El PSOE apoyará gobiernos de izquierdas, pero desde fuera si no los preside

2
De izquierda a derecha, en la primera fila, Mikaela Navarro, Pedro Sánchez, Cesar Luena y Ximo Puig, esta mañana, durante la reunión del Comité Federal del PSOE. / Paco Campos (Efe)
De izquierda a derecha, en la primera fila, Mikaela Navarro, Pedro Sánchez, Cesar Luena y Ximo Puig, esta mañana, durante la reunión del Comité Federal del PSOE. / Paco Campos (Efe)
Actualización de las 20.00 con las intervenciones y conclusiones del Comité Federal.

El PSOE pactará la formación de gobiernos progresistas, pero no entrará a gobernar donde no haya sido la fuerza de izquierda más votada. Este es el núcleo de la decisión adoptada el sábado por el Comité Federal del partido, máximo órgano entre congresos. El comité también ha aprobado el calendario para elegir al candidato a la presidencia del Gobierno en las próximas elecciones generales. Pedro Sánchez anunció entre aplausos que se presentará. Su contrincante interna y presidenta en funciones de Andalucía, Susana Díaz, dejó claro que no concurrirá. Si ningún candidato reúne los avales necesarios antes del 16 de junio, Sánchez podría ser proclamado el día 21 sin necesidad de primarias.

La resolución constata que los resultados del 24M son la expresión de que los españoles reclaman "un cambio hacia una mayor justicia social y una mejor democracia. Manifestaron su firme rechazo a las políticas de recortes en derechos sociales, de privatizaciones de los servicios públicos, de falta de compromiso con la limpieza democrática, que hoy representa el PP de Mariano Rajoy. Dijeron no a elegir entre desempleo o empleo sin dignidad, entre crecimiento para unos pocos o desesperanza y pobreza para la mayoría". A partir de ahí, los ciudadanos también decidieron que el PSOE sea la primera fuerza de progreso en este país. "Nos encomendaron liderar y gobernar el cambio. Pero los socialistas somos conscientes de que la época de las mayorías absolutas se ha acabado. Las bases sociales que han promovido dicho cambio son plurales, por lo que harán falta acuerdos para plasmarlo en gobiernos estables y coherentes".

En ese sentido, los socialistas se declaran "dispuestos a buscar esos entendimientos con generosidad y apertura de miras, sin imposiciones ni apriorismos, pero es nuestra obligación dejar claro desde el principio que nuestro objetivo no es pactar y llegar a los diferentes gobiernos a cualquier precio. Queremos acuerdos que cambien las políticas y sirvan para atender las necesidades de los ciudadanos y ciudadanas, no meros repartos de poder. Por eso, los socialistas, siempre que haya acuerdo en los contenidos, facilitaremos gobiernos de progreso, porque la ciudadanía ha decidido dejar atrás las políticas de la derecha, que sólo han sembrado sufrimiento y desigualdad, pero allí donde el PSOE no sea la primera fuerza de la izquierda, nuestra voluntad es la de no formar parte de esos gobiernos".

Esta resolución satisface especialmente a los presidenciables de Asturias, Javier Fernandez, y Extremadura, Guillermo Fernández Vara. También a la andaluza Díaz. Y no obstaculiza las aspiraciones de Ximo Puig de convertirse en presidente de la Generalitat Valenciana. En Aragón y Baleares, las dificultades para alcanzar acuerdos son mayores. En todo caso, la resolución coincide con los planteamientos de Podemos de dejar gobernar al PSOE sin formar parte de los equipos de gobierno.

Entre las 34 intervenciones registradas en el Comité Federal, Izquierda Socialista apostó por un pacto global con Podemos e IU, algo que rechazó especialmente Díaz y otros barones. El otrora competidor de Sánchez por el liderazgo del partido, Eduardo Madina, rebajó el triunfalismo del resultado señalando que el PSOE ha dejado de ser alternativa en solitario para tener que pactar con otros y ha quedado dos puntos por debajo del 27% del voto municipal alcanzado en 2011.

Pedro Sánchez abrió la reunión con un discurso de media hora en el que ha reafirmado la voluntad de constituir gobiernos progresistas en todos los ayuntamientos y autonomías en los que sea posible. Pero no ha avanzado una palabra sobre las posibles alianzas para gobernar. Tras reafirmar la identidad inequívoca socialdemócrata y de izquierda del partido, ha emplazado a las fuerzas emergentes, Podemos y de Ciudadanos (C's), a definirse y decidir si están dispuestas a que siga gobernando la derecha o a facilitar la formación de gobiernos de izquierda con los principios y valores socialistas. En su alocución ha destacado que "a los españoles les ha sentado mal la mayoría absoluta del PP", al que ha acusado de haber practicado "una política frentista, sin diálogo y con soberbia". Pero lo más relevante es que, según ha dicho, el cambio es imparable y España va a tener un gobierno progresista.

Sánchez, que inició su discurso con una hora de retraso, felicitó a los candidatos y ofreció una primera lectura de los resultados municipales y autonómicos del domingo: "La mayoría ciudadana desea un cambio a la izquierda, presidido por el diálogo y la estabilidad, al servicio del interés general, sin tacticismos, con luces largas y con regeneración democrática para erradicar la corrupción, restablecer la confianza en la política y en las instituciones y promover la recuperación". Esa cuestión de fondo --"un cambio seguro"-- requiere nuevas formas de hacer política: "Escuchar, ser humildes, honestos,limpios y trabajar en favor de los trabajadores, del bien común, con diálogo y acuerdos". "Rajoy no ha tenido dialogo", remarcó en alusión al estilo del presidente del Gobierno. "Hoy pido su comparecencia por la financiación irregular del PP", anunció antes de enumerar "el frentismo" contra Cataluña, el "desprecio al Parlamento", la forma de gobernar a golpe de decreto, "la colonización" de RTVE y de la Agencia Tributaria y, sobre todo, "el frentismo contra los trabajadores de la clase media, las familias, los dependientes, los estudiantes, la cultura, los empleados públicos".

En opinión del secretario general del PSOE, esa política ha dejado solo al PP, y su soledad será la antesala de la derrota en las elecciones generales próximas. Sánchez también replicó a las apelaciones a la "estabilidad institucional", lanzadas desde el Ejecutivo, preguntando qué estabilidad institucional ofrece la reforma laboral, el empleo precario, los bajos salarios, los millones de españoles bajo el umbral de la pobreza, "ver a tus hijos emigrar". "No conoce el día a día de los españoles", subrayó en referencia al presidente del Gobierno. "El PP es un partido dividido, con un proyecto agotado, un partido asediado por la corrupción", señaló tras recordar algunos hitos de la oposición que, entre otras cosas, han evitado la contrarreforma del aborto.

En contraste, Sánchez destacó que el PSOE ha entendido el mensaje y que "estamos determinados a gobernar el cambio y no a administrar el recambio; nos hemos ganado a pulso la confianza para liderar el cambio desde la izquierda", señaló antes de referirse a las fuerzas emergentes. "Donde nos pidan el apoyo seremos muy exigentes con las políticas de izquierdas", dijo consciente de que son el único partido capaz de apoyar un proyecto de centro izquierda progresista. En referencia a Podemos, C's y Compromis, dijo que "ahora deben decidir si apoyan al PSOE o a la derecha. En Andalucía les pido que desbloqueen la situación y permitan que haya un gobierno socialista".

No obstante, el líder del PSOE no ahorró la autocrítica: "¿Por qué muchos ciudadanos prefieren plataformas o mareas antes que actuar desde las agrupaciones socialistas?", se preguntó ante los resultados en las grandes ciudades y el voto joven masivo a las plataformas y mareas auspiciadas por Podemos y otras formaciones progresistas. "Es ahí donde tenemos el mayor desafío por los modos de hacer política", dijo. Pidió la máxima apertura del partido a todos los ciudadanos progresistas y a los referentes de la sociedad en todos los sectores y edades.

Con su discurso suscitó aplausos hacia los candidatos en las distintas autonomías con posibilidades de convertirse en presidentes autonómicos, como el valenciano Ximo Puig, el castellano-manchego Emiliano García Page y el extremeno Guillermo Fernández Vara, entre otros. Pero también Francina Armengol en Baleares y Javier Lamban en Aragón. Mencionó algunas de las medidas que adoptarán, como la asignación del 2% al 4% del presupuesto a políticas activas de empleo. Y reclamó unidad para lograr el vuelvo en las elecciones generales de noviembre. "España no está en peligro", dijo en referencia a los mensajes de la derecha. "Lo que está en peligro es un PP declinante con un proyecto agotado".

2 Comments
  1. coyote49 says

    Qué bonito discurso.
    Ximo Puig también debería definirse sobre si apoyará un Gobierno progresista y de izquierdas en la Generalitat Valenciana encabezado por Mónica Oltra, o si por el contrario buscará el apoyo del PP para ser el President.

Leave A Reply