Espadas, alcalde de Sevilla: “El PSOE necesita la concentración del voto para hacer frente a PP y Vox”
- Entrevista al alcalde de Sevilla, que aspira a renovar su mandato en mayo.
El alcalde Juan Espadas (Sevilla, 1966) afronta estas elecciones con el optimismo que dan las encuestas a favor. Hoy ostenta la ciudad más grande dirigida en solitario por un socialista, Sevilla, y aspira a revalidar el triunfo y seguir gobernando con pactos puntuales. El 26 de mayo se verá si las urnas avalan los buenos pronósticos.
Sabe que el peor error en unas elecciones puede ser "confiarse". Como prueba, los comicios andaluzas de diciembre. Por eso, exprime cada minuto de su agenda visitando algún rincón de la ciudad o atendiendo a algún medio. También ha tenido tiempo para charlar con cuartopoder.es en la última semana de campaña.
— Usted va muy bien en las encuestas, ¿cuál es el peor error que puede cometer un aspirante a renovar la alcaldía cuando tiene los sondeos a su favor?
— Confiarse. Pensar que ya está hecho todo, que como todo el mundo te da primera fuerza, vas a gobernar. En diciembre, en las elecciones autonómicas en Andalucía nadie discutía que el PSOE iba a ganar y ganó con bastante diferencia. Pero teniendo en cuenta que las derechas se han aliado para que el PSOE no gobierne, ese escenario se puede repetir en muchas ciudades.
Por tanto, nuestro trabajo tiene que ser doble. Primero, movilizar y hacer participar a toda la izquierda. En segundo lugar, hay que hacer que la izquierda entienda que frente a una triple alianza de una derecha unida, en algunos casos, y aunque me cuesta decirlo porque trabajo bien con otras fuerzas, tendrán que elegir un voto útil de la izquierda. Si el votante de izquierdas quiere que haya un gobierno progresista, igual decide votar al PSOE y no a otras fuerzas que en 2015 tuvieron la oportunidad, pero no han hecho nada significativo en sus pueblos y ciudades. Ahí hay ejemplos para todos los gustos. Hay lugares donde han gobernado esas otras fuerzas de izquierdas y otras donde han sido oposición y no han hecho un trabajo en los barrios de la ciudad, en el conocimiento de los problemas, en propuestas reales que demuestren que puede haber formas de hacer una política concreta y distinta a la que está haciendo el PSOE. Yo les voy a pedir que me apoyen y apoyen al PSOE que necesita ahora mismo la concentración del voto de izquierdas para hacer frente al PP y Vox.
— Las encuestas dicen que puede ganar el próximo domingo e, incluso, gobernar en solitario, ¿qué estrategia de pactos poselectorales seguirá?
— El objetivo es gobernar. Todos los datos que tenemos apuntan a que hemos consolidado una mayoría de gobierno suficiente y que la distancia con respecto a la segunda fuerza política es bastante grande. Otras fuerzas políticas, como la suma del PP con Vox, no cuenta con respaldo suficiente para acercarse a los votos que puede tener el PSOE. Es cierto que todo habrá que verlo en la noche del 26 de mayo, observando sobre todo cuál es la movilización del electorado. Por tanto, con todas esas dudas, podemos decir claramente que nuestra aspiración es seguir gobernando en solitario. Cuando el resto de fuerzas políticas plantean que su futuro pasa por que no esté el PSOE, es difícil hablar de otro tipo de composiciones. Hemos gobernado para todos y pensando en el interés general de la ciudad, hemos sabido llegar a puntos de equilibrio con todas las fuerzas, preferentemente a nuestra izquierda. En algún caso, incrementan el tono de voz como consecuencia de que saben que su crecimiento pasa por restar fuerza al PSOE.
— Usted durante la legislatura ha llegado a acuerdos con todas las fuerzas. ¿Esta política de bloques izquierda-derecha funciona también en Sevilla?
"En las municipales hay un elemento personal que se incorpora a la marca"
— Hay una lógica de base. Los españoles han dicho claramente que si la alternativa son gobiernos con la extrema derecha, la izquierda se va a movilizar para detenerlo. En segundo lugar, en el caso de Sevilla lo que ocurre es que hay otros elementos complementarios. Las candidaturas en las municipales también requieren a los partidos que incorporen la credibilidad de los candidatos. En ese sentido, la nuestra ofrece mayor confianza. Los sevillanos ven mayor solvencia, capacidad de gestión y confianza en el PSOE o en mi candidatura que en la de los otros partidos. Hay un elemento de carácter personal que se incorpora a la coyuntura de marca. A partir de ahí, creo que la fragmentación que se ha producido con la fractura del bipartidismo ha llevado a una cierta ingobernabilidad en los ejecutivos, ya sean estatales, autonómicos o locales. Está muy bien que haya muchos partidos, pero siempre que tengamos todos claro que eso nos obliga a un escenario de búsqueda de acuerdos. Si solo miramos las siglas y somos incapaces de buscar equilibrios o el bien común, la ciudad, la Comunidad Autónoma y el Estado son ingobernables.
— Algunas crónicas políticas dicen que el 26 de mayo puede ser el último examen para valorar la continuidad de Susana Díaz al frente del PSOE andaluz, ¿comparte esta opinión?
"Si el PSOE vuelve a repetir buenos resultados, me parecerá injusto decir que Díaz no tendrá algo que ver"
— Susana Díaz no se presenta a estas elecciones el próximo 26 de mayo, pero es verdad que es secretaria general del PSOE de Andalucía. Por tanto, si las elecciones europeas son como las generales y dan un resultado muy bueno para el PSOE o si ocurre en los municipios sería injusto decir que la secretaria general del PSOE de Andalucía no es parte importante de ese buen resultado. Para bien o para mal debemos ser coherentes. Si las generales dieron un buen resultado para el PSOE, en primer lugar fue por la propuesta de gobierno de Pedro Sánchez, que era el que se presentaba, pero también porque el PSOE andaluz es una maquinaria bien engrasada que da buenos resultados electorales. Si los vuelve a repetir, me parecerá injusto decir que la secretaria general del PSOE de Andalucía no tendrá algo que ver también.
— Desde diciembre se ha instalado en la Junta de Andalucía un gobierno de derechas con el que usted tiene que coordinarse como alcalde de la capital, ¿cómo han ido estos meses?
"El actual gobierno andaluz no ha empezado a gobernar"
— Creo que el actual gobierno andaluz no ha empezado a gobernar. Es evidente que sin haber presentado aún las líneas del presupuesto y sin haber tomado grandes decisiones, se ha limitado a algún elemento que no les compromete frente al electorado. Está por ver a partir del 26 de mayo. ¿Qué hemos hecho desde el Ayuntamiento de Sevilla? Lo que debe hacer una institución: tender la mano a la búsqueda de acuerdos a un gobierno que es legítimo y está formado por dos fuerzas políticas apoyadas por una tercera, en este caso, Vox, que está en el Parlamento y les va a condicionar su acción de gobierno. Hemos dado los primeros pasos para que un gobierno, que es bastante inexperto todavía, conozca de primera mano dónde están los problemas que les planteamos desde el ayuntamiento. El ayuntamiento de una ciudad no es un partido político, es el gobierno de todos. Tiene que buscar acuerdos allí donde sea necesario. Yo espero a partir del 26 de mayo ser capaz de llegar a acuerdos. Veremos cuál será la evolución, pero hemos mantenido la lealtad institucional.
— Ustedes hasta hace unos meses también se tenían que coordinar con una Moncloa gobernada por el PP, ¿qué le ha pedido a Sánchez tras las elecciones del 28-A?
— Desde el punto de vista del alcalde de la cuarta ciudad de España, evidentemente espero que el futuro gobierno, con todos los retos que tiene el país, no deje de pensar que los ayuntamientos somos instituciones y administraciones muy útiles y absolutamente imprescindibles para transformar la realidad de los ciudadanos, la más cercana. Por tanto, lo primero que hay que hacer es levantar las restricciones que durante los últimos años hemos tenido los ayuntamientos. Hay que quitar la famosa Ley Montoro y alguna cosa relativa a la estabilidad presupuestaria y el déficit, sobre todo en políticas sociales y en inversiones en los municipios, pueblos y ciudades. No podemos tener ayuntamientos que tienen superávit, dinero en cuenta corriente y, en cambio, tienen ciudadanos con problemas que no puede abordar su ayuntamiento. Es decir, les cobra los impuestos pero luego no es capaz de atender determinadas cosas.
También le pido que no baje la guardia y siga avanzando en la consolidación del Estado del bienestar, en los derechos fundamentales y en modelos de sociedad que caminen hacia la igualdad de oportunidades. En estos momentos sabemos que está en riesgo en Europa por los movimientos de xenofobia que suponen retroceso grave. Como alcalde de la ciudad, las carencias que tenemos son en materia de infraestructuras. El Gobierno de España lleva muchos años con unas inversiones ridículas, por no decir inexistentes, en algunas infraestructuras básicas, sobre todo, en materia de transporte. Me refiero al metro, a la circunvalación SE-40 y a otras cuestiones como la vivienda, inversiones que nos sitúen en lo que significa ser la cuarta ciudad de España.
— Parece que Franco saldrá del Valle de los caídos el próximo 10 de junio, ¿cuándo saldrá Queipo de Llano de la Macarena?
— Hay dos cuestiones. Por un lado, esto va de la mano del cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica y del posicionamiento, en este caso, de la hermandad para buscar una solución acordada con la familia. Seguimos esperando a que eso se produzca. Sabemos que la hermandad ha dado pasos en ese sentido, pero no se ha producido la solución. Espero que por parte de la Junta de Andalucía se mantenga, en este caso, el mismo criterio que hasta ahora de pedirle y, llegado el momento, exigirle a la hermandad que resuelva la cuestión. Me consta que la hermandad ha trabajado en esa dirección de una manera discreta, creo que lo importante no es cómo ni de qué forma se llega a la solución, sino que se llegue. Se lo he trasladado siempre a la hermandad y confío en su buen criterio para llegar a buen puerto siempre.
—¿Le preocupa que después de lo que hemos visto en campaña, especialmente con Vox, se dé un paso atrás en memoria histórica?
—Nosotros no lo vamos a permitir. La memoria histórica, más allá de la voluntad política de otros partidos, es una cuestión de ley, una legislación que hay que cumplir. Son partidos que están gobernando en Andalucía con un marco legal. Si quieren cambiarlo, tendrá que ser en el Parlamento. Espero que no se cambie, así que tendrán que cumplirlo. La prueba del algodón será cuando procedamos a [exhumar] las fosas del cementerio de San Fernando y llevemos a cabo una de las inversiones más importantes de España. Había una acuerdo anterior de la Junta de Andalucía con el Ayuntamiento de Sevilla y también con el Gobierno de España de Sánchez. Espero que en los próximos meses hagamos lo que están esperando las familias, las asociaciones y la sociedad en general: dignificar la memoria de estas personas.
—Usted ha dicho que quiere que en una década Sevilla tutee a Madrid y Barcelona.
— Además de por ser alcalde de esta tierra, creo que hay un elemento fundamental desde el punto de vista geopolítico o de estrategia territorial. Las inversiones históricamente se han concentrado en Madrid y Barcelona, también en Bilbao o Valencia, pero en el sur, más allá de Despeñaperros, hay un crecimiento mucho mayor del que se pueda pensar. También en masa y volumen de población, territorio o de sectores productivos. Por ejemplo, en el caso de Sevilla, el sector aeroespacial es puntero, pero puede dar más empleos de calidad en los próximos años. También hay posibilidades en el turismo o las energías renovables. En ese sentido, no es descartable una buena estrategia y una buena alianza de ciudades del sur. Tenemos conexión con el sur de Portugal o el norte de África. Tenemos una posición potente con un mercado solvente y no es descartable el interés de las compañías por llevar a cabo inversiones privadas potentes. Si está bien coordinado con la administración pública, se puede ver a Sevilla como capital de ese entorno del sur. Esta ciudad fue puerta de Europa para América. Nuestra conexión con Iberoamérica es un elemento de potencialidad económica que debemos tener capacidad de recuperar.
— Sevilla también tiene algunos de los barrios más pobres de España, ¿cómo se puede atajar eso en cuatro años?
— Hemos empezado ya estos cuatro años atendiendo a las necesidades más urgentes, las más graves, las que significaban situaciones de emergencia social en 2015. Sobre todo, nos hemos dedicado a paliar y frenar el tema de los desahucios, que no haya nadie que pueda tener un corte de luz, de agua o de gas en suministros básicos. Ahí no estamos hablando de emergencias, sino de transformar una realidad a medio o largo plazo, que exige trabajar más en la educación y la formación para intentar generar mayor empleabilidad. Ese ranking habla de los barrios con menos renta per cápita de España. Familias con menos nivel de recursos económicos y en las que, por tanto, sus miembros tienen dificultades para tener empleos o para que sus jóvenes tengan oportunidades de estudiar. Se trata de romper esas barreras a la igualdad de oportunidades, haciendo planes de desarrollo integral en esos barrios, con un enfoque multidisciplinar. No solo hay que hablar de políticas sociales, sino también de formación, educación, convivencia, seguridad.