Populismo

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Jorge Moruno *

Jorge_Moruno“Ofrecer soluciones simples a problemas complejos” parece ser la definición más extendida hoy en día de ese concepto elegido por la Fundéu del BBVA como palabra del año: "populismo". Soluciones simples a problemas complejos puede ser que frente a los atentados yihadistas se decida lanzar bombas en Siria,o creer que bajándole los impuestos a quien más riqueza acumula y aplicando planes de ajuste o reformas laborales a la mayoría se genera un efecto beneficioso sobre el conjunto de la población.

"Populismo" se usa a modo de cajón desastre para tratar de explicar todo lo que se sale del fallido “gobierno de lo que hay”. Así pues, populista solo puede ser una fuerza que impugna la condición de vida que empobrece a la mayoría de la población. Me atrevería a decir que populista solo puede ser una forma concreta de pensar el poder. No se trata de cualquier medio para cualquier fin, sino de alcanzar un fin muy concreto. Uno que cuestiona el modo de dominación política y explotación económica y lo sustituye por otro tipo de mediación social más democrática. Algo sencillo que es difícil de realizar.

Si la política es la capacidad de definir un problema o una crisis, es decir, si la política es la capacidad con la que cuenta una comunidad dada para decidir en común el modo de convivencia, negar esa posibilidad de decisión es negar la política, esto es, la democracia. La calificación peyorativa de lo populista es una forma de negar la existencia de la política, al mismo tiempo que se presenta aquello que produce el malestar general como una práctica natural: “Estoy orgulloso de nuestra estrategia tributaria; se llama capitalismo” afirmaba Eric Schmidt, Consejero delegado de Google hace un par de años.

El reciente elegido presidente de EEUU, Donald Trump, coloca de Secretario de Estado al presidente de Exxon Mobile, nombra de director del Consejo Económico Nacional al dos de Goldman Sachs y para Secretario de Trabajo pone a un CEO de restaurantes de comida rápida. Hollande en Francia hizo ministro de economía a Emmanuel Macron, socio de la banca Rothschild. Es conocido que Luis de Guindos viene de ser directivo de Lehman Brothers y que Mario Draghi, presidente del BCE, de Goldman Sachs, mientras que Barroso, expresidente de la Comisión Europea, se va de retiro a Goldman Sachs. Las palabras de Marx sobre la revolución de Julio de 1830 en Francia son perfectas para entender la segunda fase de la contra-revolución liberal iniciada en los años 80': “Cuando el banquero liberal Laffitte acompañó en triunfo al Hôtel de Ville a su compadre, el duque de Orleáns, dejó caer estas palabras: "Desde ahora, dominarán los banqueros". Laffitte había desvelado el secreto de la revolución." "Populismo" solo puede encarnar la hipótesis que se emancipa de esta realidad o no será.

(*) Jorge Moruno es sociólogo, consejero ciudadano y responsable de Discurso en Podemos.
3 Comments
  1. Pepito Grilo says

    No hay que ser excesivamente radical para intuir que cuestionar el modo de dominación política y explotación económica para sustituirlo por»otro tipo de mediación social más democrática» suena un poco light. Como no queriendo molestar, vamos…

  2. juanjo says

    yo diría que estoy de acuerdo contigo.
    …lo que pasa es que, por un lado, los que son incapaces de cavar su propio huerto, mal van a cavar los ajenos.
    …..Po otro, también puede ser que alguien busque recoger buenas cosechas sin cavar su huerto.
    …Y en tercero, una pregunta que alguien presentó a las Cortes de Azaña, largo Caballero, Alcalá Zamora, etc.. ¿Si aquí casi nunca llegamos a 50, para qué queremos 470 diputados? ¿Por qué se les permite dilucidar sus negocios, sus intereses y sus cambalaches en la antecámara?
    …(entonces no había Senadores)

  3. Beni says

    En Podemos sois una fábrica de impostores. Pandilla de farsantes mentirosos. Si tanto leyeras a Marx, sabrías que Marx era un desenmascarador de populistas, pero hasta a Marx le lees al revés. Qué se puede extraer de vosotros excepto corrupción y desastres… No valéis todo el adorno con el que presumís. Calamidades.

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