Susana Díaz domina la nueva dirección del PSOE con Pedro Sánchez de líder

Actualización de las 23:11 con nueva información sobre la Ejecutiva

La presidenta de Andalucía y dirigente de la federación más potente del PSOE, Susana Díaz, no sólo preside el Congreso extraordinario del partido que se celebra este fin de semana en Madrid, sino que domina los puestos clave de la nueva Ejecutiva que presentará el domingo el nuevo secretario general, Pedro Sánchez Pérez-Castejón. Díaz, que formalmente se mantuvo neutral en el proceso de primarias internas, aunque propició la amplia victoria de Sánchez sobre su principal contrincante, Eduardo Madina, con quien este sábado se dará un abrazo público ante las cámaras para proyectar la unidad, ha colocado a su amigo en las Juventudes Socialistas (JSE), César Luena, de secretario de organización o 'número dos' de la nueva Ejecutiva de Sánchez, y ha apoyado a una mujer de confianza como es Micaela Navarro como presidenta del partido en sustitución de José Antonio Griñán.

El peso de Andalucía en la elección de Sánchez no corresponderá a un andaluz sino al riojano César Luena, de 34 años, el diputado más joven del Congreso. La presidenta Andaluza, Díaz, coincidió con él en la dirección federal de las JSE, trabaron una buena amistad y ella le pasó el testigo como responsable de organización. Vale suponer que la juventud de Luena no le resta experiencia ni conocimiento de la organización juvenil y que apelará a ella en la renovación generacional del partido que comienza en este congreso. Luena es secretario general del PSOE de La Rioja y apoyó sin dudar a Sánchez, no como uno más de la mayoría del grupo parlamentario, sino también por amistad con él, cultivada en el Congreso de los Diputados, donde muchas veces se les veía juntos.

Más allá del triunvirato Sánchez-Luena-Díaz, la presidenta andaluza ha querido simbolizar su influencia en la designación de Micaela Navarro como nueva presidenta del PSOE, un puesto de relumbrón en apariencia, pero con una importante función de mediación y acuerdo ante posiciones enfrentadas sobre distintas materias. El cargo de presidente fue ocupado por el histórico y querido dirigente vasco Ramón Rubial y se mantuvo vacante durante años tras su fallecimiento. En las disputas entre Felipe González y Alfonso Guerra, Rubial se escoró casi siempre hacia las posiciones de Guerra. En los últimos años, la presidencia ha sido ocupada por Manuel Chaves y por José Antonio Griñán, ambos presidentes de Andalucía. La nueva presidenta, Navarro, posee una larga trayectoria como luchadora por los derechos de las mujeres, es de Andujar (Jaén), por donde ha sido diputada varias legislaturas, tiene 58 años, es ama de casa, madre de dos hijos y en la actualidad era consejera de Igualdad y Derechos Sociales de la Junta de Andalucía.

Junto con los dirigentes mencionados, Sánchez confirmó ayer, tal como avanzó cuartopoder, que la exministra de Vivienda y de Defensa, Carme Chacón, y el exlendakari y dirigente vasco, Patxi López, estarán en la Ejecutiva, de la que también se da como seguro que formarán parte el valenciano Ximo Puig y el castellano-manchego y alcalde de Toledo, Emiliano García Page. La nueva dirección será paritaria, con igual número de mujeres y hombres. Hay unanimidad en que el cónclave debe proyectar la unidad, la apertura de un tiempo nuevo y el comienzo de una fase de movilización con propuestas "audaces y realizables" para reconquistar la confianza de los ciudadanos.

El  esquema de Sánchez pasa por contar con dirigentes valiosos, conocidos y apreciados dentro y fuera del partido y, sobre todo, “con personas que sepan ganar elecciones”, según un estrecho colaborador. Compondrá una comisión permanente, un sanedrín operativo, de diez a quince personas, en el que el mayor peso corresponderá a personas de la federación de Andalucía. La principal directriz de este hombre de 42 años con fama de trabajador y cercano a los militantes y a los problemas reales, será precisamente esa: “Trabajo y cercanía a la gente”, “menos despacho y más sociedad”.

La gran expectación que el nuevo dirigente ha suscitado dentro y fuera del partido, con la legitimidad de haber sido elegido directamente por los afiliados, por primera vez en más de un siglo de vida orgánica del PSOE, supone un balón de oxígeno para suturar fisuras y, como ha dicho, “hacer propuestas audaces, que es lo que la gente espera de nosotros”. Sobre las fisuras, su competidor Eduardo Madina, que obtuvo el 36% de los votos de la militancia, no estará en la Ejecutiva, pero sí algunas personas de innegable talla política que le apoyaron, como el propio Patxi López.

El dirigente de Izquierda Socialista, José Antonio Pérez Tapias, que obtuvo el 16% de los votos directos, considera que los responsables de las distintas federaciones han laminado a la corriente de izquierda en el proceso de elección de los 1040 delegados al Congreso –obtuvieron poco más del 6%-- y se limitarán a formar parte del Comité Federal, máximo órgano entre congresos.

Sobre la expectación social, de momento y según palabras de Julio César Herrero, decano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Camilo José Cela, de la que Sánchez ha sido profesor de Economía, solo hemos visto marketing y buenas formas. “La gente espera algo más, el qué y el cómo”. La percepción de la distancia entre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el nuevo dirigente socialista es todavía sideral a favor de Rajoy. Y en ese sentido, a Sánchez le espera, según los analistas, un gran esfuerzo de claridad y firmeza en los planteamientos políticos, fiscales, sociales y económicos. En el área fiscal, económica y social, aparece como signo esperanzador para la izquierda el hecho de que se considere discípulo y seguidor del economista y escritor ya desaparecido José Luis Sanpedro, gran alentador del movimiento de indignación del 15-M.