FONDO DE RECUPERACIÓN POR EL COVID-19

¿Qué supone para España el acuerdo “histórico” de la UE para afrontar la crisis?

  • La cantidad del fondo es "importantísima" y "casi equivalente al descenso del PIB que vamos a tener”, apunta López Garrido (F. Alternativas)
  • "Cambiamos a los hombres de negro porque los frugales logren convencer a cuatro más”, alerta Yago Álvarez
  • "Ahora se habla de pasar al siguiente nivel y cambiar de modelo productivo no es solo cuestión de dinero, no es tan sencillo”, apunta Federico Steinberg

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Por la complejidad de las negociaciones y por el silencio de Bruselas al inicio de la crisis de la covid-19, nos ha sorprendido amanecer con la palabra deal (“acuerdo”). Así anunciaba el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que los 27 habían logrado cerrar tanto el Presupuesto de la Unión Europea hasta 2027 como el Fondo de Recuperación destinado a los países afectados por la pandemia. La noticia ha sido muy celebrada por el Gobierno de coalición ya que nuestro país dispondrá de 140.000 millones de euros, de los cuales 72.700 serán en ayudas directas, es decir, a fondo perdido.

El acuerdo logrado en Bruselas es “histórico” por dos razones, una de ellas política. “Es positivo en términos políticos de largo alcance. Europa se la estaba jugando, no solo su futuro sino también su pasado, y esta es su respuesta a la crisis sanitaria y económica que ha producido el coronavirus”, explica el vicepresidente ejecutivo de la Fundación Alternativas y exsecretario de Estado para la UE, Diego López Garrido. La otra razón es la novedad estratégica: si en 2008 se impuso la receta de la austeridad, ahora se ha apostado por la mutualización de la deuda. “Es algo bastante revolucionario porque abre el camino a una mayor integración en los temas fiscales con la emisión de una deuda común”, indica el investigador principal del Instituto Elcano, Federico Steinberg.

¿El dinero destinado a la recuperación es suficiente?

El Presupuesto de la UE hasta 2027 se ha cifrado finalmente en 1,074 billones de euros. Es una cantidad menor de la que pedían tanto la Comisión Europea como España -entre 1,1 y 1,5 billones-, aunque mayor de la que querían los llamados países frugales y de lo que se esperaba poder conseguir después de la salida del Reino Unido con el Brexit.

Pero también se había batallado para conseguir un Fondo de Recuperación tras la pandemia más abundante. Se trata finalmente de una cantidad total de 750.000 millones de euros. “Es bastante poco que el gran acuerdo suponga el 60% del PIB de España para toda Europa”, sostiene el periodista y coordinador de la sección de economía en El Salto, Yago Álvarez. En concreto, el eje franco-alemán tenía previsto que estos 750.000 millones de euros, unos 500.000 fueran en transferencias directas o no reembolsables. Finalmente la cantidad que se destinará a los países a fondo perdido será de 390.000 por la presión a la baja ejercida por Países Bajos y los demás frugales.

Respecto a la cuantía hay opiniones más y menos optimistas. Para Steinberg, “la cantidad nunca será suficiente”, pero “es enorme y bienvenida” porque aunque España apostaba por más y Holanda por menos se ha aprobado entre todos “un aumento del techo de gasto sin precedentes”. España saldría ganando, ha defendido Pedro Sánchez, porque acaba percibiendo prácticamente el mismo importe que había propuesto para sí misma inicialmente. Es una cantidad “importantísima” para López Garrido. “Aunque es verdad que se ha alterado la proporción de transferencias y de créditos, constituye el 11% del PIB. Es más de lo que hemos venido recibiendo de los fondos estructurales en años y casi equivalente al descenso del PIB que vamos a tener”, apunta.

¿Cómo tratará de compensarlo la UE? La respuesta es que habrá equilibrios presupuestarios. A falta de conocer las cifras concretas que le corresponde a nuestro país, el presupuesto total para la Política Agraria Común (PAC) se queda en 343.950 millones de euros hasta 2027, un 10% menos que la estimación que se hace para el periodo 2014-2020, algo que afectaría a España, uno de los países más beneficiados. Sin embargo, el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha dicho que el acuerdo “evita los recortes” en esta partida, por lo que podría haber una compensación.

Consecuencia de este gran acuerdo, otro recorte importante que nos afectaría tanto directa como indirectamente es el que se produce en el Fondo de Transición Justa, que pasa de contar con 30.000 millones a 10.000 millones de euros. “La mayoría de esta cantidad restante se la va a llevar Polonia, se le va a dar una millonada para que empiece a transformar su contaminante industria del carbón”, explica Álvarez.

¿Y qué vamos a ofrecer a cambio?

España, como cada país que se nutra de los fondos, tendrá que acceder a ellos mediante Planes de Inversiones y Reformas. Estos programas podrán ser rechazados por mayoría cualificada de los 27. Se quita así el obstáculo de la unanimidad, la opción que defendía Países Bajos. “Dentro de todo, está bien que sea la Comisión Europea quien vaya a liderar, que el Consejo solo tenga algo que decir y, en cualquier caso, no haya capacidad de veto”, señala Steinberg.

Sin embargo, aunque haya sido contrarrestada, la amenaza de los frugales sobrevuela los planes de España. “El mismo Mark Rutte (primer ministro holandés) lo ha tuiteado con mucha felicidad. Si un país dice que un plan no le gusta, se tiene que someter a votación. Cambiamos a los hombres de negro porque los frugales logren convencer a cuatro países más”, alerta Álvarez.

Pero el gran reto para España es lograr diseñar y gestionar planes de la profundidad y el calado que se requiere para poder recibir la financiación de Bruselas. “Se valorarán positivamente los programas relacionados con la digitalización y la transición ecológica”, ha señalado Iglesias en Twitter, lo que resume como “una condicionalidad blanda en contraposición a la condicionalidad estricta que vivimos en la anterior crisis”. Seguidamente, el vicepresidente ha prometido que los fondos servirán para “avanzar” en dos “objetivos”: “la recuperación de nuestra economía” y “la transformación de nuestro modelo productivo, avanzando hacia la transición ecológica, la digitalización, la movilidad sostenible y el desarrollo de la economía de cuidados”.

Lo cierto es que España se enfrenta a un enorme desafío, coinciden en señalar los expertos. “Sabemos hacer carreteras y autopistas, pero es más difícil conseguir capital humano, transformación digital, I+D+i y servicios de valor añadido. España tiene la mejor infraestructura de la UE porque en su día supimos absorber los fondos de la UE. Ahora se habla de pasar al siguiente nivel y cambiar de modelo productivo no es solo cuestión de dinero, no es tan sencillo”, advierte Steinberg.

Es un reto que el Gobierno no puede afrontar en solitario. “España tiene que plantear proyectos sólidos en transición energética, en digitalización, pero no solo, también en otros proyectos de fondo como la modernización de la economía. El Gobierno tiene que aprobar una gran estrategia, que planteará en el Parlamento, y tiene que contar también con las organizaciones sociales, con la sociedad civil, con los think tanks...”, apunta López Garrido.

El tiempo vuela, se calcula que la primera inyección desde Bruselas llegaría después del verano, así que el presidente ya ha pedido su comparecencia en el Congreso para informar sobre la cumbre europea. En los próximos meses se irá esbozando la capacidad del Gobierno y si los apoyos parlamentarios que reciba son suficientes para marchar adelante en la reconstrucción con la ayuda de la UE. En la ecuación también entrarán los imprevistos que puede conllevar la evolución de la pandemia.

2 Comments
  1. Peru says

    La pregunta es la siguiente: se beneficiarán de estos fondos las grandes empresas del Ibex35, es decir las que en su casi inmensa mayoría eluden impuestos en paraísos fiscales ?
    Porque entonces poco habremos avanzado.

    1. Miguel says

      Una de las interesantes preguntas que debemos realizarnos.
      Salud

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