JUSTICIA / Día D para el conflicto catalán

Puigdemont, traidor y héroe

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Carles Puigdemont, presidente de la Generalidad de Cataluña, resopla mientras contempla unos papeles
Carles Puigdemont, presidente de la Generalidad de Cataluña, resopla mientras contempla unos papeles durante una sesión del Parlament. / Efe

Como el Fergus Kilpatrick del Tema del traidor y del héroe en el que Borges relata la shakespeariana defenestración del líder de una revolución cualquiera, descubierto como traidor por los suyos, pero glorificado para la posteridad por el supremo bien de la causa, se presenta Carles Puigdemont a un nuevo episodio del sainete que protagoniza desde comienzos de septiembre, que está por ver que sea el definitivo.

Atrapado en el relato épico que han creado los independentistas, Puigdemont decide hoy si quiere pasar a la historia como el héroe que llevó a Cataluña hasta la secesión, o al menos hasta su proclamación, y que se inmoló en el intento; o el traidor que no quiso afrontar las consecuencias judiciales de la empresa --al menos 15 años de cárcel en el horizonte--, para lo cual camufló la soñada declaración de independencia en la asunción de un supuesto mandato del pueblo catalán emanado de un referéndum sin garantías, suspendido ocho segundos después a la búsqueda de un diálogo imposible.

Entre las dos salidas al rajoyesco requerimiento que le ha planteado el Gobierno central para que aclare si declaró o no la independencia, la del traidor y la del héroe, el presidente de la Generalitat podría volver a buscar la solución borgiana y presentar como una heroicidad la declaración de independencia clandestina firmada por los diputados de Junts pel Sí y la CUP, que al no ser aprobada por el Pleno no tiene ningún efecto jurídico, según la mayoría de los expertos en Derecho constitucional Consultados desde el martes, ni por tanto merece, por su naturaleza meramente retórica, ningún reproche penal.

Cosa que parece obvia, por otra parte, porque, si en el Pleno del Parlament se hubiera cometido algún delito flagrante, la Fiscalía, como garante de la legalidad que es, habría tenido que acudir esa misma noche al juzgado de guardia para presentar una querella contra los supuestos autores. Y porque, si ese acto hubiera sido ilegal, el Tribunal Constitucional se habría reunido de urgencia para suspenderlo.

Emboscado en su papel de Kilpatrick, héroe todavía para los suyos a pesar de la traición que ya desde hace días le atribuyen los más fervientes partisanos de la CUP, Puigdemont ha barajado remitir una copia íntegra del discurso parlamentario que le han pedido aclarar o, mejor aún, contestar a Rajoy haciendo de Rajoy, con el disfraz del que no sabes si sube o si baja, si te declara la independencia o no te la declara. En ese terreno, más propio de las  disquisiciones que los Monty Python hacían entre el Frente Popular de Judea y el Frente Judaico Popular, a Rajoy siempre le quedaría la salida que ya adelantó en exclusiva El Mundo Today: considerar “inadmisible” lo que “quiera que sea que haya declarado” el presidente de la Generalitat.

En la vida real la respuesta de Puigdemont tendrá consecuencias graves para España y para Cataluña, porque la activación del artículo 155 de la Constitución, de difícil ejecución en el corto plazo por el gran número de competencias que tiene transferidas el Gobierno catalán, recrudecerá el conflicto y devolverá la tensión a las calles, en calma en los últimos días por efecto de los plazos otorgados y por el puente del Pilar.

Los primeros paganos de esa posible escalada de tensión podrían ser el major de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, y los líderes de las entidades soberanistas, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, que este lunes vuelven declarar en la Audiencia Nacional imputados por un delito de sedición. Será entonces, un rato después de que se conozca la respuesta de Puigdemont a Rajoy, cuando la Fiscalía tendrá que decidir si pide medidas cautelares que, en el peor de los casos, podrían llegar al ingreso en prisión. Aparejado su destino al del president, los tres saldrán de la Audiencia Nacional como héroes camino de Soto del Real o como traidores para una parte del pueblo catalán al que, al menos en el caso de los dos activistas, decían querer liberar.

1 Comment
  1. florentino del Amo Antolin says

    Ni heroes, ni traidores; eso se usa mucho en el Nacionalismo Español, y mucho Español. Querer, neutralizar al Parlament… Democráticamente, no pueden Psc, C´s, ni Pp. Por eso buscan excusas de tribunales, puestos a dedo… ¿ Para que sirve, un Parlamento ?. El desgobierno español, quiere dinamitar cualquier movimiento; pero no ofrece nada más que palos, guerra sucia, y propaganda desde sus medios apesebrados. Y un PsoE, más indecente a las clases sociales; que hace bueno al mismisimo Satán. Rajoy, y Sanchez, ha tí ¿ cual te parece heroe, y quien traidor ?. Las fuerzas armadas, todavia estan acantonadas, cueste lo que cuesta… Democráticamente, amigo Alfonso.

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