Nuevo escenario de la bronca PSOE-PP: La negociación del Fondo de Recuperación Europeo

Es un secreto a voces que circula tanto en las filas del PP como en las del PSOE: la Cumbre Europea a la que asistirá Pedro Sánchez este fin de semana no concluirá con un acuerdo sobre el Fondo Europeo de Recuperación. De hecho, en el Palacio de la Moncloa ya tienen instrucciones de ir reservando en la agenda del presidente del Gobierno los días del último fin de semana de julio, fecha en la que creen que deberá volver a celebrarse una nueva Cumbre, para intentar de nuevo cerrar un acuerdo.

La pelea en Europa, entre los países llamados “frugales”, empeñados por encima de todo en rebajar la dotación de los fondos y condicionar su percepción a una dura condicionalidad y a la consecución de una compromiso de reformas por parte de los países receptores, y países como España, Francia, Italia y hasta la propia Alemania está servida y la postura de países como Hungría o Polonia, que piden que el reparto del fondo no beneficie a los partidos más afectados por la pandemia, sino que premie a los que ellos consideran que han sido menos afectados, porque lo han hecho mejor, complica aún más la negociación.

En este punto, el Gobierno mira de reojo la posición del PP. Fuentes del Ejecutivo no dudan en señalar la actuación y las acusaciones de los populares en España de mala gestión, “la peor de todo el mundo”, como han repetido reiteradamente desde la familia popular, empezando por su líder, Pablo Casado, como una profunda deslealtad “que no se ha dado en ningún otro país del mundo”, como asegura un miembro del Gobierno de Sánchez. Asimismo, en el Ejecutivo recuerdan que el PP ha sido también “profundamente desleal” en su planteamiento dentro del PPE, pidiendo condicionar los fondos a un paquete de reformas “ambiciosas”, como advirtió la portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Dolors Montserrat.

El PP, por su parte, advierte que, si alguien ha conseguido que se ponga sobre la mesa el Fondo de Recuperación y la propuesta de dotación de 750.000 millones de € (cifra que, en todo caso, tiene que ser aprobada por unanimidad en el Consejo Europeo, por los mandatarios de todos los países miembros) ha sido el PPE, grupo político al que pertenece la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen, y que quien tiene más peso para lograr decantar la negociación a favor de los intereses de España es la propia canciller alemana, Angela Merkel, y no Pedro Sánchez, de quien, según aseguran fuentes de la cúpula del PP “no se fía nadie en Europa; ni de él, ni de su vicepresidente, Pablo Iglesias.

Tanto en La Moncloa como en la sede de la madrileña calle Génova ya manejan argumentarios para cualquier circunstancia: para el Gobierno, si el resultado de la negociación es un fiasco para España, el PP será en buena medida responsable por su “enorme deslealtad”. Para el PP, en cambio, será la “pésima gestión y la escasa confianza que despierta Sánchez dentro de la UE”. Si, por el contrario, el resultado es un éxito (que no se producirá en ningún caso este fin de semana, según los cálculos de socialistas y populares) el Gobierno lo considerará un logro de Sánchez y de su buena gestión y las negociaciones de Sánchez, mientras que el PP alegará que, sin el PPE, sin Merkel y sin Ursula Von Der Leyen, no hubiera sido posible.