevo Consejo Escolar con el mismo orden del día. El resultado, a pesar de su insistencia a profesorado, familiares y alumnado para que cambiaran el sentido de su voto, fue el mismo: ocho votos en contra de la ratificación de la directora y cuatro a favor. Por tanto, la actual directora en funciones carece del refrendo del Consejo Escolar del Centro y, por tanto, de la necesaria legitimidad.

Después de este episodio, algunos miembros del Consejo Escolar se personaron en la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid solicitando mediación y la constitución de una comisión de conciliación. Sin embargo, la Consejería todavía no ha resuelto nada. Ni sobre este tema concreto ni sobre el malestar que afecta a los alumnos por los despidos, ni sobre las demandas que vienen realizando familiares del centro para que intervenga ante el alejamiento del PEC y de los principios pedagógicos que dieron origen al concierto educativo. No hay que olvidar que el Colegio Estudiantes Las Tablas es un colegio concertado y cuenta con subvención pública precisamente porque sus principios siguen unas determinadas líneas pedagógicas aprobadas por la Consejería de Educación. Estos cambios se están realizando fuera del periodo regular de matriculación, lo que no da opción a las familias a poder optar por otro centro.

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Una de las concentraciones de padres y madres de alumnos del Colegio Estudiantes Las Tablas, en defensa del proyecto educativo original del centro. / CP

El desencuentro entre la nueva propiedad del colegio y la mayor parte de la comunidad  educativa es tal que aproximadamente el 20% de las familias han llegado a retirar el pago de las cuotas mensuales del complemento formativo del régimen concertado del centro. Esta iniciativa fue votada por mayoría en asamblea del AMPTA.

Con estos ya son diez los despidos en el Colegio Estudiantes Las Tablas desde que la familia Inclán, propietaria del Liceo Europeo en La Moraleja, entrase en la propiedad del centro a través de la empresa Proveedora de ideas comprando el 50% a la Fundación Estudiantes .

Estos despidos resumen el enfrentamiento entre los nuevos propietarios y quienes defienden los principios originales del colegio. Los primeros ocurrieron a final del curso pasado, y quedaron simbolizados en la figura del anterior director, José Canales, y parte del equipo fundacional, a pesar de que éste sí contaba con el respaldo del Consejo Escolar, al contrario que la dirección actual.

De los siete despidos anteriores a los tres que han provocado el malestar de los alumnos y los disturbios consiguientes, tres resultaron improcedentes, dos están pendientes de juicio y otros dos fueron por terminación de contrato a pesar de contar con el compromiso de renovación.

En este contexto de crispación e incertidumbre que viven padres, profesores y alumnos, Gonzalo Inclán, de la nueva propiedad del Colegio Estudiantes Las Tablas, envió el 23 de octubre, días antes del despido de los tres profesores defensores del PEC, un comunicado a las familias que resulta sarcástico, donde se puede leer:

“Quisiera desde estas líneas, en calidad de Representante de la Titularidad del Colegio, trasladar de forma clara e inequívoca nuestro compromiso, así como el de todo el Equipo Directivo del Centro, con nuestro Proyecto Educativo, tal como se ha expuesto en las reuniones de la Titularidad con el Claustro de Profesores y la Junta Directiva de AMPTA. Así como la lógica continuidad de las metodologías y recursos que, con buenos resultados, se venían utilizando en el colegio. Apostamos por todo ello, por su continuidad y refuerzo, y dotaremos a los profesionales que las desarrollan y ejecutan de los medios adecuados”.

Muchas familias se encuentran sumidas en el desconcierto, la preocupación y la incertidumbre ante el futuro de la educación de sus hijos y esperan que la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid tome cartas en el asunto. Algunas incluso se plantean cambiar de centro.

(*) Rosa Alonso y cuatro firmas más de madres de alumnos del Colegio Estudiantes Las Tablas.
7 Comments
  1. Eulalio says

    Me parece indignante el silencio de la Consejería ante lo que está haciendo la nueva propiedad del colegio.

  2. MARIA says

    La Consejería debería pronunciarse, si han aprobado un proyecto educativo y por ello le han concedido la subención, no debería permitir que ahora lo quiten. ¿Y que pasa con los niños de secundaria? ¿Alguien informó que no iba a seguir…? Nadie, y están jugando con niños. Es el colmo de lo que importa en este país el conseguir buenas personas con buenos proyectos, solo les importa la caja.

  3. yateoyi says

    ¿ No esta detrás de esta familia la sociedad (opus Dei) que como en Asturias esta rigiendo y adoctrinando a multitud de colegios concertados ?

  4. Ximena says

    Hola soy alumna del colegio. Estuve presente ese día. Entre al patio y vi como todos los niños lloraban esa imagen no se borrara nunca, fue horrible, los alumnos descontrolados hicieron de todo, quiero decir que no nos encerraron para que nos relajáramos, nos encerraron para evitar que fuéramos a exigir explicación. Ese no se va a borrar nunca de mi memoria, miles de niños llorando, otros por la ira rompiendo cosas y haciendo actos de vandalismo. Todos nos preguntamos el porque, esos profesores no son profesores, son amigos. Quiero decir que no nos dieron permiso para llamar a nuestros padres, nosotros mismos cogimos el móvil para decirles a nuestros padres lo que sucedía. Al finalizar ese horrible día bajando la escaleras para irme al autobús escolar me esperaban dos hombres uno a cada lado de la escalera, me preguntaron que a donde iba, obviamente me di cuenta de que fueron llamados para no permitir que ningún alumno saliera del centro. Lo peor de todo es que la propia directora no estuvo ese día en el colegio.

  5. Gar says

    si el cole alcanzó tan buena fama en tres años, fue por su proyecto educativo, innovador,con una educaciòn activa que funcionaba estupendamente y por supuesto, por su equipo directivo, su profesorado y todo el personal del colegio. Una gran familia.
    Los cursos anteriores, fueron un sueño maravilloso, donde los niños aprendían un montón, estaban motivados y sobre todo, eran felices. Niños que estaban deseando volver al colegio tras el verano. Ya no.
    Todo un despropósito lo que están logrando.

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