Primeros apuntes de los Presupuestos: subidas del IVA e Impuesto de Sociedades

El Gobierno de Pedro Sánchez prepara el marco para las cuentas del Estado de 2021. Pese a que reitera su intención de negociar con todos los partidos, da por descontado que el PP y VOX no las apoyarán y duda de que sus socios de investidura acaben apoyando el Proyecto de Presupuestos que “no vamos a tener más remedio que hacer”, según asegura un miembro del Ejecutivo.

Desde el entorno de Pedro Sánchez descartan que, más allá de alguna tensión puntual, la elaboración de los Presupuestos y la reforma fiscal, provoque una situación crítica o de ruptura con sus socios de Unidas Podemos, que son conscientes de que en este momento no pueden permitirse hacer el papel de Yanis Varoufakis (ex ministro de economía de Grecia, que se enfrentó frontalmente con la UE, durante su permanencia en el Gobierno de Alexis Txipras, cuando la economía del país heleno tuvo que ser rescatada).

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, maneja por ahora varias hipótesis de trabajo y, en todas ellas, se perfila la subida de uno o más de los impuestos que más recaudación arrojan a las arcas públicas. En sus borradores de trabajo, el Ejecutivo estudia la posibilidad de aumentar el IVA, que actualmente está fijado en un 21% en su tipo máximo (en la UE oscila entre el 27% que se aplica en Hungría y el 17% en el caso de Luxemburgo) y el Impuesto de Sociedades, que en España está fijado el 25% y el 15% para las empresas de reciente creación. En el Gobierno han llegado a la conclusión de que sólo la subida de uno de estos dos impuestos o de uno de ellos, con algunos matices que están también en estudio, posibilitarán un aumento inmediato de la recaudación y acreditarán ante la UE la voluntad y el ejercicio de rigor fiscal de una España que precisa con urgencia de las ayudas que llegarán con toda seguridad con algún tipo de condicionalidad.

Montero no contempla incluir en las futuras cuentas públicas la propuesta de reforma fiscal de Unidas Podemos  y sus fórmulas de gravamen al Patrimonio, pero sí le da vueltas a la posibilidad de incluir otras modificaciones en este y otros impuestos.

Con todo, fuentes del PSOE consultadas por cuartopoder asumen que los futuros Presupuestos ni serán de consenso y unidad, ni contarán, muy probablemente, con el apoyo de los socios de la investidura, o no con parte de ellos, como ERC. En este punto vuelven la vista hacia el PNV y los Ciudadanos de Inés Arrimadas, que ya ha rebajado una de sus líneas rojas: la subida de impuestos. La formación naranja asume que no hay más remedio que subir algunos impuestos para poder afrontar así una parte del enorme gasto público que se ha ejecutado con motivo de la lucha contra el coronavirus y, en especial, con las medidas de ayuda a familias y empresas afectadas por la covid-19.

Por el momento, todo está en una fase embrionaria, pero el margen de maniobra del Ejecutivo es estrecho. Su primera prueba de fuego vendrán con la aprobación del techo de gasto, paso previo a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado y para el que todavía no cuentan ni con cifras definitivas ni con los apoyos necesarios.