Bardem y Pe ‘pujolean’

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Penélope Cruz y Javier Bardem sonríen en el Paseo de la Fama en una imagen de 2013. / Efe

Vaya por delante que nunca he entendido la importancia que se da a las opiniones políticas de los actores de cine. O de los futbolistas. O de los cantantes de boleros. La visibilidad, vale. Pero otros colectivos también son muy visibles y no sé, a nadie se le ocurre tomar ejemplo del perfume que usa, pongamos, Mariano Rajoy, o de la marca de calzoncillos de Rouco Varela. Se sobreentiende que no son autoridades en esas materias.

¿Por qué deberían las estrellas de cine entender más de política (o de lo que sea) que un repartidor de pizzas o que un sepulturero? Los habrá que sí que estén informados y enterados y los habrá catetos totales. Zapatero a tus zapatos, ¿no? (mucho mejor que a la Moncloa...).

Lo cierto es que actores y actrices aparentan una autoridad moral y una profundidad de pensamiento que a menudo tiene más que ver con los personajes que han interpretado que con ellos mismos. Su carisma es mayormente prestado por el guionista, el director de la película, etc. Salvo honrosas y apabullantes excepciones, el talento de un actor es mimetizarse con lo que piensa otro, no pensar por sí mismo. Exceler en el uso y disfrute de las ideas recibidas.

Todo esto viene a cuento de la que se ha liado en Estados Unidos por la inmensa chorrada que Javier Bardem y Penélope Cruz han dicho que opinaban sobre la tragedia de Oriente Medio. Y recalco 'han dicho que opinaban', no que opinan, porque mucho me cuesta imaginarme que estos dos se hayan sentado a pensar algo por sí mismos. Qué va, estos se han limitado a seguir el eco de los cencerros, la estela del rebaño, la cómoda flecha del 'dónde vas Vicente, dónde va la gente'. Y ya se sabe que en España, si eres progre y vas de guay, pues tienes que darle caña a Israel, con razón y sin ella. Tienes que ser inmaculadamente anti israelí.

Obsérvese lo buena persona y lo señora que soy que no les calzo directamente el cucurucho de antisemitas, como sí les han calzado en otras partes. Yo no creo que estos dos lleguen ni a eso, ni a conectar los puntos de lo que ellos mismos han dicho y han firmado, de preguntarse si el alegre uso y abuso de palabros como "genocidio", "Estado ocupante", etc., podían llevar a alguien a sacar según qué conclusiones.

Por supuesto que el problema lo tienen ahora mismo Ja y Pe con el poderoso lobby judío norteamericano. Por lo mismo que lo tenemos otros, más modesta pero también más cotidianamente, con el sofocante lobby palestino que hay en España. Donde como se te ocurra insinuar que Israel tiene razón en algo, te tildan de neonazi y/o de descendiente directa de meretriz, para empezar a hablar.

La diferencia es que aquí hay mucho propalestino que en su vida ha puesto un pie en la tierra sobre la que tanto cacarea. Mientras que el famoso lobby judío norteamericano al menos está formado mayormente por judíos, unos cuantos de ellos con familia en Israel o descendientes de víctimas del Holocausto. Se les dará la razón que se les quiera dar. Pero no se les podrá negar un conocimiento no estrictamente superficial y adocenado del tema.

Lo que más me deprime a mí de todo esto es tener que aguantar sermones y lecciones de modos y de moral de gente que no sólo no piensa antes de hablar (y me temo que tampoco mucho después...) sino que no vacila en contradecirse a la que huele el más mínimo menoscabo de sus intereses. La familia Bardem ya tiene experiencia en eso. ¿No eran ellos los que, tras poner duramente a caldo la reforma laboral del gobierno, trataron de aplicarla con saña en el cierre de uno de sus restaurantes, la Bardemcilla de Chueca, y tuvieron que ir los empleados con el cuento a la prensa para que estos Admirables SuperVengadores de los Trabajadores echaran 'p'atrás' y les indemnizaran mejor?

Pues ahora, tres cuartos de lo mismo. Javier Bardem ha matizado su apoyo a un manifiesto infumablemente maniqueo no porque de repente le haya entrado amor a la verdad o a la complejidad, sino por miedo a que no le vuelvan a contratar en Hollywood ni para vender palomitas. Lo mismo su señora, que para desdecirse ha recurrido al inefable argumento de ella "no es una experta en Oriente Medio". ¡Toma ya! ¿Y ahora nos lo dices, chata?

Qué días estos que todos los santurrones se vienen peana abajo y con sospechosos regueros amarillos en la pernera del pantalón (o la rajita de la falda). Bardem, Cruz, Pujol...ni un pam de net, ¡oiga!

21 Comments
  1. celine says

    El victimismo vende y la complaint culture siempre es caballo ganador en un mundo zapeante, sin capacidad de reflexión. Pero las matanzas de inocentes a mí me siguen estremeciendo, vengan de donde vengan. Lástima de los debate televisivos extintos donde se podía opinar con argumentos. No es que haya habido muchos en nuestra tele, pero ante lo que hay ahora aquello era un vergel. Valiente, Anna.

  2. Belaze says

    «¿Por qué deberían las estrellas de cine entender más de política (o de lo que sea) que un repartidor de pizzas o que un sepulturero? Los habrá que sí que estén informados y enterados y los habrá catetos totales. Zapatero a tus zapatos, ¿no? (mucho mejor que a la Moncloa…).»

    Hombre, no se puede frivolizar, tampoco ir tan a lo bruto en cuestión de estereotipos. Cada profesión alberga a personas sensibles y a insensibles; entendidos, enteradillos, pasotas e ignorantes. Actores, médicos, periodistas y profesores (mi caso).

    Con tus argumentos, jamás escucharíamos a un Pete Seeger o a un Bob Dylan: a veces es necesario algo más que canciones bonitas, que simples tecnicismos en el aula… o que artículos periodísticos un poco superficiales.

    Eso sí: si uno se posiciona no debería de haber vuelta atrás, pero desgraciadamente no siempre es así.

  3. retogenes says

    Creo que la crítica a estos dos está justificada por la superficialidad de su postura (o impostura). Ciertamente, la palabra «genocidio» se utiliza demasiado a la ligera.
    Pero no más a la ligera que «nazi» o «anti-semita».

    No se puede obviar que Israel es una potencia ocupante de acuerdo con las leyes internacionales, con los tratados, con el mismo organismo que hace legal su existencia. No entiendo muy bien por qué la articulista, que leo y aprecio en general, escribe “Estado ocupante” entre comillas.

    Y los estados ocupantes, al margen de las razones que les llevarona la ocupación, tienen una serie de obligaciones para con la población civil ocupada. Y hay una serie de comportamientos que se consideran crímenes de guerra, como los castigos indiscriminados a la población civil.

    Hace pocas semanas se conmemoró en Saint-Gingolph (Francia) unos hechos acaecidos en 1944: unos maquis atacaron a un grupo de militares alemanes matando a varios de ellos y escondiéndose después en casa, montes… Al día siguiente, un destacamento de SS llegó para quemar todas las casa del pueblo y fusilar a quienes encubrían a los terroristas. Los vecinos suizos dejaron pasar a más de 200 civiles saltándose la neutralidad y les salvaron la vida. ¿Habría maquis entre ellos?

    Como eran SS no nos cabe la menor duda de que el castigo indiscriminado a los civiles era un crimen de guerra, aunque los resistentes se ocultaran por allí y aunque hubieran muerto 11 soldados en el ataque. Pero si fueran israelíes, diríamos que los maquis eran terroristas utilizando a la población civil como escudos humanos y que hacerlos salir quemando las casas está más que justificado.

    España no bombardeó San Juan de Luz cuando los etarras se ocultaban allí.

    Hay cosas que simplemente no se pueden hacer, y ni el Holocausto ni el terrorismo justifican todo.

    Cuando uno se da una vuelta por Israel, es inevitable pensar quién estaría viviendo en tal casa, calle o pueblo hace 60 años.

    ¿Qué haríamos nosotros si tuviésemos 16 años y nos hubiésemos pasado la mitad de nuestra vida aislados y bloqueados en Gaza, sin ninguna esperanza de futuro? Si, cuando han venido por mar a traer ayuda humanitaria, los barcos han sido asaltados en aguas internacionales (piratería)?

    Cualquier que tenga hijos sabe que aumentar cada vez el castigo antes una conducta indeseada es inútil y estúpido. Hay que intentar entender las causas, empatizar con ellos. Ése sería el camino: ponerse en el pellejo de los otros.

  4. Yo says

    No voy opinar nada porque según usted nadie tiene derecho a opinar sobre nada. De hecho, no entiendo porquè he leído su columna de opinión porque quièn es usted para opinar?

  5. Fina says

    Creo que hoy en día todos tenemos una idea de lo que pasa, lo realmente importante sería tener más conocimientos históricos, para poder entender un poco porque pasa lo que pasa, pues estos son los únicos que nos llevan a los hechos actuales , tanto los buenos como los malos.

  6. Luis says

    El artículo exige algo que la misma autora no cumple: saber sobre el tema (no, ir a Israel o tener familiares que sufrieron la Shoá no es suficiente).

    Yo aconsejo a la autora y a demás prosionistas acérrimos que se lean algún libro del historiador israelí Ilan Pappé. Hay uno que se titula «Limpieza étnica en Palestina», que explica cómo nació Israel en 1948. Y el libro no hace más que citar archivos de la Haganá y los diarios de Ben Gurion.

    Israel es un país nacido por el colonialismo y la violencia y mantenido por el colonialismo y la violencia. No se parece a ningún país democrático mínimamente serio, sólo a la Argelia francesa o a la Sudáfrica del apartheid (o al reino latino de Jerusalén). Los 3 han desaparecido.

  7. Albacora says

    Que pena Anna Grau, su deriva hacia la insustancialidad empieza a ser preocupante

  8. Tolia says

    Pérdida de tiempo con este artículo prepotente, que se descalifica por sí solo.

  9. Al Sicofante says

    No existe el verbo «exceler». Supongo que es algo que tiene que ver con la inmersión lingüistica, pero un simple corrector ortográfico la ayudará con estas pequeñeces.

    ¿Exactamente por qué su opinión de usted es más digna de atención que la de Penélope Cruz y Javier Bardem? Es que no me ha quedado claro quién reparte las licencias para opinar y qué hace su opinión mejor que la de ellos.

    Por otra parte, si usted no cree que lo de Israel sobre Gaza es un genocidio, quizá tiene un problema con la lengua más serio que el de inventarse palabras.

  10. inteligibilidad says

    Dice la autora que en EE. UU. saben más del tema que cualquier español porque ahí hay judíos y los judíos saben lo que pasa en la Franja de Gaza porque algunos tienen familiares en Israel o son descendientes de familiares del holocausto. Solamente en esta idea ya hay varias falacias. La que más gracia me hace es que parece que por tener ciertos genes, tienes también ciertos conocimientos (y parece que si no tienes esos genes, pues no puedes saber nada de ciertos temas y mejor te callas).

    Comprendo que le puede desagradar que personas que parecería que no son expertas en política internacional se metan donde no las llaman, pero el artículo está tan pésimamente argumentado que pierde toda la razón.
    Eso sí, si no me gusta será porque debo de ser uno de esos borregos pogres… perdón…

  11. Patronio says

    No dejaré nunca de preguntame qué pinta escribiendo en este medio, descaradamente progresista, una persona que hace guiños a la ultraderecha, como Anna Grau. Y que tampoco demuestra demasiadas luces ni talento, ‘oiga!

  12. negras tormentas says

    No sé si he leído anteriormente a esta periolista sapientísima, pero nunca más.
    Ensucia este periódico.

  13. José Luis Caballero says

    Querida Anna. De acuerdo en casi todo lo que dices, así que pasemos a lo que no estoy de acuerdo. Uno. Ser judío, norteamericano o israelí, no da conocimiento ni razón. Eso lo da la cultura, el analisis y el sentido común. Dos. Una persona de bien está siempre a favor de los que sufren, los judíos, gitanos, eslavos, católicos y comunistas asesinados por los nazis; y también por los tres niños israelíes asesinados por no se sabe quién (nombres, juicios y condenas son necesarias) y desde luego por los niños palestinos muertos en bombardeos indiscriminado (ni tú ni yo noscreemos lo de «selectivos»). Un beso.

  14. Fandanguillo says

    Yo francamente tambien sospecho que la opinion de estos dos es una «postura». Pero me callo, porque tienen el mismo derecho de opinar que yo, y si no son sinceros, peor para ellos. Lo que no acierto a comprender es la mania de descalificar a la persona por su opinión, que si adoctrinarios, gregarios, sin cultura, etc… ¿Sra. Grau, que parte de democracia y libertad ideológica no ha entendido?

  15. Hugo says

    Partir del supuesto de que dos actores de Hollywood rechazan que Israel mate a 1800 personas (que de eso es de lo que se habla) están siguiendo la corriente sí que es un ejemplo de «no pensar antes de hablar» (de escribir en este caso). Es tan obvio que la propia articulista explica que el lobby judío ha ido a por ellos.

    Por otro lado es chanante que los partidarios de la legalidad internacional y los derechos humanos no tenemos ni idea porque no hemos pisado Palestina mientras que los defensores del sionismo saben porque «está formado mayormente por judíos, unos cuantos de ellos con familia en Israel o descendientes de víctimas del Holocausto». ¿Qué tendrá que ver ser descendiente de víctimas de la alemania nazi para entender el conflicto árabe-israelí? ¿Y pertenecer a la religión o a la etnia judía da más conocimiento que no pertenecer a ella? ¡Valiente racismo!

    Por cierto, la Iglesia católica de Liberia ha dicho que el ébola es un castigo de Dios por la homosexualidad. Cualquiera que diga que eso es una gilipollez que acredite haber estado en Liberia, ser negro o tener un abuelo que murió de ébola. Si no, no puede, de acuerdo con el criterio de este artículo.

  16. anónimo says

    No me dan ninguna pena, a que tenían que ir a meterse en ese jardín? Ya lo dice mi madre, en asuntos de política y religión es mejor no hablar en público y yo creo que tiene razón, aparte que a mi no me gusta hablar de eso de todos modos.
    Sí se hubiesen limitado a meterse en lo suyo no habría pasado nada de todo esto. No se quien escribió esa carta y por lo que he leído casi todos eran españoles como no, los españoles siempre damos la nota….
    Se les ha ocurrido a estos lumbreras pensar que tal vez no todos los españoles pensamos como ellos? Hay gente que tiene amigos o familiares viviendo en Israel, puede incluso que tengan gente dentro del ejército o incluso gente que no piensa como ellos porque no les sale de las narices…. Esta gente merece un respeto y les molesta tal vez la opinión de estos artistas, además, será por temas? No veo yo que nadie haya escrito ninguna carta denunciando el paro o la corrupción reinante en España!. En estos momentos no estamos para sermonear a nadie teniendo mucho por solucionar en casa. Sí son artistas que se dediquen a lo suyo, que aprendan respeto y no toquen más los cojones dejándonos a todos en ridículo!

  17. isidro says

    …..

  18. isidro says

    De acuerdo con usted, la opinión política de los actores esta sobrevalorada, se confunde a la persona con el personaje, pero algo de razón llevan con respecto a la actuación del estado de Israel sobre Gaza.

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