El fichaje de Irene Lozano provoca críticas a Sánchez y fuerte rechazo en el PSOE

Lo dijo Fraga Iribarne: “La política hace extraños compañeros de cama”. Y eso, extrañeza primero y cabreo a duras penas contenido, es lo que han sentido muchos dirigentes socialistas con la decisión del secretario general y candidato a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, de colocar de número cuatro de la lista del PSOE por Madrid a la hasta ayer diputada de UPyD, Irene Lozano. El malestar quedará de manifiesto esta mañana, de puertas adentro, en la reunión del Comité Federal que aprobará las candidaturas. De momento, el secretario de Organización del PSOE de Andalucía, Juan Cornejo, se ausentó ayer de la votación de la comisión de listas para, según dijo, “no avalar a una señora que ha insultado a Andalucía y a miles de socialistas”. El dirigente extremeño Guillermo Fernández Vara manifestó también su rechazo al fichaje personal de Sánchez y dijo que lo primero que tiene que hacer Lozano es pedir perdón por sus insultos al Partido Socialista. Amplios sectores del PSOE de Madrid manifestaron su enfado, si bien el futuro aspirante a dirigir el partido, Antonio Miguel Carmona, optó por “un silencio elocuente”.

La atención del Comité Federal socialista está puesta en cómo explicará un secretario general que se ha caracterizado por su cercanía a los militantes un fichaje que para amplios sectores es sinónimo de desprecio al partido. Las fuentes consultadas indican que la diputada de UPyD, Lozano, y la capitana Zaida Cantero iban en el mismo paquete de la negociación personal. El fichaje de la exmilitar que denunció a un superior por acoso sexual y ha sufrido las represalias más crueles y miserables fue presentado hace una semana como la buena noticia de un partido especialmente sensible a las injusticias y a la defensa de los derechos de las mujeres. El anuncio de que su amiga y defensora, la diputada Lozano, también iría en la lista de Sánchez se pospuso hasta ayer. Cantero irá en el número 6 y Lozano en el 4, ambas por delante de Eduardo Madina, que irá de siete.

Sánchez ha podido hacer esos fichajes y componer la lista madrileña a su gusto porque la secretaria general del PSOE de Madrid y alcaldesa de Getafe, Sara Hernández, le concedió carta blanca aun antes de resultar elegida en las primarias internas de julio pasado. Su competidor, el diputado autonómico Juan Segovia, pretendía negociar con Sánchez el procedimiento para elaborar las listas de Madrid al Congreso y al Senado de forma que se tuviera en cuenta la decisión de los militantes. Aunque Segovia perdió frente a Hernández, el malestar por la presencia de la “no compañera, sino acreditada enemiga del PSOE”, que irá en la lista como “independiente”, fue transversal. Personas que apoyaron a Hernández para la secretaría general consideraron “impresentable” la falta de peso de la organización de Madrid en la candidatura madrileña, habida cuenta de que la primera persona propuesta por el PSOE de Madrid, quitando al propio Sánchez, va en el número ocho. Es la infatigable defensora de los derechos de las mujeres, Ángeles Álvarez. Cuadros dirigentes que han preferido el anonimato mostraron su decepción “porque Sánchez ha actuado como si el partido en Madrid fuera su cortijo particular”.

Aparte de los pronunciamientos públicos del número dos de Andalucía, Cornejo, y del presidente de Extremadura, Fernández Vara, contra el fichaje de la periodista y ensayista Lozano, las redes sociales se llenaron de críticas ácidas y alusiones irónicas a una diputada que se ha esforzado en demostrar en sus intervenciones que el PSOE y el PP son igual de malos y corruptos. Al margen de que esa lógica le permita acabar pasado mañana en el PP, los socialistas le atribuyen la decisión de hacer tambalear al gobierno asturiano de Javier Fernández, retirando el decisivo apoyo de su diputado autonómico Ignacio Prendes, ahora en Ciudadanos. De hecho, frente al criterio de su jefa, Rosa Díez, apostó por la confluencia con el partido de Albert Rivera en el último congreso de UPyD, en el que se postuló como nueva dirigente de la formación magenta y perdió frente a Andrés Herzog. Su antiguo compañero de escaño y fundador del partido con Díez, Carlos Martínez Gorriarán, le dedicó un par de frases contundentes: “La vocación de todo parásito político es vivir de los tontos” y “se ha buscado un pesebre confortable”.

Para poder colocar a Lozano de cuarta por Madrid, Sánchez ha enviado a la secretaria ejecutiva de Empleo y Seguridad Social, Luz Rodríguez, que ocupaba ese puesto, de cabeza de lista por Guadalajara, con el consiguiente sacrificio de Magdalena Valerio, hasta ahora diputada por esa circunscripción y responsable del área de Bienestar Social en el “grupo de sabios” que ha dirigido los trabajos del programa electoral. Valerio, que hasta ayer daba por supuesto que iría de número uno si el secretario provincial, Pablo Bellido, seguía imputado por una denuncia del PP o de dos si era exonerado –lo que no ha ocurrido--, aceptó disciplinadamente la decisión de Sánchez. “Cuando una puerta se cierra, dos ventanas se abren”, comentó a este diario a la salida de un acto con mujeres en Puertollano (Ciudad Real).