Rubalcaba pincha el autobombo de Rajoy

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Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy durante sus intervenciones en el debate del Estado de la Nación. / Efe
Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy durante sus intervenciones en el debate del Estado de la Nación. / Efe

Actualización del 26-2-14

Cayo Lara aprovechó el debate del estado de la nación para volver a pedir la dimisión del presidente Mariano Rajoy. El jefe de filas de Izquierda Plural y líder de IU, que compartió su tiempo con sus compañeros Joan Coscubiela, de ICV y Chesús Yuste, de la Cha, fundamentó su exigencia en la corrupción, el distanciamiento de la España oficial de la España real y la vulneración de los derechos humanos. "España no se merece un Gobierno en B", dijo en referencia a la presunta financiación ilegal del PP y los sobresueldos de dinero negro de sus dirigentes, denunciados por el extesorero y exgerente Luis Bárcenas. Rajoy evitó dar explicaciones. Lara demandó la destitución del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, por los sucesos de Ceuta que costaron la vida a 15 inmigrantes subsaharianos, y el presidente le contestó: "No lo voy a destituir". Lara le solicitó que renuncie a la contrarreforma del aborto, y Rajoy le respondió: "Traeré la ley".

Con un discurso muy contundente en defensa de los trabajadores y las clases populares que están cargando con el peso de la crisis, el dirigente de la tercera fuerza política en número de votos, acusó al jefe del Gobierno de “violar los derechos humanos” y argumentó: “Hacer que mueran inmigrantes y expoliar África es violar los derechos humanos; suprimir la jurisdicción universal es contribuir a la violación de los derechos humanos; quitar la asistencia sanitaria a 800.000 personas es violar los derechos humanos; recortar el 30% del presupuesto contra la violencia de género es contribuir a violar los derechos humanos; no investigar las desapariciones forzosas y los crímenes de la dictadura es despreciar a las víctimas de las violaciones de los derechos humanos”. Rajoy no le contestó.

Previamente, el portavoz de CiU, Josep Antoni Durán i Lleida, no logró arrancar a Rajoy un compromiso de sentarse a negociar "sin líneas rojas" con Cataluña si no quiere "la amputación" del país. El presidente se escudó en que cumplirá y hará cumplir la ley que impide que una parte pueda decidir por todos los españoles y afirmó que el problema no es él sino el president Artur Mas. El debate con Rosa Díez, de UPyD sirvió a Rajoy para decir que también él está al lado de las víctimas del terrorismo. El presidente reiteró su rechazo al referendum catalán frente al portavoz de ERC, Alfred Bosch, quien le comparó con una piedra y le pidió: "deje de levitar, salga de su Matrix" porque no puede seguir "petrificado" sosteniendo que Cataluña no votará, y proclamó: "¡Catalanes, el 9 de noviembre celebraremos el referéndum y lo celebraremos! ¡Votaremos! ¡No tengáis miedo! ¡Es democracia!".

La presunta corrupción y tráfico de influencias que afecta a la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina, y a su consejera de Hacienda obligó a Rajoy a salir en defensa de UPN, asegurando que en esta comunidad "foral y española no ha habido corrupción" y atribuyendo a los socialistas y a Bildu la intención de "llegar al poder por cualquier cualquier procedimiento". Esa fue su respuesta a la intervención del diputado de UPN Carlos Salvador, quien afirmó que si la izquierda abertzale se hace con el poder en Navarra después de 50 años de asesinatos de ETA, "romperá España". Sobre la banda terrorista, que renunció definitivamente a la violencia el 20 de octubre de 2011, el portavoz de Amaiur, Mikel Errekondo, pidió a Rajoy que "acabe con las medidas de excepción y la dispersión de los presos", a lo que éste contestó con el conocido mensaje de que ETA se disuelva y entregue las armas. En esta materia el portavoz del PNV, Aitor Esteban, reclamó esfuerzos por ambas partes.

La hora y media de intercambio dialéctico entre el presidente del Gobierno y el líder del principal partido de la oposición se saldó la tarde del martes sin una sola coincidencia, con un Mariano Rajoy empeñado en demostrar que gracias a su acción de gobierno España ya ha salido de la crisis y un Alfredo Pérez Rubalcaba más pegado a la realidad del desempleo, la pobreza, los recortes sociales y el aumento de la desigualdad.

De la lectura del discurso inicial, en la que el presidente del Gobierno empleó 75 minutos, se desprendió tal grado de autocomplacencia que obligó a Rubalcaba a iniciar su intervención de media hora preguntándole: “Señor Rajoy, ¿en qué país vive usted?”. Si el presidente utilizó titulares de periódicos de hace dos años –“España cerca del abismo”-- y de finales de 2013 –“España emerge de la recesión”, “España es la nueva Alemania” y otros-- para demostrar que “pronto habrá crecimiento y creación neta de empleo”, Rubalcaba se sintió obligado a echar mano también de titulares de prensa para bajarle los humos, habida cuenta de que uno de cada tres hogares no llega a fin de mes y que dos años después del ascenso de Rajoy al Gobierno “hay 450.000 activos menos y un millón de parados más”.

Dedicó Rajoy la mayor parte de su monólogo inaugural a describir la situación en tono optimista a partir de las décimas de crecimiento económico que, sin llegar a un punto del PIB este año, le permitieron anotarse el mérito del cambio de tendencia. “Hemos pasado de del retroceso al avance, de la amenaza a la esperanza; hemos atravesado con éxito el Cabo de Hornos”, dijo. De la metáfora naval pasó a la vegetal: “El árbol está dando sus primeros frutos”, añadió. Y de la flora pasó a la fauna del serpentario: “Hemos despertado del letargo”, proclamó. Y todo gracias a él, a su yo, a su “diagnóstico correcto” y a las “certeras medidas, adoptadas con imparcialidad y decisión”, si bien, “el triunfo es de todos los españoles”, señaló con una ampulosidad que a Josep Antoni Durán i Lleida , de CiU, le sonó a aquellos tiempos imperiales de la España una, grande y libre.

El presidente desgranó los datos positivos: 8.800 millones de ahorro por la caída de la prima de riesgo; inversión extranjera de vuelta: 14.000 millones; superávit del 2% de la balanza por cuenta corriente gracias al aumento de la exportación y al turismo; 163.000 parados menos a finales de 2013 que al acabar 2012; 17.000 cotizantes más a la Seguridad Social a finales de enero de este año frente a 68 registros mensuales negativos (5 años y tres meses), y una inflación del 0,2%, el mejor dato desde 1962. Y dejó los negativos para la oposición. Su único anuncio fue que la reforma fiscal que entrará en vigor en 2015 dejará exentos de IRPF a quienes ganen menos de 12.000 euros anuales. Y sobre el conflicto catalán una reiteración: “Cumpliré y haré cumplir la ley” y un avance: “Mi disposición a que planteen la reforma de la Constitución”.

Cayo Lara, el pasado martes, accediendo al Congreso de los Diputados minutos antes de que diera comienzo el debate sobre el Estado de la Nación. / Emilio Naranjo (Efe)
Cayo Lara, el pasado martes, accediendo al Congreso de los Diputados minutos antes de que diera comienzo el debate sobre el Estado de la Nación. / Emilio Naranjo (Efe)

Frente al autobombo de Rajoy, el líder del PSOE realizó una intervención dura como la realidad, pegada al terreno, de izquierda, sin perífrasis ni metáforas. Criticó la política antisindical, contra la negociación colectiva y a favor de los empresarios más extremistas con una reforma laboral que ha acarreado más despidos más baratos y ha acentuado la precariedad y las rebajas salariales. “Podía haber actuado de otra manera, aceptado el pacto de rentas que le ofrecieron sindicatos y patronal, pero han optado por la patronal más extrema”, le espetó sin negarle “coherencia” porque “ustedes son de derechas”. El resultado ha sido, dijo, más paro y un déficit de la Seguridad Social de 24.000 millones de euros en dos años. “Diga a los pensionistas cuál será su futuro”. Pero de ese futuro Rajoy no quiso hablar y se escudó en que “el Gobierno del que usted formó parte, las congeló y nosotros las descongelamos”.

Rubalcaba atribuyó el incipiente crecimiento y la reducción de la prima de riesgo –de la que se alegró-- a los anuncios y las medidas del presidente del BCE Mario Dragi y a la flexibilización de la política de austeridad impuesta por la UE, al tiempo que destacó que esa mejoría también se registra en Grecia, Portugal, Italia e Irlanda. Rajoy le contestó que la mejoría no habría sido posible sin los ajustes del déficit y otras medidas de su Gobierno.

El del PSOE arremetió contra la contrarreforma del aborto. “¿Tendrán que pasar otros treinta años para llegar a una ley de plazos? No traiga esa ley”, le pidió. Rajoy no contestó. También le pidió que se ahorre la Ley de Seguridad Ciudadana que el Gobierno ha anunciado y que sólo sirve, dijo, para aumentar las infracciones (de 30 a 57) y subir las sanciones. “¿Por qué hacen esto si en la mayoría de las manifestaciones no hay incidentes?” Rajoy aseguró que no coarta la libertad. Rubalcaba le repitió que “con esa ley, cada mesa petitoria que ustedes colocaron para recoger firmas contra el Estatuto de Cataluña sería multada con mil euros. ¿Por qué no se la aplican con carácter retroactivo?”,ironizó.

Sobre la tragedia de Ceuta, el dirigente socialista deslindó lo que es una política de Estado en materia de inmigración de lo que ha sido una actuación que “no está en ningún protocolo” y ha derivado en “un suceso dramático con 15 muertos”. Y clamo: “Primero la verdad y luego responsabilidades”. Aseguró que a la propia Guardia Civil, a la que conoce y admira –“creo que ella también a mí”-- le interesa que se aclare lo sucedido y se exijan responsabilidades. Rajoy le contestó que él también aprecia al Instituto Armado y reclamó la misma lealtad que demostró el PP en la oposición.

Uno de los momentos de mayor énfasis de Rubalcaba fue cuando calificó de “cacicada” la reforma unilateral del PP del estatuto de Castilla-la Mancha que reduce el número de representantes –sólo cobran dietas-- en la cámara regional y deja sin opción a la tercera fuerza política –tendrá que conseguir un 16% del voto para lograr un escaño—con el fin de que Cospedal intente ganar las elecciones de 2015. La secretaria general del PP contemplaba el debate desde la tribuna de invitados de honor. “No cometan esa cacicada que ataca el núcleo mismo de la Constitución, la representación proporcional, no lo hagan por decencia democrática”, clamó el del PSOE. Rajoy no contestó.

Tampoco el presidente se pronunció sobre la propuesta del jefe de la oposición de crear una subcomisión sobre las medidas propuestas por todos los grupos y por el Gobierno contra la corrupción, ni sobre el estudio de la reforma de la Constitución en una subcomisión constitucional para encajar las legítimas aspiraciones de Cataluña. Rubalcaba culminó su intervención diciendo que “los españoles hemos aprendido en estos dos años que las libertades y los derechos no son irreversibles, pero les devolveremos los que han perdido y mientras tanto lucharemos para que no los sigan recortando”.

En el cuerpo a cuerpo se lanzaron datos y puesto que Rajoy insistió en apelar a la mala herencia recibida, Rubalcaba le replicó: “Ustedes se están cargando la herencia democrática de 35 años de todos los españoles”. Y puesto que Rajoy volvió a la carga con titulares, el del PSOE, después de deplorar que utilicen la crisis para generar más desigualdad y de preguntarle “¿qué tiene que ver la crisis con que la religión cuente para estudiar medicina?” le leyó esta cita: “Los hijos de la buena estirpe ya se sabe que tienen mejores resultados”. Pertenece a un párrafo más largo de un artículo que el propio Rajoy publicó en El Faro de Vigo en 1983. “Su adversario ha sido siempre la igualdad”. El aludido no replicó a la cita, pero dijo que el mayor enemigo de la igualdad era el paro y entre 2008 y 2011 se destruyeron 3,4 millones de puestos de trabajo.

Rajoy si replicó al socialista para decir que “es mentira que a un estudiante que permanezca más de tres meses fuera de España se le retire la tarjeta sanitaria”. Pero su réplica fue fallida, pues Rubalcaba le aclaró ya desde el escaño: “Usted insiste en mentir, no he dicho un estudiante, que ya sabemos que tiene seguro escolar, sino un joven que busca trabajo fuera”. Rajoy cerró el rifirrafe: “Yo no puedo mentir por usted, no puedo competir, me considero muy inferior a usted”. Lo dicho: ni un solo punto de acuerdo, ni una coincidencia.

3 Comments
  1. Verbarte says

    No es que Rubalcaba sepa realmente lo que pasa en la calle, lo que sucede es que Rajoy ignora a la calle. http://wp.me/p2v1L3-ta

  2. Piedra says

    Rubalcaba estuvo bien y Lara dijo verdades como puños sobre esa panda de gandules que insultan a la gente con la renovación de sus engaños.

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